Santiago Maldonado / desaparecido en democracia

Cinco de la tarde en Plaza Congreso, el rostro de Santiago Maldonado se reproduce en cientos de carteles. En un semicírculo su hermano Germán, sus familiares y sus amigos improvisan una ronda de prensa. Como un estigma, llevan la señal de la incertidumbre marcada en la frente. Hace seis días que Santiago está desaparecido. Hace seis días que el Estado no da respuesta. «Desde que no tenemos noticias de mi hermano no vivimos. Mi madre está destrozada. Nosotros estamos destrozados. Lo único que sabemos es que los gendarmes entraron a la comunidad por la fuerza. Apalearon, dispararon y arrastraron todo lo que tenían enfrente. Luego rodearon a Santiago, lo golpearon y lo subieron a una camioneta. El Estado es responsable”, repite una y otra vez Germán cada vez con más bronca, cada vez con más fuerza, cada vez con más angustia.

Santiago Maldonado es un joven de 28 años que está desaparecido desde el 1º de agosto, cuando 100 efectivos de la Gendarmería nacional ingresaron por la fuerza al territorio de la comunidad mapuche del Pu Lof de Cushamen en la provincia de Chubut. Durante el  operativo, dispararon balas de plomo y de goma sobre mujeres y niños, quemaron objetos pertenecientes a las familias y detuvieron a tres miembros de la comunidad.  
El joven fue visto por última vez cuando huía de la persecución de los gendarmes. Algunos miembros de la comunidad, aseguran que escucharon a los gendarmes decir que habían agarrado a uno. Otros testimonios afirman que vieron como un grupo de gendarmes golpeaban a un joven maniatado y luego lo cargaban en una camioneta de la Gendarmería. 

Ante la desaparición de Santiago Maldonado, el Cels presentó el sábado un pedido de “acción urgente” ante el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la Organización de Naciones Unidas para que el Estado argentino se comprometa a encontrarlo y responda por su vida. También se presentaron habeas corpus para que el Estado responda dónde está.
Tras seis días de silencio, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, respaldó el accionar de la Gendarmería y puso en duda que el joven haya estado en el lugar cuando ocurrió el desalojo. “No tenemos indicios de que Santiago haya estado ahí porque estaban todos encapuchados”, expresó en declaraciones a la prensa. Luego, dando cuenta del poco interés sobre el paradero del joven, la funcionaria cometió, no un furcio sino una aberración, cuando dijo: “hemos pedido recompensa por Maldonado”.

El periodista Darío Aranda, que investiga el secuestro y desaparición de Santiago Maldonado, publicó en las redes sociales que el defensor público federal Fernando Machado denunció que las camionetas de gendarmería fueron lavadas previo a ser peritadas, lo que da indicios de que existió una desaparición forzada.

El lunes 7 de agosto, el Encuentro, Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ), el Cels, la Correpi y distintos organismos defensores de Derechos Humanos realizaron un acto frente al Congreso nacional por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Donde, además, se exigió la renuncia de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

Germán Maldonado, fue el primero de los oradores. Luego de agradecer la solidaridad de quienes hicieron propio el reclamo de la aparición con vida de Santiago, describió a su hermano como una persona que admira la vida armónica de la comunidad mapuche con la naturaleza. “Él quiere vivir sanamente sin contaminar, a contramano de lo que hace el capitalismo que expulsa a los originarios de sus tierras”, expresó.  Luego, Germán dijo estar cansado de oír como a su hermano se lo tilda de delincuente. “¡Una rasta no es un arma, ni una barba es una munición! ¡Santiago no es un terrorista! ¡Es un ciudadano argentino desaparecido en plena democracia!”, exclamo entre sollozos.

Mirta Baravalle, Madre Línea Fundadora, abrazando al hermano de Santiago, expresó: “Mi corazón no sabe de palabras, sabe de sentimientos y de pesares. Por eso siempre me pregunto: ¿los gobernantes qué tienen en lugar de corazón? ¿Por qué no gobiernan para el pueblo, para aquellos que sufren, para aquellos que están marginados, para  los desheredados de la vida?”. Finalmente, exigió la inmediata aparición con  vida de Santiago.  

Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, señaló que Santiago “tiene que aparecer con vida” y remarcó que “el Estado es responsable”. Apuntó contra la ministra de Seguridad Patricia Bullrich: “tiene que decir dónde lo tienen a Santiago” y después “tiene que renunciar”.

Ambas Madres recordaron a los 30.000 detenidos desaparecidos y reclamaron, también, por aparición de Julio López.

Distintos dirigentes sociales y políticos hicieron uso de la palabra a lo largo del acto que continuó hasta las 19 horas. Los alrededores del improvisado escenario se fueron llenando de carteles partidarios. El hermano de Santiago, los familiares y el grupo de amigos que lo acompañaban se alejaron del centro de la escena. Germán Maldonado manifestó en varias entrevistas que Santiago no militaba en ningún partido político ni pertenecía a ninguna organización social. También había solicitado que no coloquen la foto de su hermano junto a las pancartas partidarias.

Tras el acto y en medio de la desconcentración, un grupo de unas 30 personas arremetió contra la policía que custodiaba el Congreso y contra algunos trabajadores de prensa. Según los cronistas, el grupo de encapuchados gritó «viva la Anarquía» y «muerte al Estado», forcejeó con los agentes de seguridad, arrojó piedras y una bomba molotov, y pintó móviles periodísticos. Luego se retiraron y no hubo arrestos. La policía no actuó. Todo hace sospechar que se trató de una provocación para criminalizar la protesta social.  

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