«Vivir de viaje», las crónicas inéditas de Sara Gallardo

por Carlos Aletto

El libro «Vivir de viaje» presenta a Sara Gallardo como una viajera incansable, complementando su perfil de escritora, periodista y madre de tres hijos con una serie de crónicas donde demuestra su humor e ironía sobre los lugares que visita y los personajes con los que se cruza, además de situarse desde una mirada desenfadada y aguda en una una tradición de viajeros argentinos.

Gallardo, la autora de las crónicas compiladas por la investigadora Lucía De Leone que acaba de publicar Fondo de Cultura Económica, fue una escritora central en la literatura argentina, especialmente en la década de 1960. En los últimos años, su figura es rescatada a través de reediciones, adaptaciones teatrales y el premio nacional de novela instituido en 2016 por el Ministerio de Cultura que lleva su nombre y que en sus dos ediciones ya realizadas recayó sobre Marina Yuszczuk y Paula Pérez Alonso.

«Me gusta pensar la imagen de un rompecabezas para delinear alguna idea sobre su obra: despareja, diferente, potente. Piezas de una obra rota que cada lector y cada lectora unirá a su gusto. Salvo las tres primeras novelas que podríamos pensar en una línea más o menos organizada (la novela rural, la oposición campo- ciudad), su obra sigue su curso sin avisarnos demasiado. ‘El país del humo’ y ‘Eisejuaz’ dan un giro inesperado para esta escritora que hasta entonces parecía hablar de temas más cercanos a su biografía (aunque siempre de manera original y subversiva)» define De Leone.

«En sus cuentos, combina como en un aleph todas las tradiciones literarias para reversionar la historia de América desde el punto de vista de los incorrectos (mártires, desertores, asesinos, femicidas). En ‘Eisejuaz’ inventa un lenguaje para contar la historia de un mataco (no de los matacos) que tiene una historia negra por detrás, sin hacer uso de los recursos conocidos del testimonio, el indigenismo o la novela de la tierra. Ella no le da voz al indio como una intermediaria, lenguaraz o escritora de buenas costumbres, sino que inventa un lenguaje para un ser que no encaja en ningún lado y al que no hay que reivindicar sino tan solo escuchar», explica la investigadora.

Gallardo tuvo un reconocimiento importante mientras publicaba su obra. Sus novelas eran reeditadas por la editorial Sudamericana (la editorial donde publicó todo menos «La rosa en el viento») al poco tiempo de que salían. Es el caso de su texto «estrella», «Los galgos, los galgos» (1968), que tuvo muchas reimpresiones el mismo año de salida. Cuando en 1958 publica «Enero» (1958) recibe críticas laudatorias de María Elena Walsh en Sur y de María Rosa Oliver en La gaceta literaria. Por esta misma novela, es invitada como única escritora argentina a integrar la comitiva para la celebración del primer de la Revolución Cubana. Al mismo tiempo, sus columnas en Confirmado de los años 60 y 70 y sus notas en La Nación también le dieron mucha visibilidad en la cultura argentina. Pero sin dudas es hace unos años que después de un prolongado período de «olvido», la escritora volvió con todo y para quedarse.

En estos días su figura reaparece a partir de «Vivir en viaje», una serie de crónicas donde demuestra su humor e ironía al dejar su opinión sobre los lugares que visita y los personajes con los que se cruza. El libro también aborda las dificultades que Gallardo tuvo que enfrentar al vivir de viaje, como dejar a sus hijos y afrontar el trabajo y los deseos. La obra ofrece una perspectiva nueva y más profunda de Sara y su amor por viajar.

Algunos de los viajes descritos en «Vivir de viaje» son excepcionales en comparación con otros, por lo que la De Leone ha preferido que el público elija «su propia aventura». El libro proporciona esta libertad al permitir que los lectores comiencen donde quieran y salten al contenido que más les interese. En una época en la que leer es un desafío, «Vivir de viaje» ofrece una ventaja única: el texto se divide en cuatro partes y un prólogo, que es un buen indicador de los viajes descritos, lo que permite que sea leído de varias maneras.

La obra invita a las lectoras y lectores a reír, aprender, divertirse, pensar y, sobre todo, conocer una época importante del siglo XX desde el punto de vista privilegiado de Gallardo: la utopía revolucionaria latinoamericana, el recorrido por el viejo mundo, la dirección de arriba abajo y de este a oeste por el territorio nacional y las visiones epocales de una mujer de vanguardia que proviene de los fundadores de la nación.

Hay un material muy destacado en la carta que Gallardo escribe a su prima desde Cuba, la visita al Nápoles de Maradona, el viaje al funeral de Borges en Ginebra, los pasos por Nueva York, la estadía en Salta y las audaces peregrinaciones de la «Donna é mobile» (una suerte de alter ego de la narradora) por los lugares más populares del país.

