
San Telmo: La consagración de «La Salita»
El nuevo edificio del CeSAC 15
Un logro comunitario que se conquistó gracias al compromiso, la lucha y la perseverancia de vecinos, vecinas, organizaciones sociales, políticas y vecinales del barrio.
por Mariane Pécora
Balcarce 1170. La fachada conserva la elegancia de la arquitectura de principios del siglo XX: columnas con capiteles ornamentados, ventanas con arcos de medio punto, molduras ornamentadas y relieves simétricos. Protegida por la normativa patrimonial, guarda en sus repliegues la memoria de años de desidia y abandono, pero también de resistencia, lucha y perseverancia de una comunidad que quiso transformar el lugar en el nuevo edificio del Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) N°15. Una de las pocas obras públicas inauguradas por el Gobierno de la Ciudad, tras largos años de marchas y contramarchas, y una inversión que ronda los $2.000 millones de pesos.
Hace apenas un año la obra estaba paralizada.1 La Dirección General de Recursos Físicos en Salud del Gobierno porteño había puesto fin a la relación contractual con la empresa CUNUMI S.A., adjudicataria de la obra, tras el incumplimiento de los plazos de concreción de esta. Alertada, la Mesa Comunitaria de Salud y Educación de la Comuna 1, que en 2017 impulsó esta iniciativa, exigió a Jorge Macri su inmediata puesta en marcha. No fue fácil, porque en junio de 2024, la obra registraba una subejecución del 64,2%. En paralelo, en el edificio de calle Humberto Primo, donde hasta esta semana funcionaba el Centro de Salud, los problemas estructurales alcanzaron su punto crítico cuando el 7 de julio pasado se produjo un incendio en el primer piso, poniendo en riesgo la vida de profesionales y pacientes. Tal vez esta emergencia impulsó al Ejecutivo porteño a ser precisamente eso: ejecutivo. El 2 de septiembre, Jorge Macri inauguró la nueva sede afirmando que esta obra representa el compromiso de la Ciudad con la salud pública. Por su parte, el ministro de Salud, Fernán Quirós, enfatizó en la intención de brindar espacios cómodos, accesibles y cercanos, pensados para acompañar a las personas en todas las etapas de la vida. Si tomáramos estas palabras como una declaración de principios, los funcionarios deberían asumir el desafío de retomar muchas obras similares que hoy permanecen paralizadas y abandonadas en sitios neurálgicos de la Ciudad. Un ejemplo paradigmático son los casos del Centro y Microcentro porteño, que carecen de hospitales ni centros de salud. En 2003, por impulso de los vecinos a través del presupuesto participativo y con financiamiento otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se inició la construcción de un Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) sobre la calle Viamonte, entre Rodríguez Peña y Callao. Sin embargo, pese a la relevancia del proyecto y a los recursos invertidos, han transcurrido exactamente 22 años desde entonces y la obra permanece paralizada, abandonada y olvidada.
Integración patrimonial, funcional y social
La instalación del CeSAC 15 en el edificio del ex Patronato de la Infancia (Padelai) representa una decisión que se articula en tres dimensiones: la conservación patrimonial, la adaptación funcional de un espacio público y el triunfo de la lucha colectiva.
La fachada y la estructura original del edificio fueron respetadas, en concordancia con las normativas de protección patrimonial que resguardan su valor histórico y arquitectónico. Esta preservación establece un diálogo permanente entre el pasado y el presente. Por un lado, se conserva la elegancia arquitectónica de principios del siglo XX, manteniendo elementos distintivos como columnas ornamentadas y molduras decorativas. Por otro lado, el edificio se adapta para responder a las necesidades actuales de atención médica y acción comunitaria, incorporando nuevos consultorios y espacios para salud mental y trabajo socio comunitario.
La infraestructura de la nueva sede fue diseñada con el propósito de dar respuesta a la creciente demanda de servicios de salud en el barrio y gran parte de las comunas 1 y 3. Para garantizar una atención integral, el CeSAC 15 cuenta con un equipo profesional conformado por 75 médicos especialistas en atención primaria de la salud, ginecología, obstetricia, pediatría y otras disciplinas. Adicionalmente, forma a médicos residentes. La distribución de los espacios en la planta baja responde a criterios de accesibilidad y funcionalidad. Allí se concentran las áreas que registran mayor afluencia de público, incluyendo la administración, la entrega de leche, la farmacia, el área de enfermería y el vacunatorio. También se ubican los consultorios destinados a pediatría, el sector de extracción, la sala de espera y el Salón de Usos Múltiples (SUM). El aula y la dirección, junto con las áreas de apoyo para el personal, entre las que se encuentra la sala de lactancia. Mientras que en la planta superior se concentran los consultorios de obstetricia, ginecología, odontología y atención médica indiferenciada, junto con las áreas de salud mental y trabajo social.
Además de las consultas clínicas, en este espacio se desarrollan actividades comunitarias orientadas a la promoción de hábitos saludables, el abordaje del consumo problemático, el apoyo a mujeres embarazadas, la crianza y la realización de talleres artísticos. Estas iniciativas buscan fortalecer los lazos comunitarios y aportar a la construcción de redes que enriquecen el entramado social y cultural del barrio.
