La Gran Marcha

«Disculpe el señor si le interrumpo, pero en el recibidor hay un par de pobres que preguntan insistentemente por usted. No piden limosnas, no… Ni venden alfombras de lana, tampoco elefantes de ébano. Son pobres que no tienen nada de nada. No entendí muy bien, sin nada que vender o nada que perder, pero por lo que parece tiene usted alguna cosa que les pertenece.¿Quiere que les diga que el señor salió…? ¿Que vuelvan mañana, en horas de visita…? ¿O mejor les digo como el señor dice: «Santa Rita, Rita, (Leer más…)