La Ley de Bases atenta contra las mujeres

por Cristina Peña

La Ley Bases , impulsada por el actual presidente Javier Milei, no solo beneficia a empresarios amigos y grandes grupos económicos, sino que también quita derechos fundamentales al pueblo trabajador, especialmente a las mujeres.

Entre los aspectos más controvertidos del proyecto de Ley de Bases que se discutirá este miércoles en el Senado se encuentra la derogación de la Ley N° 27.705 (artículo 277). Esto significa que los senadores que voten a favor de esta ley estarán respaldando la eliminación de la última moratoria previsional. En la práctica, esto implica un aumento de la edad de jubilación para las mujeres, de los 60 a los 65 años.

Históricamente en el mundo, pero más particularmente en Latinoamérica, África, Asia y en especial en nuestro país, las mujeres se han visto expuestas a condiciones laborales precarias, con salarios más bajos, informalidad en el empleo y mayores cargas de tareas domésticas no remuneradas. Este síntoma se ve reflejado en las estadísticas de jubilación, donde 9 de cada 10 mujeres logran acceder a su jubilación a través de la moratoria previsional.

La moratoria previsional es una herramienta crucial para que las mujeres puedan jubilarse en igualdad de condiciones que los hombres, ya que les permite computar años de trabajo no registrados o con aportes insuficientes. Sin embargo, la eliminación de esta moratoria, que plantea la Ley de Bases, cuyo tratamiento está en manos del Senado nacional, afectará gravemente a las mujeres que han dedicado gran parte de su vida al trabajo doméstico no remunerado.

La Ley de Bases impugna el derecho de las mujeres a acceder a una jubilación digna, a partir del planteo de medidas que atentan contra la igualdad de género, ya que no toma en cuenta las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres en el mercado laboral.  Por otro lado, al aumentar la edad jubilatoria y eliminar la moratoria previsional, se está poniendo en riesgo el bienestar económico de miles de mujeres y diversidades, exponiéndolas a la precarización y la discriminación.

Las mujeres seguimos enfrentando dificultades significativas en el ámbito laboral, siendo las más afectadas por la precarización del empleo. La informalidad, la disparidad salarial, el aumento del desempleo en tiempos de crisis económica y la carga del trabajo doméstico no remunerado son algunas de las características que perpetúan esta desigualdad. Estas condiciones adversas hacen que para la mayoría de las mujeres sea prácticamente imposible cumplir con los requisitos necesarios para acceder a una jubilación, incluso la mínima. La realidad muestra que el alto grado de informalidad laboral afecta a casi 4 de cada 10 trabajadores asalariados, y aproximadamente el 80% de los nuevos jubilados son mujeres, en su mayoría como resultado de la moratoria, debido al trabajo no registrado y a las tareas no remuneradas en el hogar o de cuidado. La propuesta gubernamental de eliminar la moratoria e incrementar la edad mínima jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años, junto con la reducción del haber mínimo al 80% del garantizado, plantea desafíos adicionales para las mujeres en términos de igualdad y seguridad financiera en la vejez. Es fundamental abordar estas problemáticas con medidas que promuevan la equidad de género en el ámbito laboral y prevean un sistema de jubilaciones más justo y accesible para las mujeres.

Entre el compendio de todos los males que la Ley Bases representa, la quita de la moratoria jubilatoria, sumada a la extensión de la edad para acceder a este beneficio, representa un claro ataque a las mujeres trabajadoras de nuestro país, que ven amenazados sus derechos y su capacidad para acceder a una jubilación digna.

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