Alcance, organización y lucha
El edificio del ex Padelai tiene una profunda historia social, asegura Horacio Tissera, miembro del equipo profesional del CeSAC 15 y de la Mesa Comunitaria de Salud y Educación de la Comuna 1. “Durante treinta años este fue el hogar de cerca de cien familias que conformaron una cooperativa de vivienda que logró obtener la escritura del lugar. En este proceso, se sumó a los actores del barrio que lucharon por convertir el preexistente centro de salud mental número dos en el centro de salud polivalente, es decir, que gracias a estas luchas se constituye el CESAC 15 que funcionó hasta hace muy poco en el edificio de la calle Humberto 1°”, relata.
En la década de 1990, antes de convertirse en la primera sede del CeSAC 15, el edificio de Humberto 1° funcionó como centro de salud mental comunitario. Con el tiempo, este fue adaptando sus servicios para responder a las necesidades de salud específicas de los residentes del barrio, en su mayoría provenientes de casas tomadas, hoteles o inquilinatos; entre ellas, las familias nucleadas en la Cooperativa San Telmo, que habitaban en el ex Padelai, que comenzaron a llamarlo “La Salita”. Este acompañamiento permitió al equipo de salud mantener vínculos a lo largo del tiempo, llegando a atender a niños que posteriormente se convirtieron en padres y madres, conservando así un nexo continuo con estas familias. Contexto que impulsa la transformación de “La Salita” en el CeSAC 15.
En el año 2003, el edificio del ex Patronato de la Infancia (ex Padelai) sufrió un primer desalojo violento por parte del entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. Se mantuvo tapiado y abandonado hasta 2011, cuando las familias lograron demostrar la titularidad del 70 por ciento del inmueble y volvieron a ocuparlo. 2 El 4 de enero de 2017, tras un largo conflicto entre el Gobierno de la Ciudad y la Cooperativa San Telmo, se produce el segundo y definitivo desalojo del inmueble. En simultáneo se conforma la Mesa Comunitaria de Salud y Educación de la Comuna 1, integrada por un conjunto de organizaciones sociales, con el objetivo de elaborar e impulsar un proyecto de ley que impulse la preservación y destino social del ex Padelai.
“Ante la inevitabilidad del segundo desalojo, las organizaciones sociales y el equipo del CeSAC 15 nos replanteamos el destino del enorme predio. La preocupación principal giraba en torno a que ese espacio pudiera responder de manera adecuada a las necesidades de las familias que lo habían habitado, como también a los vecinos y a todo el barrio. En ese contexto, surgió con claridad la necesidad de instalar en ese lugar el CeSAC 15, ya que el edificio donde funcionaba resultaba insuficiente, inapropiado y además presentaba riesgos para quienes asistían o trabajaban allí. Comenzó una nueva etapa de lucha por lo que, en ese entonces, parecía una idea utópica: la refacción y el traslado del Centro de Salud al predio del ex Padelai, en un contexto neoliberal, en el que el mercado cotiza el metro cuadrado en San Telmo a valores altísimos, y desafiando la tentación de los inversionistas inmobiliarios”, dice Tissera.
Trasladar el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSaC) 15 al histórico edificio del ex Padelai significaba al mismo tiempo recuperar un espacio emblemático para la comunidad, como también asegurar la continuidad de la atención sanitaria y social en el barrio de San Telmo. No fue fácil. La iniciativa popular tuvo que ser presentada al menos en dos oportunidades ante la Legislatura porteña y recién logró ser aprobada en 2021. Para entonces, ya estaba instalada en la comunidad barrial la necesidad y urgencia de trasladar “La Salita” a un espacio amplio y confortable.
“Petitorios, murales, festivales, proyectos legislativos, reuniones con el Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad, lograron instalar primero la idea. Luego, la vigilia constante del proceso y finalmente su coronación, la consagración de este éxito popular”, resume Horacio Tissera al referirse a algunas de las acciones emprendidas desde la Mesa Comunitaria para lograr que esta iniciativa se materialice. 3
La celebración estaba prevista para el día previo al comienzo de la primavera, pero el mal tiempo lo impidió. Tampoco ayudó el 27 de septiembre. “Si el clima lo permite, el sábado 11 de octubre, de 11 a 17 horas en la calle Balcarce, el 1170, celebraremos este enorme logro para la comunidad del barrio de San Telmo, luego de un muy largo proceso de lucha llevado a cabo por muchas organizaciones e instituciones del barrio, junto con su centro de salud: “La Salita”, culmina diciendo Tissera.
- Ver nota: Una obra imprescindible. https://www.periodicovas.com/el-centro-de-salud-15-una-obra-imprescindible/
- En 1991, el Municipio de la Ciudad transfirió el 70% del dominio del ex Padelai a la Cooperativa San Telmo, con el objetivo de reciclar los edificios y adaptarlos para viviendas familiares. El 30% restante se destinó a equipamiento comunitario y a la preservación del patrimonio histórico.
- Para financiar esta obra, el Gobierno porteño (gestión Larreta) dispuso la subasta de cuatro inmuebles: un jardín de infantes ubicado en el barrio de la Recoleta, una antigua casa situada en la intersección de calle Perú y Av. San Juan, el terreno donde se emplazaba la Escuela Taller del Casco Histórico, demolida para dar paso a la construcción de la segunda etapa del metrobús del Bajo, y la casona de calle Umberto Primo al 400, en el corazón de San Telmo.