Marcha del Orgullo

Miles de personas participaron de la Marcha del Orgullo por la Avenida de Mayo, desde la Plaza hasta el Congreso, para reclamar la sanción de una ley anti discriminación y políticas de protección y contención a transexuales y travestis.

Policías, obreros de la construcción, unicornios rosas y reinas de belleza bailaron en la Plaza de Mayo debajo de la lluvia, jugaban al carnaval con espumas y purpurina. Media docena de camiones convertidos en discotecas móviles cubiertas con banderas de todos colores eran el eje de la movilización y las plataformas desde las que se animaba a los participantes a sumarse a distintas coreografías.

Daniela vino con su novia desde Morón y ambas eligieron vestirse como personajes de animé japonés, “empezamos a salir el año pasado cuando terminábamos el colegio y,  como es nuestro primer aniversario, decidimos venir a celebrar”, dice.

“En mi casa yo ya me había asumido pero nunca había llevado a nadie, así que fue todo un proceso que mis viejos acompañaron re bien y nos bancaron cuando quisimos blanquearlo en casa de ella”, agregó.

Camila, con un vestido escotado rojo, medias de red y uno tacos que le daban casi dos metros de altura,  dice: “yo siempre me identifiqué trans y había buscado mis amigos dentro de la comunidad, porque me costaba acercarme a parte de mi familia que me veía como un bicho raro; había tíos y primos con los que compartí la infancia y que cuando empecé a vestirme con ropa de mujer comenzaron a evitarme”.

“Comencé a venir a las marchas en la época de la sanción del matrimonio igualitario porque con un grupo de amigas nos dimos fuerza la una a la otra para venir, y encontrarnos con tanta gente en la lucha no sólo nos alegró; a mí me dio más fuerza para plantarme sin culpa ni vergüenza y tratar de recomponer relaciones personales que había dejado de lado”, agregó.

Martín Cannevaro, dirigente de “100 % Diversidad y Derechos”, señaló: “esta es una edición muy especial de la marcha porque ya son 25 años en la calle reivindicando el Orgullo, que es lo que se opone a la vergüenza con la que algunos sectores querían que se viviese la diversidad”.

“Estos fueron muchos años de luchas y conquistas pero todavía hay muchas cosas pendientes; es necesario que el congreso apruebe una ley anti discriminación, para que el acceso a los derechos no se vea sujeto a la identidad sexual que cada uno elija asumir, también es necesario que sean efectivas las políticas para que el colectivo trans no siga siendo uno de los más golpeados por la violencia de género”, agregó.

“La lucha de #NiUnaMenos hizo posible la creación de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), que es la oficina judicial que atiende los casos de violencia contra los trans; esta fiscalía desaparece en el proyecto de reforma del ministerio Público y nosotros estamos convencidos que es un error que se debe corregir, vamos a luchar para defenderla”, completó.

Cesar Cigliutti, dirigente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), expresó: “a los que estamos en la organización de la marcha del Orgullo desde la primera hace 25 años ver que hoy acá hay pibes que quizás sus padres ni se conocían cuando hicimos la primera nos conmueve particularmente”.

“Este año además se cumplen 20 años de la muerte de Carlos Jáuregui que fue uno de los pioneros de la reivindicación pública de nuestros derechos; por eso este año el camión de la CHA lleva su imagen”, dijo y añadió: “Traemos la reivindicación de una ley anti discriminación que favorezca la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, y también exigimos que haya políticas efectivas para que las trans dejen de ser víctimas constantes de crímenes de odio y violencia de género”.

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