Trabajar en la línea de fuego

por Rocío Bao* Las balas, los camiones hidrantes y los gases lacrimógenos utilizados por las fuerzas de seguridad subieron la apuesta durante el 2017 y tuvieron entre sus blancos predilectos a periodistas y fotógrafos, sobre todo, aquellos que poseen una cámara en sus manos, es decir, a quienes puedan tener un registro incuestionable del accionar represivo. Diciembre tuvo su máxima expresión, con fotógrafos y periodistas baleados, golpeados y detenidos.  “No disparen contra la prensa” fue la premisa pos-represión de los días 14 y 18 de diciembre. Un pedido público frente (Leer más…)