Las Relaciones Satélite

Lic. Silvana Santoro

¿Por qué él siempre tiene que hacer algo más importante que estar conmigo? Esta pregunta planteada por muchas mujeres encubre una situación de malestar. Como contrapartida, sería interesante preguntar: ¿Alguna vez me permito hacer algo más importante que estar con él?Culturalmente, a la mujer le ha sido vedada la posibilidad de conectarse con sus propios deseos y concretarlos. El pretexto de que la mujer “nació para ser madre” hace que, muchas veces, adquiera una actitud de renuncia innecesaria a lo personal. Esto lleva a que la mujer esté más atenta a lo que el otro hace o siente, que a lo que ella quiere hacer o sentir. Así la mujer se cosifica. Y al tratarse a sí misma como una “cosa”, el otro no la puede ver como un sujeto. Cuando las cosas no tienen vida propia, tampoco tienen movimiento y se quedan en el mismo lugar. Y si algo está “siempre en el mismo lugar” suele darse el fenómeno de “dejar de verlo”.

Esta posición, a la que denomino “satélite” por el hecho de girar en torno al otro, deriva en una actitud “quejosa” de reclamo permanente. La queja termina transformándose en un ruido que por repetitivo deja de ser escuchado. Lo cual incrementa el malestar sin que provoque ningún cambio en el otro. En una oportunidad, un marido, cansado de los reclamos de su mujer, le dijo: “bueno, cada uno elige, yo no tengo la culpa de ser tu hobbie”.

¿Qué sucede en una pareja cuando se llega a este tipo de situaciones? ¿Significa que uno ama más que el otro? En algunos casos puede ser. Pero en general, la dificultad de la mujer para conectarse consigo misma, impide que sea capaz de generar intereses propios. Como contrapartida, se incrementa de la dependencia y la necesidad de estar con el otro. Así, la mujer va minando la propia estima y la sensación de insatisfacción, de perdida de sentido o de vacío, aumenta. Lo cual es probable que afecte el vinculo de la pareja. El hombre, que no tiene esta dificultad personal, no va a manifestar este malestar, pero sí estará involucrado en lo atinente a las dificultades de la pareja.

Muchas veces el hombre contribuye a que la mujer quede instalada en esa posición, y quizás hasta dificulta que pueda producirse un cambio. “Tener un satélite propio” seguramente proporciona algunos beneficios que no está dispuesto a perder. Después de todo él también está inmerso en una cultura y sufre sus influencias, con o sin conciencia de ello. Es bastante frecuente creer que lo cultural es lo natural.

Resulta fundamental darse cuenta de que para poder estar en armonía en una relación de pareja, lo primordial y prioritario es estar bien consigo mismo. Y es responsabilidad de cada uno tratar de lograrlo y trabajar en las dificultades personales que puedan impedirlo.