Periódico VAS 198

Con tapa de duda, ingenuidad e ingenio, sobre una pared azul de naufragio, llega este Periódico VAS Nº 198 (GRATIS) como un fantasma proponiendo solución y esperanza, recuperando la Historia, vigilando los signos, salvando la infancia, poniendo ternura en la grieta del modelo libertario. Son 7 notas:
¡Qué se vayan todos!
Entrevista a Marcelo Valko
Derecho a la infancia
Grietas en el modelo libertario
La crueldad y la ternura
Un fantasma recorre el mundo
Tranquera

El neoliberalismo en Argentina: historia, consecuencias y necesidad de democracia participativa
En este número analizamos cómo el neoliberalismo se consolidó en Argentina y las profundas consecuencias sociales, económicas y políticas que arrastra a lo largo de cinco décadas, desde la dictadura de Videla hasta gobiernos civiles recientes, poniendo en evidencia la traición de una clase política que, sistemáticamente, priorizó los intereses de los megaempresarios por sobre el bienestar popular.
La revuelta de diciembre de 2001 —cuyo grito de “¡Qué se vayan todos!” resonó como rechazo masivo al orden impuesto— simboliza ese punto de quiebre en el que la población expresó su indignación frente a políticas de austeridad vinculadas al FMI, una represión que dejó 39 muertos y una humillante constatación de que las decisiones macroeconómicas estaban desligadas de las necesidades básicas de vastos sectores sociales. Las cifras son demoledoras: una pobreza que ascendió del 5% en 1975 a un 35% en 2025, con un dramático pico del 65% en 2001, reflejan no solo episodios de crisis sino un proceso estructural de concentración de la riqueza y expansión de la exclusión, donde la multiplicación por siete de la pobreza en cinco décadas subraya la ineficacia —o la voluntad política ausente— de las élites gobernantes para redistribuir ingresos, impulsar producción nacional y aumentar la recaudación fiscal de manera progresiva y equitativa; así, aún con alternancia de partidos en el poder, el régimen neoliberal mostró una notable capacidad de continuidad: políticas que desregularon mercados, precarizaron el trabajo, recortaron gasto social y abrieron puertas a la fuga de capitales terminaron por erosionar el tejido productivo y la soberanía económica, y el hecho de que gobiernos posteriores, incluido el actual presidido por Javier Milei, parezcan favorecer nuevamente a grandes conglomerados empresariales confirma la persistencia de un modelo que prioriza rentabilidad financiera sobre desarrollo humano; ante ese panorama, la reflexión sobre la “traición” de la clase política debe ir acompañada de una propuesta de democratización real: fomentar mecanismos de democracia participativa que permitan a las mayorías incidir en decisiones fiscales, laborales y de política industrial, fortalecer controles sobre las privatizaciones y concesiones, reorientar la política económica hacia la producción y el empleo digno, y reconstruir tejido social mediante políticas públicas redistributivas y participativas que reviertan décadas de concentración; en suma, la historia reciente argentina muestra que sin una reforma profunda del contrato social y sin instituciones que garanticen la rendición de cuentas y la participación ciudadana efectiva, las mismas lógicas neoliberales pueden resilir y reproducir la exclusión, por lo que la salida exige no solo cambios de gobierno sino transformaciones institucionales y culturales que restituyan la centralidad del interés público.

Los Signos en la Historia
Para Marcelo Valko, la historia no se presenta como una sucesión lineal e inevitable de hechos, sino más bien como un entramado complejo de signos que reflejan —y a la vez configuran— momentos de transformación social; en este sentido, la propuesta de su último libro: «Crónicas de la Memoria: signos, arquetipos y ancestros» adquiere relevancia al demostrar cómo la lectura atenta de esos signos históricos permite desentrañar patrones y tendencias que se repiten, se transforman o se interrumpen según las condiciones económicas, políticas y culturales. La trayectoria de Marcelo Valko, que se caracteriza por su indagación sobre genocidio indígena en Argentina, aporta una perspectiva donde la historia colectiva y la biografía se cruzan: los recuerdos, las ausencias y las marcas visibles e invisibles en el territorio funcionan como indicadores que señalan rupturas traumáticas y procesos de negación o reconocimiento. Así, la memoria y la historia aparecen no solo como archivos del pasado, sino como herramientas activas para comprender el presente, reconstruir relatos silenciados y sustentar demandas de justicia y cambio social; interpretar los signos —documentales, arqueológicos, lingüísticos o testimoniales— permite a su vez imaginar alternativas políticas y culturales que cuestionen las narrativas hegemónicas y promuevan la reparación, la visibilidad y la transformación de las relaciones sociales.

