Relatos Indómitos

Volar como piedra por Marta García Soñé que me regalaba un frasco lleno de piedritas planas. Pensé que eran caramelos de azúcar quemada. Ella me leyó la mente: «Son piedras. Si te las comés te morís». Para que no me leyera el cerebro, pensé con el corazón que era una pena tenerlas encerradas en un frasco. Pero su mirada fractal leía todas mis vísceras: «Vamos a liberarlas en el río». Nos tomamos de las manos descubriendo que teníamos piel con sentimientos. Y nos fuimos con las piedras a hacer sapito. (Leer más…)

Relatos indómitos

¿Probaste empezar de cero con Miriam Makeba? por Marta García -Nos hemos reunido hoy aquí… Cuando papá no era feliz hablaba como desde un púlpito. Lo escuchaba un pueblo sin dios ni cura, formado por una mujer adulta, tres hijas, Narciso el perro, Susana la gata y Maldonado el hámster. -… eeee… les decía que nos hemos reunido aquí para decirles que… que ya está… que se terminó… que hasta acá llegamos… que vamos a tener queeee… esteee… queee… bueno, la cosa se ha puesto muy… eee… Mamá terminó la (Leer más…)

Relatos Indómitos

Viajeras diminutas por Marta García He sido seleccionada para no estar en 590 concursos, 80 becas, 100 subsidios y todos los créditos imaginables. Hay excursiones a las nieves eternas del Kilimanjaro que no me tienen anotada en sus grupos de escaladores porque no tengo su whatsapp. Cinco de los más afamados restaurantes de comida gourmet salvaje vietnamita no me borraron de sus reservas porque nunca me anotaron ya que jamás reservan mesa a quien no las hace. Mi CBU está colapsado por todas las transferencias que nadie hizo. Tres de (Leer más…)

Relatos Indómitos

El día en que María Callas cantó como Chavela Vargas por Marta García Amanecí otra veeeeez entre tus brazos y desperté llorando de alegríaaaaa…” La voz reventada de Pili se descargaba en el patio y se metía por la ventana entre la tostada y la manteca. Aroma café con canela. Sabor tequila. Su voz desmoronada de Chavela Vargas elevaba cuerpos y almas de aquella rupestre barriada obrera. Si bien la abu tenía una vida despechugada como Chavela, la que tenía su voz y su figura era su (nuestra) amada Pili. (Leer más…)