Flor de una Ilusión, el disco solista de Edith Scher

Interpretando temas de autores como Bola de Nieve, Silvio Rodríguez, George Moustaki, Rubén Rada, entre otros, y con el acompañamiento de la cantante Lida Borda, Alejandro Nuin en flauta traversa, Claudia Kuttenplan en clarinete bajo, Julio Locatelli en acordeón y Waldemar Garín en violín, Edith Scher presenta, Flor de una Ilusión, su primer disco solista. La cita es el próximo miércoles 9 de noviembre a las 21 hs, en el Club Social Cambalache de calle Defensa 1179 en el barrio de San Telmo.

Flor de una Ilusión es una bella recopilación de canciones de amor que la música, compositora, crítica de arte, actriz y cantante siente que la constituyen: «Sus versos están habitados por el jardín de mi casa de la infancia, por las miradas entrañables de mis padres, por los amores que tuve. Fui armando el repertorio muy de a poco. Una canción trajo la otra y lentamente apareció el mundo. Un universo heterogéneo, difícil de agrupar, salvo por el hecho de que todos los temas que lo integran tienen que ver con el amor. Durante todo el proceso buceé en mi memoria e intenté detectar aquello que me resonaba fuertemente como parte de mi identidad», expresa Scher, que dedica este disco a su este disco a su madre y a su padre recientemente fallecidos: «Ellxs están en cada nota, en cada palabra, en cada bocanada de aire que respiro».

Hace exactamente 20 años, Edith Scher fundó el grupo de teatro comunitario Matemurga de Villa Crespo, con el que estrenó La caravana, Zumba la risa, Herido barrio y codirigió, con Emilia Goity, Falta el aire. Escribió, compuso y arregló la mayoría de las canciones los espectáculos de Matemurga y dirigió la grabación de los 4 discos del grupo.

«Siempre canté. La música forma parte de mi cotidianeidad desde la cuna. Dediqué 20 años de mi vida, y lo seguiré haciendo, a dirigir teatro comunitario, una maravillosa práctica en la que cantar es parte medular. Armé arreglos, ensayé cientos de canciones con mi grupo de 80 vecinxs y con vecinxs de otros lugares, cercanos y lejanos, en Argentina, en Latinoamérica, en Europa. Grabé discos que contienen la música de esos espectáculos. Pero nunca, hasta hoy, había concretado la grabación de un disco solista. Es la primera vez que asumo el riesgo de cantar sola. Tal vez sea una consecuencia natural de esa estrecha relación que tengo con el canto. No lo sé. Descubro que cuando una cree que la vida ya está trazada, aún hay mucho por descubrir y recorrer», sintetiza.

A partir de esta experiencia, desde 2009 dicta talleres de teatro comunitario y llevó a cabo experiencias de dirección en Holanda, España, Portugal y Cuba. En 2011 publicó el libro Teatro de vecinos, de la comunidad para la comunidad, desde entonces ha participado como cronista y crítica teatral en distintas publicaciones del exterior. En 2o20, durante la pandemia, comenzó a gestar la idea del disco solista y encontró eco en su maestra de canto, Lida Borda.  «Fue ella quien me alentó a continuar, más tarde, el encuentro con el guitarrista y productor Martín Telechanski hizo posible que este sueño se concretara», finaliza diciendo Scher.

Foto de portada: Ricardo Valenzuela

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