Frases de Fidel
El 25 de noviembre de 2016 marcó el fin de una era para Cuba y el mundo cuando falleció en La Habana Fidel Castro Ruíz, a la edad de 90 años. Ex primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente del Consejo de Estado, Castro fue una figura emblemática, controversial y trascendental cuya vida y obra dejaron una huella profunda en la historia contemporánea, no solo de Cuba, sino del escenario político internacional.
Nacido en 1926 en Birán, una pequeña localidad en la provincia de Holguín, Fidel Castro se convirtió en uno de los líderes revolucionarios más emblemáticos del siglo XX. Su compromiso con la defensa de la independencia y soberanía cubana se manifestó desde su juventud, cuando lideró la lucha armada que culminó con el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista en 1959. A partir de entonces, instauró un modelo socialista en la isla que desafiaba la hegemonía estadounidense en América Latina y el mundo.
Castro fue, sin duda, un orador formidable y un estratega político consumado. Su proclividad para pronunciar frases y sentencias célebres fue una de las características que marcaron su estilo y lograron captar la atención tanto de sus seguidores como de sus detractores. En numerosos discursos, tanto en la esfera nacional como internacional, Fidel desplegó un lenguaje cargado de fervor revolucionario, dignidad y desafío. Sus intervenciones recibían ovaciones en Cuba y en foros internacionales, donde su voz se convirtió en un símbolo de resistencia.
Sin embargo, no todas sus palabras fueron bien recibidas. Algunos líderes y representantes de países extranjeros encontraron en sus declaraciones motivos de incomodidad o rechazo. Las sentencias de Castro, muchas veces cargadas de críticas directas al imperialismo, al capitalismo y a las políticas de Estados Unidos, generaron tensiones diplomáticas que persistieron durante décadas. A pesar de ello, su capacidad para articular sus ideas y valores con una retórica apasionada lo catapultó a la escena mundial como una figura imponente y respetada, aunque también polémica.
Durante su largo mandato, Fidel dirigió políticas que transformaron la educación, la salud y la cultura en Cuba, alcanzando niveles notables de desarrollo social. Al mismo tiempo, la isla enfrentó bloqueos económicos, intentos de invasión y momentos críticos que pusieron a prueba su liderazgo y resistencia. A lo largo de estos procesos, la imagen de Castro se mantuvo como el símbolo máximo de la revolución cubana y de la lucha anticolonial en América Latina.
Fidel Castro no solo fue un presidente o un secretario del partido; fue un fenómeno histórico. Sus palabras estuvieron cargadas de una fuerte carga ideológica y emocional, buscando movilizar a su pueblo y desafiar al orden establecido. Su legado, aunque objeto de debates y análisis dispares, sigue siendo un punto de referencia indispensable para entender las dinámicas políticas del hemisferio y las tensiones globales de la Guerra Fría hasta la actualidad.
El 25 de noviembre de 2016, con su partida, se fue un líder cuya voz dejó ecos intensos en la historia mundial. Desde sus frases y sentencias, que muchas veces fueron ovacionadas y otras tantas incómodas, hasta sus acciones políticas y sociales. Aquí algunas de ellas:
“Cuando los hombres llevan en la mente un mismo ideal, nada puede incomunicarlos, ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios, porque un mismo recuerdo, una misma alma, una misma idea, una misma conciencia y dignidad los alienta a todos”. (Ejerciendo su defensa en el juicio por el asalto al cuartel Moncada, septiembre de 1953).
“Nacimos en un país libre que nos legaron nuestros padres, y primero se hundirá la isla en el mar antes que consintamos en ser esclavos de nadie”. (Defensa en el juicio por el asalto al cuartel Moncada).
“Condenadme, no importa, la Historia me absolverá». (Defensa en el juicio por el asalto al cuartel Moncada).
“¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”. (Discurso pronunciado el 15 de octubre de 1976, tras el atentado terrorista en Barbados contra un avión de Cubana de Aviación).
“Las ideas no necesitan ni de las armas, en la medida en que sean capaces de conquistar a las grandes masas”. (Discurso del 3 de agosto de 1985 en la clausura del encuentro sobre la deuda externa de América Latina y el Caribe).
“Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo”. (Discurso del 5 de diciembre de 1988).
“Es realmente impresionante qué porquería de sistema es el capitalismo, que no le puede garantizar ni a su propia gente empleo, no le puede garantizar salud, la educación adecuada; que no puede impedir que la juventud se corrompa con las drogas, con el juego, con los vicios de todas clases”. (Aniversario del asalto al Palacio Presidencial y a Radio Reloj, 13 de marzo de 1991).
“Dentro de la revolución, todo; contra la revolución, nada”.
“Mi barba significa muchas cosas para mi país. Cuando hayamos cumplido nuestra promesa de un buen gobierno, me afeitaré la barba”.
“A los pueblos muchas veces les hablan de democracia los mismos que la están negando en su propio suelo; a los pueblos les hablan de democracia los mismos que la escarnecen, los mismos que se la niegan y los pueblos no ven más que contradicciones por todas partes. Y por eso nuestros pueblos han perdido, desgraciadamente, la fe.”
“Si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo”.
“Sin crisis no hay cambios, sin crisis no se forman las conciencias; un día de crisis forma más conciencia que 10 años de transcurrir del tiempo, que 10 años sin crisis”.
“Ni los muertos pueden descansar en paz en un país oprimido”.