La obra de la escritora está siendo redescubierta en la cultura argentina y latinoamericana a partir de distintas iniciativas. En primer lugar, el escritor Leopoldo Brizuela publicó su Narrativa Breve Completa por Emecé. Luego se empezaron a reeditar sus novelas en editoriales muy diferentes -algunas independientes como Capital Intelectual, El Cuenco del Plata, Fiordo- y otras mainstream como Penguin Random House. En este momento se registra un interés sostenido de la crítica y la academia por su obra y figura, como señala De Leone. Volvieron a circular recientemente los libros que recopilan sus textos periodísticos («Macaneos» por Editorial Winograd y «Los oficios» por Excursiones), se reeditan sus libros infantiles y hace unos años comenzaron a traducirse sus novelas al portugués y al inglés.

También sus obras empieza a ser enseñados en escuelas, universidades y escuelas de periodismo y hay varias experimentaciones teatrales con sus textos y proyectos de documentales, como ocurrió hace unos meses con la puesta teatral de «Verano».

De Leone asegura que no se podría leer a Gallardo sin incomodidad: «Sus temas, sus personajes, sus tramas si bien evidencian el conocimiento de las ‘modas’ o estéticas contemporáneas siempre sorprenden, despistan, traen una apuesta más que si en algún momento la condenaron a cierta ininteligibilidad hoy la hacen más contemporánea que nunca», destaca.

«Vivir de viaje», según la autora, viene a completar un perfil de Gallardo que faltaba dar a conocer: el de la viajera incansable. Además de escritora, periodista, madre de tres hijos, de caracterizarse por ser una mujer hermosa, inteligente, elegante, astuta y divertida, ella dio pistas a lo largo de sus años de una forma de vida elegida: la del vivir de viaje.

«Entendiendo al viaje de manera real (el viaje realizado) y de manera soñada (el viaje imaginado, deseado, inventado). Si bien este libro recoge algunas crónicas que ya se habían editado en ‘Macaneos’ y ‘Los oficios’ contiene una mayoría de notas inéditas que fueron extraídas de archivos y bibliotecas en una búsqueda intensiva. Todas ellas dan cuenta de este afán viajero que vuelve a colocar a Sara en el centro de interés del público lector y de los estudios literarios y periodísticos», señala.

De Leone explica que con este libro la escritora «ingresa en una tradición de viajeros/as al mundo, lo que recoloca a sus escritos en series culturales diferentes, les da una apertura mayor y los instala en una genealogía de viajeros/as argentinos/as que hasta la salida del libro no se hubiera pensado».

¿Cómo surge esta pasión por los viajes?

Desde niña hasta que muere, Sara vivió de viaje, ya fuera porque se desplazaba entre continentes, ya fuera porque iba de casa en casa sin afincamiento, ya fuera porque tenía un discurso, una opinión y un sinfín de palabras exactas para caracterizar la situación de estar en viaje constante. Los motivos del viaje en su vida fueron siempre diversos: siguió un itinerario esperado para una chica de familia acomodada y así viaja a Europa con sus tíos a los 17 años; a la vez el trabajo como periodista la llevó de viaje como corresponsal, como enviada especial, como cronista; el ímpetu personal la hizo decidir moverse todo el tiempo tanto dentro del país como por fuera; la imaginación y el deseo la convirtieron en la mejor viajera del mundo.

El humor y la ironía que se destacan en sus textos periodísticos se advierten desde el primer apartado del libro donde se despacha sin reparos sobre las imágenes típicas de los viajeros que hacen «papelones» cuando viajan a Europa y se comportan como el viajero ansioso que quiere hacer todo de todo en 3 o 4 días, que vuelve lleno de anécdotas y fotos, que da muestras evidentes de que es un foráneo y muchas cosas más.

 ¿Es en este sentido, que «Vivir de viaje» es un libro muy divertido?

Sí, tal cual. En el libro la cronista nunca deja de marcar su punto de vista y de opinar sobre los lugares que visita o los personajes con los que se cruza. Y esto ocurre tanto cuando visita países lejanos (Chipre, Israel), algún país latinoamericano o el conurbano en la Argentina. Una novedad que trae este libro en relación con otros de la colección es que reúne toda una zona de los viajes por el país. Como los que Sara le «saca» a Confirmado, porque aburrida y con la angustia de la página en blanco por la falta de temas, le pide viajes y promete notas excelentes y hasta novelas. Es el caso del célebre viaje a Salta, donde conoce a Lisandro Vega y se rinde ante esta experiencia de la que saldrán columnas exquisitas y la novela más experimental de su producción y de la tradición argentina.

Hay mucha profundidad que ella no confiesa del todo y se puede leer, sin dudas, en este libro. Así asoma una Sara nueva, una Sara que es imposible no adorar.

Fuente /Foto: Télam

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