Isauro Arancibia: cómo ganarle al Metrobús

por Antonio Lizzano

La escuela pública Isauro Arancibia, ubicada en Paseo Colón 1318, se dedica a resocializar pibes en situación de calle. Es histórica y reconocida por su tarea. Pero desde que el Pro gobierna la Ciudad de Buenos Aires, sufrió varios embates.
A principios de octubre se supo que el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez, confirmó que por la construcción del Metrobús de Paseo Colón se procedería a demoler parte de la escuela Arancibia. La escuela hacía poco que fue remodelada, a partir de una inversión de 12 millones de pesos. El funcionario Méndez adelantó que no se comenzaría con la obra del Metrobús hasta que la escuela no estuviera instalada en un edificio nuevo. Ya en julio, Horacio Rodríguez Larreta había anunciado que el GCBA iba a trasladar la escuela Arancibia, sin precisar su nueva ubicación.
La mudanza sin destino parecía inminente cuando el juez Andrés Gallardo ordenó al Gobierno porteño que no demuela el edificio de la institución educativa. Al respecto, la asesora tutelar Mabel López Oliva interpuso, precisamente, un amparo que recayó en el juzgado del magistrado citado.
El juez, en ese sentido, destacó: “No puede soslayarse que a las obras del establecimiento se le ha destinado ya la suma de 12.880.889 pesos, por lo que permitir sin más su demolición a escasos días de haber finalizado la obra no parece en esta instancia un asunto soslayable, ya que implicaría la pérdida irreversible de dicha inversión monetaria con el consiguiente daño al patrimonio y al erario público”.
“Corresponde acceder a la pretensión ad cautelam requerida a fin de salvaguardar el derecho a la educación, a la salud, a la vida y a la dignidad de los docentes y niños que concurren al centro Isauro Arancibia”, destacó Gallardo en su medida cautelar, en la que le ordenó al Gobierno macrista que “se abstenga de reducir o demoler total o parcialmente, el edificio sito en la Avenida Paseo Colón 1318 donde hoy funciona el Centro Isauro Arancibia y garantice el funcionamiento de la totalidad de la escuela en el edificio actual, en condiciones educativas (pedagógicas y edilicias) adecuadas. Ello, hasta tanto se resuelva en contrario”.

Santa Rosa, sumar a lo público

El colegio Santa Rosa, ubicado en Rosario 638 (y San Ireneo), pleno Caballito, cerró sus puertas a fines de 2012. Era una institución educativa tradicional de la zona, pero ni los abrazos simbólicos de su comunidad, ni las reuniones en el ministerio de Educación de CABA lo salvaron del cierre.

Más acá en el tiempo, en septiembre, el legislador de Bien Común (BC), Gustavo Vera, presentó un proyecto de ley para crear un colegio público en el terreno que ocupaba el Santa Rosa, ante el déficit de establecimientos educacionales en esa zona de la Ciudad.

“Nuestro proyecto busca que el terreno donde estaba el ex colegio Santa Rosa, que cerró sus puertas en 2012, pase a ser la base de un colegio público. Eso es muy importante para cinco comunas de la ciudad de Buenos Aires, porque Caballito tiene varios colegios que están instalados en solo dos edificios. El Normal 4, el Liceo 2 y el Colegio de Profesores comparten el edifico en tres turnos y hay 750 personas entre alumnos, administrativos y profesores”, detalló el titular de la ONG La Alameda.

El legislador Vera recordó que durante las dos gestiones del Pro, la de Mauricio Macri y la de Horacio Rodríguez Larreta, “el Gobierno porteño se desprendió de 220 hectáreas de tierras públicas de la Ciudad. Son 220 manzanas que equivalen a 2.200.000 metros cuadrados, que fueron vendidos o concesionados por 20 ó 30 años. Planteamos que la Ciudad compre esos 6.500 metros cuadrados en Caballito, porque en verdad puede hacerlo para esta necesidad que es urgente”.

La iniciativa fue acompañada por los legisladores Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica y presidente de la Comisión de Educación), Lorena Pokoik García (Frente para la Victoria), Gabriel Fuks (Frente para la Victoria), Adrián Camps (Partido Socialista Auténtico) y Natalia Fidel (Suma +).

 

 

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