Miguel Grinberg y su Legado en la Cultura, el Rock y la Ecología

La historia de la cultura, el periodismo y el rock argentino está signada por la impronta de una figura que influyó en generaciones enteras de activistas, periodistas y ecologistas: Miguel Grinberg. Su modo de inspirar y generar conciencia social y medioambiental fue siempre natural, mezclando pasión, conocimiento y acción transformadora.

La actividad de Grinberg abarcó numerosas disciplinas. Destacó como escritor, poeta, periodista, traductor. y crítico musical y cinematográfico, siendo para muchos una referencia incuestionable del rock nacional argentino y uno de los motores principales en la difusión del pensamiento alternativo. Su acción incansable llevó a que el ecoperiodismo y la militancia ecológica tuvieran una voz pionera en el país: cofundó la Red Nacional de Acción Ecologista y el Pacto Eco-Social de América Latina, cimentando así una red de acción e ideas tan diversa como necesaria.

Su formación fue singular: fue alumno del futurista John McHale y discípulo del monje trapense Thomas Merton, del que tradujo al español numerosos libros, permitiendo que el pensamiento mertoniano llegara a lectores hispanohablantes. Además, ideó el sistema «Holodinamia» de Meditación Integral, orientado al desarrollo del potencial intuitivo y al bienestar integral, y desempeñó un papel fundamental en el auge de la espiritualidad comunitaria y el ecologismo en Argentina. Su vida multifacética incluso llegó a las pantallas: es protagonista del documental «Satori Sur».

Desde la década de 1960, Grinberg fue un impulsor central de la cultura alternativa. En 1962 fundó «Nueva Solidaridad», una red de poetas de América que contribuyó a la difusión de los poetas beat estadounidenses y nuevos movimientos literarios latinoamericanos. Al mismo tiempo, luchó junto a jóvenes talentos como Moris, Pipo Lernoud, Miguel Abuelo, Tanguito, Javier Martínez y Luis Alberto Spinetta —frecuentando el mítico bar La Cueva— por el uso del castellano como lengua del emergente rock nacional. Gracias a su impulso y visión, se le reconoce como uno de los verdaderos padres del rock argentino. Él mismo lo resumió afirmando: «En el origen (del rock argentino) hay cuatro nombres: Moris, Javier Martínez, Tanguito y Litto Nebbia. Un quinto podría ser Pajarito Zaguri… y sería justicia».

La trascendencia de Grinberg no quedó limitada a Argentina. Tuvo correspondencia y relaciones de amistad con poetas estadounidenses, vivió en Estados Unidos, participó en los orígenes del movimiento hippie, fue activista pacifista contra la Guerra de Vietnam y promovió los derechos civiles. Recogió estas experiencias en libros como «Beat Days», «La Generación de la Paz», «La Nueva Revolución Norteamericana», «La Generación V», «Poesía y Libertad» y, de modo especial, «Memoria de los ritos paralelos. Diario de Nueva York, 1964», donde narra sus interacciones con figuras míticas como Allen Ginsberg.

Sus primeros pasos como periodista estuvieron ligados al Diario El Mundo y la revista Panorama, donde dio rienda suelta a su mirada inquisitiva sobre el cine y la música. Más adelante, su pluma y su ética profesional pasaron por el diario La Opinión, la agencia Télam y la renombrada revista Caras y Caretas. En el ámbito radial, durante más de cuatro décadas, transmitió programas pioneros sobre rock progresivo y ecología urbana, sumando otro canal de llegada para su mensaje comprometido.

Grinberg fue autor de más de 50 libros y dirigió revistas icónicas como Eco Contemporáneo, Contracultura, Cine y Medios y Mutantia, entre otras. Entre sus obras más reconocidas se encuentran “La generación de la paz”, “Beat Days”, “Ecofalacias”, “La Generación V” y “Evocando a Gombrowicz”.

Una mención especial merece su libro «Como vino la mano», publicado inicialmente en 1977 y que ya suma cinco ediciones. Esta obra se convirtió en una referencia insoslayable para comprender la historia y el desarrollo del rock en la Argentina. A través de entrevistas a figuras como Moris, Litto Nebbia, Luis Alberto Spinetta, Claudio Gabis, Gustavo Santaolalla, León Gieco y Charly García, así como a Pipo Lernoud y Jorge Álvarez, el libro logró captar el pulso de un movimiento emergente. Las reediciones han añadido entrevistas, fotografías y manifiestos inéditos, profundizando aún más en el espíritu y la efervescencia de esa generación creativa.

Su legado es una invitación permanente a la rebeldía creativa, la conciencia ecológica y el pensamiento crítico, marcando caminos para las próximas generaciones de constructores culturales y sociales.

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