Prácticas laborales obligatorias en las escuelas públicas porteñas

¿Qué son y quiénes se benefician?

por Federico Coguzza

Jueves 9 de diciembre de 2021. Apenas veinte minutos pasaron de las 8 de la mañana y en el patio de la escuela Evita de Parque Patricios, donde funciona un Ciclo Básico de Formación Ocupacional, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta junto a la ministra de Educación Soledad Acuña y otros funcionarios anuncian que los y las estudiantes de quinto año deberán realizar prácticas laborales obligatorias.

Lo anuncian en un patio casi desierto, frente a un público reducido, de pie y micrófono en mano. Sin embargo, muchas son las cámaras que los enfocan y muchos son los canales que lo transmiten en vivo. “Lo que queremos es que cada estudiante tenga un horizonte más claro hacia dónde le gustaría caminar en su futuro. Estas prácticas van a ser claves para el futuro porque combinan el saber que construyen en la escuela con el hacer en las prácticas. Pensamos estudiantes del futuro porque pensamos una escuela del futuro”, dirá el Jefe de Gobierno. “Para nosotros la educación es la prioridad número uno. Siempre vamos a poner la educación por delante de todo”, dirá la ministra de Educación.

Martes 16 de agosto de 2022. En la Escuela 11 del barrio de Barracas falta M. También faltará al comedor comunitario “Trencito de Vida” de la Villa 21-24. El viernes por la mañana se descompensó en plena clase. Las autoridades llamaron al SAME, pero la ambulancia jamás llegó. Sus padres la retiraron. El lunes su estado se complicó e ingresó a la guardia del Hospital Penna. Al rato murió.

“Hoy estamos atravesades por el dolor, la impotencia y la bronca frente a la pérdida de una niña de nuestra escuela, consecuencia de la ausencia y la desidia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que sistemáticamente vulnera los derechos de nuestres pibis”. Así comienza el comunicado “Hoy nos falta una niña en nuestra escuela” compartido por los docentes de la institución.

M. era alumna de la escuela desde el año 2017, cuando comenzó primer grado. Debido a una situación de vulnerabilidad manifiesta, desde la institución se pidió la intervención del Equipo de Orientación Escolar (EOE). “Los recursos y las herramientas que debería haber proporcionado el Gobierno de la Ciudad para acompañar a la niña y a su familia, nunca fueron suficientes, y en algunos casos inexistentes. Fueron 6 años los que transitó en nuestra escuela. Seis años en los que el Estado estuvo ausente, en los que sólo se obstaculizaron los intentos por intervenir frente a tanta vulnerabilidad e injusticia”, aclara y denuncia el documento.

Entre el anuncio del Jefe de Gobierno y la muerte de M. pasaron 8 meses. Por un lado, un discurso lleno de slogans, que sitúan a la educación en un lugar fantasmal de prioridad, que proclaman una idea positiva de futuro que choca con la realidad de un presente colmado de incertidumbres, hijas de las políticas educativas que ellos mismos ejecutan. Por el otro, la comunidad educativa, siempre inconsulta, en escuelas deterioradas, con reformas en sus condiciones de trabajo, sin vacantes, obligada a trabajar gratuitamente y abandonada hasta el último aliento.
Educación: variable de ajuste y especulación electoral

Un día antes del anuncio de Larreta y Acuña sobre las prácticas laborales obligatorias, en la Legislatura porteña se aprobó el presupuesto para la Ciudad de Buenos Aires 2022. Con la excusa de la quita de Coparticipación dispuesta por el Gobierno nacional, el Ejecutivo porteño adjudicó a Educación un presupuesto de contingencia idéntico al de 2021. “Como viene sucediendo durante los últimos 14 años, la Ciudad ratifica su decisión de continuar priorizando la inversión en áreas sociales. Del total del presupuesto 2022, Educación es el área que mayor participación presenta con el 19,5%, contra un 18,7% del año anterior”, afirmaron.

Mientras anunciaban un aumento del 1% en el presupuesto de Educación, las estadísticas daban cuenta que en los últimos 10 años el mismo sufrió una pérdida del 14% en términos reales, sin contemplar el contexto inflacionario en el que el país se encuentra inmerso y que su participación en el gasto total se redujo en casi 5 puntos, pasando del 23% al 18%.

