Trastornos de la Personalidad por Dependencia

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, la principal característica de los diferentes Trastornos de la Personalidad es que, quienes los padecen, presentan patrones de comportamiento inflexibles e inadaptados; no pueden establecer relaciones constructivas ni adaptarse a las demandas de cambio del medio. Su forma de enfrentar la vida es problemática, tanto para sí como para su entorno. La cronicidad es otra de las características.

Quienes presentan un Trastorno de Personalidad por Dependencia suelen tener conductas de dependencia excesiva con una permanente expectativa por ser tenidos en cuenta y obtener la aprobación de los demás. En general suelen apegarse en demasía a personas significativas para ellos -pueden ser los padres o la pareja- de quienes dependen permanentemente y ante quienes suelen tener una actitud muy sumisa. Si se produce la ruptura de una relación de pareja, tratan de reemplazarla rápidamente porque no toleran permanecer sin ese tipo de vínculo. Su pretensión es que los demás decidan por ellos, tanto en cuestiones trascendentes de su vida como en las nimias y cotidianas. Buscan permanentemente la reafirmación, lo cual les dificulta dar opinión o estar en desacuerdo por no hacer peligrar el vínculo con el otro -a quien necesitan como apoyo permanente-.

Tomar decisiones o asumir responsabilidades son situaciones evitadas y delegadas en las personas de quienes depende. Todo aquello que implique estar solos frente a algo les genera temor y angustia, por lo tanto les resulta imposible tomar iniciativas o generar un proyecto. Evidentemente, son personas que poseen muy baja autoestima y poca confianza en sí mismas. Siempre creen que los demás van a hacer las cosas mejor que ellos. Evitan aprender o ser competentes por temor a que se los pueda considerar autónomos y dejen de prestarles apoyos. La dependencia enfermiza les genera graves problemas en sus relaciones, pueden llegar a someterse a denigraciones y malos tratos. Y en la vida laboral sufren limitaciones y deterioro.

El abordaje de estos casos consiste en realizar psicoterapia individual, previo a un preciso diagnóstico diferencial.