
Bellos durmientes ¿Marchar o arrastrarnos?
por Mariane Pécora
Jueves 8 de mayo, la noche cae sobre Buenos Aires, una bruma húmeda y pegajosa opaca aceras y fachadas. El tránsito aturde y las vidrieras languidecen en los locales vacíos. La basura descalzada lo inunda todo, como la pobreza en estos tiempos de crisis; hay cuerpos arropados en frazadas, durmiendo en portales, arrojados a la calle; hay gente con hambre pidiendo en las esquinas; hay viejos con muletas implorando una limosna lejos del templo. Esta semana las redes y los medios no han dejado de hablar del Eternauta en todas sus versiones. Nos hemos alejado de este paisaje turbio para introducirnos en esa distopía, tan lejana y próxima al mismo tiempo. La nieve tóxica está aquí, fumigada a través de los discursos de odio, de la indiferencia, por ese otro que sufre hambre e invisibilizamos; está en el gas pimienta que se arroja como espuma de carnaval cada miércoles sobre jubilados y trabajadores frente al Congreso de la Nación. Hoy hubo, también hablando de blanca nieve, fumata blanca en el Vaticano: habemus papam. Un pontífice estadounidense a pedido de Trump, que supuestamente no comulga con su lógica imperialista.
No importa. La maquinaria mediática ya activó el mecanismo que sobrealimenta el espíritu triunfalista argentino y todos, todas y todes nos hermanamos con el santo cura. Sin embargo, el regodeo no se percibe en estas calles, donde la gente camina triste, atemorizada, agobiada. Donde el tránsito transmuta en hollín, bocinazos y provocaciones. Dentro de un café, dos hombres conversan sin quitar la vista de la pantalla del televisor, donde, como en un bucle infinito, se repite la imagen del humo blanco vaticano. La noticia de hoy opacó la de ayer, pienso. Ya no nos percibimos eternautas; abrazamos la salvación.
Frente al Congreso permanecen apostados un camión lanza chorros, otro vehículo policial y un colectivo azul lleno de oficiales. Algunos descansan sobre la acera sin escudos y armas letales a la vista. Conversan. Hablan de traslados y operativos. Miran con recelo a los transeúntes. Nadie sabe qué hacen allí. Ni siquiera ellos.
En la vereda del Teatro Empire, a media cuadra del Congreso, una larga cola de gente espera paciente su turno para ingresar. Como una postal de antaño, el edificio resplandece en la cuadra opaca. El colorido de los carteles contrasta con el paisaje árido de la calle. En el hall repleto suena un trío de tango, alguien sirve tragos y bocadillos, en una mesa se exponen los ejemplares de “Bellos Durmientes”, la nueva edición de Historietas Soberanas lanzada por la Comunidad Repliegue, una editorial y medio de comunicación, enfocada en la defensa de la soberanía nacional y los derechos sociales. Desde hace seis años, cada viernes, esta comunidad realiza en Plaza Congreso una olla popular destinada a personas en situación de calle o vulnerabilidad habitacional. No solo brinda un plato de comida, ofrece asesoramiento, ropero comunitario, capacitación y un espacio de encuentro.
“Bellos Durmientes” relata, a manera de cómic, la historia y el devenir de los ferrocarriles en nuestro país. En 2023, con el mismo formato, Repliegue publicó “La Deuda que Nos Parió”, un recorrido de dos siglos por los endeudamientos contraídos por los distintos gobiernos argentinos con organismos internacionales.
Truena una locomotora y se abre la sala. Suena “Noticias de ayer”. Ese rock rabiosamente ochentoso de los Redondos, que llama a rebelarse contra la superficialidad y manipulación de los medios de comunicación tradicionales, y que hoy evoca a una generación que cada miércoles es gaseada por las fuerzas de seguridad en las puertas del Congreso.
El tiempo se alarga; recorro los óvalos superpuestos del techo de esa joya art decó del teatro Empire, que es parte del edificio del sindicato ferroviario La Fraternidad. Me detengo en los frisos de los artistas Daniel Ortolani y Alfredo Montero. Narran la historia del transporte en nuestro país, desde las viejas carretas hasta la gran máquina de vapor. La celebración del trabajo, del encuentro y la fiesta de los pueblos. Trescientas personas se convocan esta tarde para repasar el recorrido de un tren que ligó culturas, proyectó sueños y trazó ideales.
Repliegue entra en escena con la proyección del corto “Sin armas por las vías”, que sintetiza historia y devenir del ferrocarril en nuestro país, así como el proceso creativo detrás del guión, diseño e impresión de “Bellos Durmientes”. En esta iniciativa destaca el apoyo logístico y documental proporcionado por el sindicato La Fraternidad. Cada peso que se recauda con la venta de este cómic o historieta es destinado a sostener la actividad de los viernes en Plaza Congreso, que incluye una olla popular, ropero, asesoramiento, contención y un espacio de encuentro para personas en situación o riesgo de calle. Cada una de estas acciones fortalece el lema que popularizó la serie El Eternauta: “Nadie se salva solo”. Una invitación a pensarnos, reflexionar y activar.
Contáctate con Repliegue.
Fotos: Sindicato La Fraternidad