Infancia y Adultocentrismo
En un contexto de creciente pobreza, donde el 52,7% de los niños y adolescentes en Argentina viven en situación de pobreza monetaria, las infancias requieren políticas públicas urgentes y sostenidas que garanticen sus derechos básicos. La desarticulación de la Educación Sexual Integral (ESI) y la vuelta a la denominación «Día del Niño» evidencian un retroceso en la perspectiva de derechos humanos y disminuyen herramientas esenciales para la protección y autonomía de niñas, niños y adolescentes. El adultocentrismo —que invisibiliza las voces y demandas de las infancias— se traduce además en decisiones institucionales que limitan su participación y reconocimiento como sujetos de derechos. La intensificación de la violencia institucional, manifestada en episodios como la agresión con gas lacrimógeno a una niña durante una protesta en septiembre de 2024 y la prohibición gubernamental de la participación de menores en manifestaciones, expone un desprecio por los marcos normativos de protección y un aumento de la vulnerabilidad. Estas medidas, junto al recorte de servicios de salud, configuran un panorama donde es imprescindible reponer y ampliar políticas públicas que prioricen la dignidad, la participación y la protección integral de las infancias.

Grietas en el modelo económico de Milei
El modelo económico impulsado por Milei enfrenta desafíos significativos que ponen en riesgo su estabilidad: la apuesta por un dólar barato y salarios bajos desde mediados de 2024, junto con la eliminación de las LEFIS, generó exceso de liquidez y presiones sobre el tipo de cambio que obligaron al BCRA a intervenir para frenar la depreciación del peso, mostrando la fragilidad de la estrategia. Las políticas aplicadas han contribuido a una fuerte recesión y a una marcada pérdida de empleo —con 15.564 empresas cerradas entre diciembre de 2023 y mediados de 2025 (99% PyMEs) y 277.713 puestos de trabajo registrados perdidos, incluidos 54.176 en el sector público— mientras los ingresos salariales cayeron alrededor de 10% en el sector privado y 22% en el público; la jubilación mínima perdió más de 15 puntos de poder adquisitivo, afectando a 5,4 millones de personas. Además, la distribución de costos y beneficios del modelo es desigual: los sectores favorecidos (agro, minería y finanzas) concentran apenas el 9% del empleo, mientras que los más perjudicados (comercio, industria y construcción) reúnen el 45% del empleo nacional; la caída del EMAE y la desinflación con señales de agotamiento reflejan una contracción económica que profundiza la vulnerabilidad social y productiva del país.

Pedagogía de la crueldad en Buenos Aires
El gobierno de Jorge Macri ha convertido la pobreza en un espectáculo de humillación y represión, desplegando operativos que criminalizan a las personas en situación de calle y a los cartoneros, y extendiendo la violencia institucional contra quienes reclaman derechos, como jubilados y periodistas; así, su política de seguridad transforma un problema social en una cuestión de orden público, deshumanizando a los más vulnerables. Frente a esta «pedagogía de la crueldad» surge, sin embargo, una respuesta comunitaria basada en la resistencia y la solidaridad: cooperativas de cartoneros que impulsan la economía circular y el reciclaje, ollas populares y redes barriales de cuidado que sostienen a quienes quedan a la deriva, prácticas que constituyen una verdadera pedagogía de la ternura donde el cuidado y la solidaridad prevalecen sobre el castigo. El futuro está en disputa entre naturalizar la violencia y la indiferencia o apostar por reconstruir el tejido social en clave de dignidad; la comunidad tiene la oportunidad y la responsabilidad de reescribir las lecciones aprendidas y disputar el espacio urbano para que la vida y la dignidad sean, finalmente, valores supremos.

 

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