Barrios vulnerables sin protocolo sanitario

Mudanzas durante la cuarentena, falta de agua potable y ausencia de un protocolo sanitario especial para asentamientos fueron los principales temas de una reunión sostenida hoy entre legisladores y legisladoras de la Ciudad con  el secretario de Integración Social y Urbana del Barrio 31, Diego Fernández, en el marco de la crisis por Covid-19.

Durante una reunión virtual con la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña, Fernández afirmó que «hoy no hay reclamos por falta de suministro en ninguno de los 11.000 hogares y comercios» del Barrio 31″. 

Luego informó que «hace 15 días se retomaron las obras que se habían interrumpido por la cuarentena» y que se está «terminando la conexión (de la red interna del barrio) con los caños troncales» de AySA.

Por el contrario, los  legisladores y las legisladoras del Frente de Todos (FdT), como también del Frente de Izquierda (FIT) afirmaron que continúan recibiendo denuncias de los vecinos por la falta de agua.

«En este momento, las manzanas 12, 33 y 35 no tienen agua», dijo Santiago Roberto (FdT), y luego hizo otros cuestionamientos al decir que «el 85 por ciento de los comedores no reciben la cantidad de alimentos requeridos» y que a «más de 50 días» de iniciada la cuarentena «no hay un protocolo específico para los barrios vulnerables» porteños.

El Barrio 31 «es el principal foco de contagio de la ciudad, con una tasa de contagiosidad muy por encima de la media nacional», dijo el diputado Juan Manuel Valdés (FdT), y su compañero de bloque Javier Andrade expresó que allí los casos positivos de Covid-19 «se duplican cada cuatro días».

Hasta ahora se reportaron más de 570 casos de coronavirus en el Barrio 31, donde, según datos oficiales, viven unas 40.000 personas.

En este sentido, y tomando en cuenta las características de este y otros barrios populares, el diputado Gabriel Solano (FIT) advirtió que allí «se debería hacer el test a todas las personas que tuvieron vínculo con quienes dieron positivo, aunque no tengan síntomas».

Por otro lado, cuestionó que los casos positivos y los que esperan el resultado de los testeos «son trasladados juntos en micros escolares».

La diputada María Bielli (FdT) preguntó «dónde pasan la noche los que esperan el resultado del hisopado», ya que varios habitantes del barrio denunciaron haber pasado la noche en los pasillos de los hospitales «sin una frazada y sin poder higienizarse».

Sobre este punto, Fernández dijo que para los casos positivos «hay dos opciones: los casos leves son alojados en hoteles y los moderados o graves permanecen en el hospital».

Respecto a los traslados, dijo que los micros escolares que se utilizan están adaptados para «minimizar contagios», ya que pueden viajar «como máximo 10 personas a la vez y respetando la distancia de dos metros», y que los vehículos «son desinfectados después de cada viaje».

La diputada Bielli también preguntó sobre las «mudanzas forzosas» de algunas familias que se realizaron durante la cuarentena.

Farnández, por su parte, respondió que «todas las mudanzas tienen efectos sanitarios positivos», ya que se están reubicando a familias que vivían en el «bajo autopista y en condiciones de hacinamiento» hacia viviendas con «más ventilación y sistema de calefacción», siempre dando prioridad a «grupos familiares con adultos mayores o con comorbilidades».

Nada de lo que afirma el funcionario cobra vida sobre el territorio donde se asientan los barrios vulnerables. Ante la falta de reflejo o indiferencia  de la administración porteña, un conjunto de organizaciones a gestar un protocolo de actuación ante el coronavirus en villas y asentamientos. La premisa es que esta población no puede abordar las medidas de prevención de forma similar al resto de los barrios de la ciudad, sino que requiere de acciones que respondan a características, especificidades y necesidades que los son propias.

El protocolo sugiere un plan de acción barrial. Propone identificar a una autoridad sanitaria para que coordine y monitoree la aplicación de las pautas de prevención. Dispone crear un comité de crisis interministerial. Aconseja  conformar otras formas de control y seguridad e higiene. Pone acento en la circulación de información certera y de calidad a través de diferentes espacios de comunicación. Recomienda brindar contención psicológica y asegurar el acceso a Internet como recurso para acceder a derechos ciudadanos. Aconseja brindar alternativas a la vivienda en caso que la permanencia en las mismas suponga un riesgo para las personas en situaciones de violencia de género. Exhorta que se garantice el acceso al agua, a la alimentación y a los circuitos de cuidados.  Sugiere optimizar la acciones de cuidados y los circuitos de derivación para grupos de riesgo. Exige la provisión de insumos básicos de limpieza en los espacios comunitarios. 

La propuesta fue presentada esta semana a autoridades nacionales y locales, las organizaciones sociales que trabajaron en este protocolo,  aguardan ser convocadas por el Ministerio de Desarrollo Humano de la Ciudad. Mientras tanto  la curva de contagios asciende minuto a minuto entre la población estos territorios porteños desprovistos de buenos aires.

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