«ÚNETE». Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Este año, la conmemoración del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se centra en una problemática que, aunque relativamente nueva en su manifestación, se extiende con preocupante rapidez: la violencia digital contra las mujeres y las niñas. En el 65 aniversario del asesinato de las hermanas Mirabal por el dictador Trujillo en la República Dominicana, el lema «ÚNETE para poner fin a la violencia digital contra las mujeres y las niñas» resuena con urgencia en un mundo cada vez más interconectado, donde las agresiones machistas han encontrado un nuevo espacio de expansión.
La ciberviolencia de género, como se denomina a esta forma de agresión, no es simplemente una extensión de la violencia física o psicológica que ya sufren las mujeres. Se trata de un fenómeno con características propias, potenciado por el anonimato, la rapidez de difusión y la omnipresencia de las tecnologías digitales. Esta violencia se manifiesta de múltiples maneras, desde el acoso y las amenazas en redes sociales hasta la difusión no consentida de imágenes íntimas, el cibercontrol y la suplantación de identidad.
En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, la ciberviolencia de género avanza click a click, alimentada por una cultura machista que encuentra en el anonimato de la red un caldo de cultivo perfecto para perpetuar sus agresiones. Las estadísticas revelan un aumento constante de este tipo de delitos, especialmente entre los jóvenes, donde el uso intensivo de las nuevas tecnologías facilita la comisión de estos actos.
Las consecuencias de la ciberviolencia de género son devastadoras para las víctimas. Además del daño emocional y psicológico, que puede incluir ansiedad, depresión e incluso ideaciones suicidas, las mujeres que sufren este tipo de violencia se enfrentan a menudo al aislamiento social, la pérdida de reputación y dificultades en su vida laboral y personal. La viralización de contenidos íntimos, por ejemplo, puede tener un impacto irreparable en la vida de una mujer, afectando a su autoestima, sus relaciones y sus oportunidades profesionales.
La lucha contra la ciberviolencia de género requiere un enfoque integral que combine la prevención, la sensibilización, la protección de las víctimas y la persecución de los agresores. Es fundamental educar a los jóvenes sobre el respeto y la igualdad en el entorno digital, fomentar el uso responsable de las redes sociales y promover la denuncia de este tipo de actos. Asimismo, es necesario fortalecer los mecanismos legales y policiales para investigar y sancionar a los responsables de la ciberviolencia de género, garantizando la protección de las víctimas y su acceso a la justicia.
El 25N de este año nos invita a reflexionar sobre la urgencia de abordar este problema y a unirnos en la lucha contra la ciberviolencia de género. Es hora de que las instituciones, las organizaciones sociales, los medios de comunicación y la ciudadanía en general tomen conciencia de esta realidad y trabajen juntos para construir un entorno digital más seguro y respetuoso para las mujeres y las niñas. La erradicación de la violencia de género, en todas sus formas, es un objetivo irrenunciable para construir una sociedad más justa e igualitaria.
