Esplendor arquitectónico porteño

El imponente edificio residencial, ubicado en Av. Córdoba 823, construido por los hermanos Miguel y Massimiliano Bencich y diseñado por el arquitecto francés Eduardo Le Monnier, es un claro exponente del esplendor arquitectónico porteño de la década de 1920.

El edificio se implanta en un lote de esquina asimétrico, destacándose su fachada sobre la Avenida Córdoba, una arteria principal que le confiere gran visibilidad y protagonismo en el paisaje urbano. Su volumetría se organiza claramente en tres elementos fácilmente legibles: dos bloques periféricos y un bloque central, cada uno con circulación vertical propia, accesible desde amplios corredores en planta baja. La estructura se divide en varias secciones marcadas por importantes cornisas: el basamento ocupa la planta baja y el primer piso, rematado por una cornisa que da paso a los siguientes seis pisos, los cuales a su vez se coronan con una nueva cornisa. Los últimos seis niveles se ornamentan con profusión y de manera escalonada, lo que realza su verticalidad a medida que gana altura, destacándose también la presencia de torres que emergen en cada bloque a partir del piso noveno.

El Edificio Bencich no es simplemente una construcción aislada, sino parte de un legado arquitectónico y empresarial que los hermanos Bencich dejaron en Buenos Aires. Originarios de Croacia, Miguel y Massimiliano se convirtieron en prominentes constructores en la ciudad, emprendiendo diversos proyectos emblemáticos tanto para su explotación propia como en alianzas con prestigiosas compañías y arquitectos de la época. Entre sus obras más destacadas se encuentra el Edificio Bencich, situado en la intersección de Diagonal Norte, Florida y Bartolomé Mitre, frente a la histórica sede del Bank Boston. Edificado en 1928, ese edificio fue una referencia de avanzada, con materiales lujosos como maderas nobles, mármoles veteados y decenas de lámparas de bronce que aún hoy evocan la opulencia de aquel tiempo.

No obstante, el Edificio de Av. Córdoba 823 mantiene su independencia arquitectónica y funcional, aunque también comparte el alto estándar de calidad y diseño característico de la empresa Bencich Hermanos. Ocupa una superficie aproximada de 832 metros cuadrados, y está dividido en tres bloques con entradas independientes situadas en Córdoba 807, 817 y 827 respectivamente. En su planta baja y entrepiso alberga locales comerciales, siendo especialmente importante el ubicado en la ochava, un espacio tradicionalmente valorado en la ciudad para los negocios por su visibilidad y accesibilidad.

En cuanto al uso, el edificio se ha mantenido como vivienda, con numerosos departamentos distribuidos a lo largo de sus 13 pisos, cada bloque contando con su propio ascensor y una escalera de caracol. Las torres que destacan en la parte superior no son solo detalles ornamentales, sino que también contienen unidades habitacionales, lo que da una singularidad extra al conjunto. El edificio expresa con su gran volumen y su tono rojizo de las torres un sello distintivo del eclecticismo porteño que combina la sobriedad académica con la elegancia ornamental.

Cabe destacar que el arquitecto Eduardo Le Monnier, formado en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de París, fue el artífice de esta grandeza estructural y estética. Le Monnier tuvo una colaboración estrecha con los Bencich, plasmada igualmente en otras obras notables como el ya mencionado edificio en Diagonal Norte. Su interpretación del academicismo en este edificio supo combinar funcionalidad, monumentalidad y un detallado trabajo ornamental, dejando una de sus obras maestras en el ámbito residencial porteño.

El Edificio de Renta Bencich Hnos. se inserta así en la memoria urbana no solo como un testimonio arquitectónico, sino también como un símbolo de la pujanza económica y cultural de Buenos Aires en los años 20 y 30. Su construcción evidencia la importancia de los hermanos Bencich como artífices del crecimiento edilicio de la ciudad, y su diseño revela la influencia europea sobre la arquitectura local, manifestada en la adopción del academicismo y sus elaborados detalles ornamentales.

A pesar del paso del tiempo y de las transformaciones del entorno urbano, el edificio mantiene su carácter residencial y sigue siendo un hito destacado en la Av. Córdoba, un pulmón arquitectónico que conecta pasado y presente. La imagen histórica de 1930, en la que se puede ver el edificio Bencich dominando el paisaje antes de llegar a la calle Esmeralda, es prueba de su impacto y relevancia en la configuración del skyline porteño.

Más allá de su función habitacional, esta construcción representa la historia de una familia de inmigrantes que supo dejar su impronta en la ciudad y la de un arquitecto que, con talento y formación, supo dar vida a una obra que ha trascendido generaciones. El Edificio de Renta Bencich Hnos. es, sin lugar a dudas, una pieza fundamental para comprender la evolución arquitectónica y urbana de Buenos Aires, emblemático de una era en la que la arquitectura académica fue sinónimo de prestigio y modernidad.

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