Ni una menos se hizo canción contra el machismo

Ximena Schinca escribió, para Periódico VAS, esta crónica sobre la tercera marcha del Ni Una Menos en las calles de la ciudad de Buenos Aires. La emoción, los cánticos, las consignas y, por qué no, los triunfos, se ven reflejados en una reseña que nos ayuda a revivir y reivindicar la lucha de miles de mujeres contra la violencia machista.

3J 2017 

“Ni una menos/ Las mujeres todas vivas nos queremos/ Vamos a luchar porque se lo debemos/ A todas las pibas que nunca volvieron/ Ni una menos”, al ritmo de la popular melodía de Luis Fonzi “Despacito”, con la letra feminista que le imprimieron las mujeres de ATECapital y que la periodista Natalia Maderna viralizó en un video tocando el ukelele junto a su pequeña hija; pasadas las 17 horas del sábado 3 junio, la cabecera de la movilización contra la violencia machista marchaba desde el Congreso hacia Plaza de Mayo, en un recorrido animado por banderas, batucadas, intervenciones, consignas y representaciones callejeras de las más variadas consignas.

Contra la violencia machista, pero también por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito; contra el estado represivo, pero también por la libertad de Higui y Milagro Sala, la nueva ola feminista avanzaba hacia la pleamar que alcanzaría, alrededor de las 19 horas, cuando la periodista Liliana Daunes y la referente de Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora) Nora Cortiñas leyeran el documento consensuado entre distintas agrupaciones del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans.

“Estamos acá porque nos movilizan e interesan todos los derechos de las mujeres, y vemos con mucho entusiasmo que el reclamo por el derecho al aborto está generando cada vez más apoyo social”, reflexionó Elsa Schvartzman, la integrante de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, que en esta oportunidad marchó en la cabecera. Junto a ella, sosteniendo la ya tradicional bandera de arrastre que señala “Ni Una Menos. Vivas nos queremos. El Estado es responsable”, marcharon una veintena de militantes de diferentes agrupaciones de mujeres, lesbianas, travestis y trans, y espontáneamente se sumaron algunas familiares de víctimas de violencia.

Nora Cortiñas sumó sus pasos en el recorrido final. No es la primera vez que la referente de Madres hace propio el grito del movimiento feminista contra el machismo. “Antes no era feminista, yo me crié en un hogar machista y patriarcal por años, y cuando se llevaron a mi hijo se me cayó un velo, y tomé toda la fuerza y el impulso para salir a la calle y vencer todos los obstáculo”, reflexionó Cortiñas en una entrevista radial en la que destacó la importancia de la organización que las mujeres le imprimen a la política argentina.

Ni una muerta más por abortos clandestinos

La columna de la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito marchó en segundo lugar, tras la cabecera, y se destacó por una concurrencia numerosa de pañuelos verdes y la presencia de referentes fundadoras como Martha Rosenberg y Nina Brugo. Celeste Mac Dougall, voz arengante de la columna, dirigió el repertorio de cánticos cada vez más nutrido de la columna verde esperanza para que el Congreso debata el proyecto por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos

“Si yo tengo muchas ganas de abortar/ Si yo tengo muchas ganas de abortar/ Si yo tengo la razón/ No me importa tu opinión/ No me quedo con las ganas de abortar”, cantaban sonrientes, un grupo de mujeres en la columna del Frente Darío Santillán. Si dos años atrás, en la primera movilización un 3 de junio, el reclamo por la interrupción del embarazo se escuchó en las calles pero no llegó al documento de la organización; si el año pasado el pedido se oyó de la mano del reclamo por la libertad de Belén (la joven tucumana que estuvo presa tras un aborto espontáneo); este año las consignas por las que la Campaña trabaja hace más de una década protagonizaron los cánticos e intervenciones callejeras del 3J.

–Por favor, ayúdenme. Por favor, alguien que me ayude–, gritaba una joven cargando una cruz con la leyenda “Patriarcado”, acompañada por otras mujeres con carteles que señalaban algunos mandatos machistas como “Si mujer, madre”.

Más atrás, en un quinto lugar sorteado en las asambleas organizativas, la abogada Sabrina Cartabia bailaba y arengaba a sus compañeras de la columna del Colectivo Ni Una Menos. Marina Mariasch sostenía la bandera rosada, y una docena de mujeres le ponían percusión a la que será recordada como la canción del 3J de 2017.

“Tú, tu machismo oprime y eso es cultural/ Tu machismo mata y eso es real/ La justicia es cómplice, te lo decimos/ Tú, tu violencia sube cada día más/ Derrotemos el sistema patriarcal/ El Estado es cómplice del femicidio/ Ni una menos”.

No habrá más penas ni olvidos

No estaba acordado previamente que Mónica Ferreyra subiera al escenario. La mamá de Araceli Fulles quiso compartir la lectura del documento, junto a Liliana Daunes y Nora Cortiñas. Allí estaban también las referentes de las organizaciones de mujeres, lesbianas, travestis y trans, que habían marchado en la cabecera desde el Congreso y que habían trabajado en el contenido del extenso escrito que llevaría una hora de intensa lectura.

“Reclamamos políticas integrales de prevención de la violencia patriarcal, y respuestas adecuadas de contención. Nunca pedimos el endurecimiento de las penas”, leyó Daunes en un texto que criticaba al Estado por querer convertir la  lucha feminista “en un adorno cosmético” y por responder a las demandas “con represión” y participar del “pacto de complicidad machista”. Así la conductora feminista mencionaba uno de los ejes de la movilización de este año, y uno de los puntos que habían sido fuertemente denunciados durante la organización de la marcha: la ausencia de respuesta del gobierno de Mauricio Macri a las demandas del movimiento de mujeres y la preocupación por un accionar represivo de las fuerzas de seguridad contra las activistas.

Con una fuerte crítica al sistema patriarcal y a la violencia sexista, el documento enfatizó también el comportamiento sistemático que reprime, condena y encarcela la insumisión al patriarcado. Las demandas de libertad a Higui1 y a Milagro Sala fueron la expresión concreta que se manifiesta en abstracto en la consigna Vivas y libres nos queremos. “Hoy en la argentina, dos presas paradigmáticas, Higui, presa política del patriarcado por defenderse de sus violadores, y Milagro Sala, por protestar contra el gobierno, son demandas inclaudicables de este movimiento”, se afirmó.

Violencias, aborto legal, separación del Estado y la Iglesia, criminalización y represión, responsabilidad estatal y de los gobiernos, economía y trabajo fueron los temas que se abordaron en el texto como parte de las demandas actuales del movimiento feminista. Cerca de las 20 horas, la lectura concluía en un grito efusivo: “¡Viva el 3 de Junio, día de lucha del movimiento feminista, en Argentina, en América Latina y en el mundo! ¡Estamos de pie! Que vivan la lucha contra el patriarcado y la resistencia al neoliberalismo! Ni Una Menos. ¡Vivas y libres nos queremos!”

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  1. La Marcha del 3J2017 y las inmensas movilizaciones que se produjeron antes de esta fecha, posibilitaron que el 13 de junio Higui fuera liberada.
  2. Fotos: Rocío Bao.

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