43° Marcha de la Resistencia

Bajo la consigna «son 30.000, es genocidio», las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora realizaron la 43° Marcha de la Resistencia en la Plaza de Mayo, durante el acto se reclamó por «apertura de los archivos de la represión» y se exigió la continuidad de los juicios de lesa humanidad.

La referente de Línea Fundadora, Nora Cortiñas, junto a Mirta Baravalle y Elia Espen, encabezaron la tradicional ronda de los jueves que se inició a las 15.30hs., alrededor de la Pirámide de Mayo, donde se leyeron los nombres de las personas detenidas-desaparecidas durante la última Dictadura cívico-militar-eclesiástica.

Nora Cortiñas aseguró que las Madres de Plaza de Mayo seguirán en las calles, como hace 47 años, unidas para lograr que los juicios a los responsables del genocidio sigan adelante y que no se detengan. Antee la asunción del nuevo gobierno electo, propuso presentar nuevos hábeas corpus para poder indagar sobre el destino de los 30.000 detenidos-desaparecidos.

«Volveremos a pujar otra vez por la verdad, memoria y justicia y lograremos que nos digan algo más de lo que nos dijeron hasta ahora», remarcó y pidió cárcel para todos los responsables genocidas, torturadores y desaparecedores de la última dictadura militar.

El 10 de diciembre de 1981, a las 15.30 hs., las Madres de Plaza de Mayo desafiaron al poder  dictatorial en una gesta épica a la que llamaron Marcha de la Resistencia.  Absolutamente solas,  circularon alrededor de la Pirámide de Mayo en forma ininterrumpida durante 24 horas. Permanentemete intimidadas por las fuerzas de seguridad, estas mujeres, rondaron durante la tórrida tarde, en la oscuridad de la noche, con la humedad del alba y bajo el sol del mediodía sin detenerse, sólo a descansar o beber agua. Sus pies acusaban ampollas, sus piernas se mostraban inflamadas, pero no cedieron hasta las 15.30 hs. del día siguiente.

Nora Cortiñas  destacó esa perseverancia y reflexionó:  «Ahora muchas estamos enfermas y aunque quisiéramos hacerlo no podríamos». Tras lo cual, convocó a los jóvenes a que «si algún día se nos ocurriera que hay que salir 24 horas, nos acompañen».

Finalmente pidió por la libertad para la dirigente social Milagro Sala que se encuentra detenida con prisión domiciliaria y reclamó por el derecho a la tierra de las comunidades indígenas y pueblos originarios.

Elia Espen aseguró que continuarán «pidiendo juicio y castigo a todos los genocidas» y pidió por «verdad y justicia para que aparezcan los bebés robados» por los represores.

«Ante los que conjugan el verbo obedecer, yo conjugo el verbo no perdono y no olvido. Qué pretenden que nos abracemos con los genocidas», reprochó y prometió que hasta su último suspiro va a continuar pidiendo que se abran los archivos de la última Dictadura militar.

Durante la conmemoración, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia organizó un panel sobre los juicios a los genocidas y la demanda histórica de apertura de los archivos de la dictadura. La actriz Cristina Banegas leyó poemas y la cantante Lidia Borda cerró el acto. Mientras que la agrupación cultural Banda del Pañuelo que intervino el piso de la plaza con la pintura de un gran pañuelo, donde los presentes se acercaron a escribir el nombre de personas detenidas-desaparecidas.

La Marcha de la Resistencia fue complementada con otras actividades significativas. A las 16:30, la comunidad peruana marchó hacia el Consulado de Perú en conmemoración del aniversario del golpe de Dina Boluarte. Posteriormente a la marcha, César Arakaki, quien fue condenado por su participación en la movilización de diciembre de 2017 en el Congreso nacional, junto a otros actores, representaron la obra teatral «Tintorero» en la Plaza en solidaridad con su petición de absolución.

Fotos: Télam

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