Acerca de Caños, Cables y Paquetes …

Por Hugo Finkel  y  Laura Molina

Si usted, vecino de esta Ciudad y particularmente del Centro-, se asomara en este momento a su ventana o balcón no hará falta ser David Copperfield o Houdini para decirle lo que verá: se topará al menos con una maraña de cables. Tendidos entre azoteas, balcones, postes, árboles, antenas… La ciudad parece un paquete a medio atar -con usted adentro, claro-. Esto bien podría formar parte de una de las tantas campañas publicitarias del gobierno de la ciudad invitándonos a vivir Buenos Aires o el encierro de Buenos Aires. Pero no es elegante invitar a alguien a encerrarse… Sin embargo, desde hace años, los cables aéreos forman parte del patrimonio ciudadano, tal vez hasta del patrimonio histórico. ¿Y por qué no incluir esta característica en las guías turísticas? Visite Buenos Aires, la ciudad encerrada o vea la ciudad empaquetada.

Este verano, las compañías de televisión por cable agregaron más contaminación visual a Buenos Aires colocando más cables aéreos y postes en las veredas de las calles Paraná, Uruguay y Libertad, hasta Avenida Santa Fe.

Quienes transitamos las calles céntricas estamos expuestos a sufrir accidentes provocados por empresas que, paradójicamente, son prestadoras de servicios públicos . Al parecer, al gobierno de la Ciudad 1 , no le basta que las empresas Edesur, Telefónica, Aysa y otras, entorpezcan a diario el tránsito con roturas y reparaciones en aceras de apenas 1,60 metros de ancho. Ahora ofrece un nuevo obstáculo: espantosos postes de caño verde que, a simple vista, cumplen funciones electorales estampados con afiches de los candidatos a Jefe de Gobierno, amén de reducir el transito peatonal a tan sólo 1.15 metros. Pero, basta que usted, amable vecino, levante la vista para darse una idea cabal de la función que cumplen: sostienen una maraña insondable de cables. Forman parte del paquete. Tan acostumbrados y tan sobreexpuestos estamos a la incomodidad y a la contaminación visual que las soportamos con naturalidad.

Si usted, amable lector, cree que deberían existir políticas de control y normas que impidan a las empresas de televisión por cable efectuar tendidos aéreos, tiene toda la razón. Y de hecho existieron esas políticas con sus normas, pero ya no. ¿Y por qué ya no?

Le voy a contar una pequeña historia que podría titularse La Historia del Paquete. En 1994, tras varios años de reclamos, los vecinos consiguieron que a través de la ordenanza 48.998 2 , el gobierno de la ciudad intimara a las empresas concesionarias de televisión por cable: Cablevisión S.A., Telecentro S.A. y Multicanal S.A, para que en un plazo de hasta diez años, efectuaran por etapas el cableado en forma subterránea, a fin de evitar la proliferación de postes en la vía pública y la consecuente maroma de alambres. Pero las empresas nunca cumplieron la ordenanza. Y el gobierno de la ciudad no aplicó ninguna de las sanciones previstas ante el incumplimiento. Ni tampoco aplicó a las empresas las multas e inhabilitaciones sugeridas en reiteradas oportunidades por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, debido a las múltiples denuncias de los vecinos referidas a postes en mal estado, cables aéreos enfrentados a ventanas y balcones, etc. 3 Así pasaron diez largos años. Hasta que un día se vencieron todos los plazos, y las empresas seguían tendiendo cables aéreos. ¿Qué cree usted qué hizo entonces el gobierno de la ciudad a través de los legisladores, que dicen ser nuestros representantes? ¡Adivine, usted! Sancionó la ley 1877, que deroga la ordenanza 48.998 y permite mantener el tendido aéreo a las empresas infractoras. Fue notable la comunión de opiniones de los bloques kichneristas, macristas, ibarristas y los ahora telermistas; sus integrantes caretas, los mismos que antes habían aprobado la ordenanza, ahora se despojaban raudamente de sus máscaras y la derogaban. En vez de sancionar a las empresas por no cumplir con la legislación, sancionaron una ley para premiarlas con un ahorro de nada menos que 600 millones de dólares, libres de gratificaciones, aportes para campañas electorales y otras yerbas…

Moraleja. No sólo los cables nos empaquetan, también los políticos. O, si se prefiere, los políticos nos empaquetan con los cables. Este es un claro ejemplo para entender como y para quienes trabajan nuestros representantes. Sería muy provechoso para la Ciudad que los servicios de televisión por cable, Internet, teléfono y electricidad pasaran en forma subterránea y que en vez de caños verdes se plantaran árboles donde aconsejara el ancho de las veredas. Es más, los cables podrían soterrarse bajo losetas móviles para que al realizar reparaciones o controles técnicos bastara con levantar las losetas y evitar así las permanentes excavaciones, los taladros neumáticos, las veredas como trincheras y la reposición de baldosas. Pero este tipo de beneficios: tener una ciudad más cómoda y silenciosa, con menor contaminación ambiental y menos peligrosa para transitar, parece no comulgar con las rentabilidades de las empresas y los políticos.

No sufra demasiado… Usted puede escaparse a la realidad virtual del televisor y dejarse llevar por el mágico actitud Buenos Aires de las campañas publicitarias del gobierno, y seguir empaquetado; o puede juntarse con algunos de los muchos vecinos que sufren como usted, y tratar de hacer algo.

1 Cuando digo gobierno de la ciudad me refiero tanto al poder ejecutivo cuanto legislativo. Valga esta aclaración, dado que funcionarios del ejecutivo del actual gobierno de la ciudad, suelen decir que ellos no son responsables de las malas praxis de la gestión anterior porque en ese momento porque ellos estaban en el legislativo. Y viceversa. Desconociendo que el gobierno es un cuerpo colegiado donde un poder ejerce de contralor del otro. Y peor, negando que tanto Ibarra, Telerman, Filmus, Macri, Roy Cortina, etc., etc… siempre han formado parte del gobierno, en uno u otro poder.

2 La ordenanza N° 48.899 y el Decreto Reglamentario N° 596/1995, obligaban a realizar en un plazo de 10 años el soterrado de todos los cableados de la ciudad. Transitoriamente en algunos sectores, se podían reemplazar los postes de madera por metálicos; pero en veredas de menos de 1.80 metros, el enterrado era siempre obligatorio. Podían hasta perder la concesión, sino cumplimentaban las mismas.

3 La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en marzo del 2006, en función de múltiples denuncias de ciudadanos referidas entre otros a: postes en mal estado, cables aéreos enfrentados a ventanas y balcones, etc. etc. y tomando como base el dictamen de la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires (actuación 6422/04), en la cual se daba cuenta de todas las irregularidades; pidió que fueran sancionadas las empresas prestadoras: Cablevisión S.A., Telecentro S. A. y Multicanal S. A.