
El Algoritmo y Yo
por Gabriel Luna Hubo en el siglo pasado un pequeño gran libro que marcó o formó sentimentalmente a varias generaciones; se llamaba “Platero y Yo”, y comenzaba así: Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros, cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, se va al prado y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas… Este libro escrito por un poeta (Leer más…)

El Diego era demasiado negro
Maradona fue más que un ídolo plebeyo: fue un cuerpo negro silenciado. Este artículo recupera su herencia afro desde el Congo. por Melina Schweizer Diego Armando Maradona fue el emblema plebeyo de una Argentina que se niega a mirarse al espejo. Ídolo de multitudes, sudaca indomable, genio de potrero y fábula de los sin voz. Pero también —y, sobre todo— cuerpo racializado, archivo marrón, herencia africana negada. Desde una lectura decolonial, este artículo propone reponer la historia de Maradona como hijo de la diáspora negra: no como una metáfora, sino (Leer más…)

¡Lectura necesaria en tiempos de crueldad!
por Marcelo Valko Agradezco a Jorge Gurbanov de Ediciones Continente por acercarme “Sarmiento, formador ideológico de la clase dominante” de Celina Laclay. Se trata de una reedición de su profunda investigación publicada inicialmente en 1986 sobre la decisiva influencia de Sarmiento en la creación de la GRIETA que asola el imaginario nacional para quien, según nada menos que Alberdi, “el terror es un medio de gobierno”. Hoy podríamos extrapolarlo con “la crueldad” que esgrime diariamente el régimen de Milei. Este libro de Laclay debe leerse en clave de presente para (Leer más…)

Relatos Indómitos
La fábrica que nos parió por Marta García Nadie quiere recordar cómo empezó todo. Pero todo el mundo nos pregunta cómo terminamos así: con una fábrica partida en dos, nuestro sistema fragmentado y la resolución de un juicio que no nos permite reiniciarnos. “La llamada ‘Fábrica de los Sueños’ queda adjudicada a la parte demandante”. Una instalación colosal, que al principio era parte de la que llamábamos “La Fábrica”. Allí los habitantes obteníamos las ilusiones que nos permitían dormir, soñar, amar, vivir y despertarnos a las cinco de la mañana (Leer más…)