Al respecto, Amanda Martín, Secretaria General de Ademys, afirmó en diálogo con Periódico VAS: “Las últimas medidas llevadas adelante por el Jefe de Gobierno y la propia ministra de Educación son, por un lado, variables de ajuste, pero también recogen una cierta especulación electoral, ya que se manejan con encuestas y de alguna manera quieren disputar una base electoral con otro sector más de derecha que está al interior de Juntos por el Cambio o con el grupo de Milei. Y por el otro, de corte: atacando fundamentalmente a la educación pública y a los docentes, responsabilizándolos de la crisis educativa y no haciéndose cargo de las políticas educativas que lleva adelante hace mucho el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires”.

A cualquier lado, pero a laburar gratis
Para este año, las prácticas laborales incluyen a 29.400 estudiantes de 442 establecimientos educativos, de los cuales 11.250 alumnos y alumnas pertenecen a 116 escuelas de gestión estatal y 18.150 de gestión privada. “Para los chicos es una muy buena experiencia moverse en situaciones a las cuales no están acostumbrados. Además, seguimos dando el mensaje de la cultura del trabajo. Y se van a capacitar en aspectos muy puntuales dentro de espacios de trabajo”, sostenía Larreta durante el anuncio, para luego agradecer a las empresas Pampa, a Accenture, a Stamboulian.

Periódico VAS dialogó con alumnos y alumnas que están viviendo la experiencia y las palabras del Jefe de Gobierno no encuentran correlato. Tal es el caso de Ramiro Orgueira, alumno de 5to año y secretario general del centro de estudiantes del Liceo 9 “Santiago Derqui”: “A mí me tocó ir a Infobae. La verdad es que adentro de la empresa la gente es buena onda, pero realmente no había ningún tipo de programa que vos digas esto se relaciona con los contenidos, acá estoy aprendiendo esto. No hacíamos prácticamente nada, o tareas improvisadas. Pregunté si no tuvieron que presentar algún programa o cronograma y se nos reían en la cara. En definitiva, una situación de buen trato y ningún aprendizaje”.

Guiliana Quadarella, alumna del Normal 8, le dijo a Periódico VAS: “Creo que hace tiempo pedimos un buen futuro para nosotros, acceder al trabajo es un reclamo permanente incluso, y el Gobierno de la Ciudad lo interpreta de manera inconsulta, y al hacerlo nos precipita a trabajar sin que eso tenga relación con lo que estudiamos y sin recibir nada a cambio. Básicamente es un “¿Quieren laburo? Acá lo tienen”. Son prácticas en cualquier lugar. En cambio, una pasantía paga en un lugar orientado a lo que estudiás suena totalmente distinto. Y en los casos que se da, no hay desde lo pedagógico ningún sustento”.

Por su parte, Amparo López, estudiante de 5to año y presidenta del Centro de Estudiantes del IES en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández” afirmó “Los cursos introductorios eran más que nada de educación financiera, y uno piensa que son contenidos que pueden servir en la currícula de 5to año. El movimiento secundario siempre ha reclamado que debe haber un vínculo entre escuela y lugares de trabajo. Pero si no existe pedagogía, y lo que se hace es atrasar y destruir la cursada de los pibes, no sirve. Y se transforma en una política de marketing. La infraestructura en las escuelas está deteriorada, las viandas son un desastre, pero hacen negocios con empresas para que nosotros trabajemos gratis y sin ningún tipo de relación con nuestros recorridos”.

Para Amanda Martín: “Las pasantías educativas han sido correctamente rebautizadas por los estudiantes como pasantías truchas” y agrega “son una descalificación educativa, porque no tienen que ver con la educación y mucho menos tiene que ver con, porque así lo presentaron, la generación de empleo. Al día de hoy no conocemos que haya ningún tipo de generación de empleo”.

En esa línea y a modo conclusión, se inscriben las palabras de Ramiro: “El balance es negativo porque me parece que es una política que no está aplicada para que sea efectiva y para que realmente haya una inserción al mundo laboral sino para poder venderla en los medios de comunicación, que es lo que sucedió con el lenguaje inclusivo, las horas libres, la medida de los planes sociales y las faltas. Son todas políticas que están más orientadas a los medios de comunicación y distan de interpretar las demandas de los estudiantes porque no las conocen, porque no están presentes en los colegios, porque le sacan autoridad a los propios docentes y autoridades de los colegios y básicamente porque son inconsultas. Reflejan un orden de prioridades electoral y mediático”.

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