Crónica de un estreno que reclama justicia

El jueves 9 de febrero, en el Cine Gaumont, se estrenó oficialmente el documental En cumplimiento del deber, que narra la trama detrás del incendio en un depósito de la empresa Iron Mountain, que le costó la vida a 12 personas.

por Federico Coguzza

Hace calor. Hace mucho calor. El cemento lo refracta. Los árboles de la Plaza del Congreso son refugio, el sosiego de decenas de personas que al tiempo que se secan la frente, posan sus ojos en un punto ciego y luego retoman la marcha. La ausencia significativa de tránsito en verano hace que la Ciudad de Buenos Aires sea menos ruidosa, pienso mientras bebo un trago de agua sentado en el umbral de un edificio pegado al Cine Gaumont.

En unas horas se estrena oficialmente el documental En cumplimiento del deber, de Jorge Gaggero. Un filme que narra la trama detrás del incendio en un depósito de la empresa Iron Mountain, que le costó la vida a ocho bomberos y dos rescatistas de Defensa Civil. Incendio que llevó al suicidio a otras dos personas más. Incendio de intencionalidad probada, aunque la justicia aún no se haya expedido. Incendio que, nueve años después, no tiene fecha de juicio oral. Incendio sistemáticamente silenciado.

El personal de Defensa Civil arma un gazebo sobre la vereda del cine. Mientras unos levantan la estructura, otros bajan dos mesas y algunas sillas de una camioneta. En una de las paredes naranjas de la carpa cuelga un cartel que recuerda a las víctimas. Les pone nombre y apellido. Muestra sus caras. También puede leerse: “En cumplimiento del deber, perdieron sus vidas. La causa fue el lavado de dinero del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.
La vereda se va poblando de bomberos de distintos cuarteles que se saludan al reconocerse. Se toman fotos y se suman a una fila que va creciendo y llega hasta la esquina de Rivadavia y Rodríguez Peña. Una señora se da vuelta y le pregunta a una chica por el documental. Le cuenta que llegó porque “la recomendaron en la radio” y “que sólo sabe que es sobre un incendio”. La chica le cuenta sin profundizar. No quiere “spoilear” nada, pero afirma “es terrible”.

Un camarógrafo de la Televisión Pública comienza a grabar. El periodista Alfredo Simón conversa con Jorge Campos, padre del bombero fallecido Sebastián Campos. También lo hará cuando tengan lugar las palabras previas de familiares y realizadores, antes de la proyección del filme. En ambas circunstancias, afirma que “lo que pasó en Iron Mountain fue producto de la corrupción” y “que los verdaderos responsables no están imputados”.

Mientras la fila aguarda que se dé ingreso, en la puerta del cine el productor Renato Miari conversa con familiares de las víctimas. Entre la multitud reconozco a Liliana Baricola, hermana de Pedro, rescatista de Defensa Civil fallecido en el incendio. “Todo lo que viene sucediendo con el documental superó nuestras expectativas. A pesar de lo triste que es, estamos muy agradecidos y contentos. Esperamos que esto interpele, además de a la sociedad, a la justicia. Eso es lo que esperamos y nos va a ayudar a que esto tenga más de resonancia en la conciencia de toda la ciudadanía”, dice a Periódico VAS y agrega “ver plasmado esto tan terrible que nos ha pasado, debe interpelarnos a todos para que no vuelva a ocurrir”.

Un rato después de las ocho la fila comienza a moverse. Los que ingresan al salón del cine celebran el funcionamiento del aire acondicionado. Afuera, y cerca del gazebo está parado el ex inspector de la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, Edgardo Castro, que durante todos estos años ha expresado las irregularidades respecto a la habilitación del lugar y las presiones recibidas de parte del ex presidente y por ese entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, para no investigar: «La sensación es de mucha bronca y también de clarificación, en la medida que los que ven la película visualizan la realidad de lo que sucedió. Los relatos son más que elocuentes. Y, por otro lado, como queda claro, por lo menos para los que estuvimos involucrados con esta situación, es que en la Argentina la justicia no existe. Sino que existe un poder judicial amañado a los intereses económicos de quien les paga”, me responde cuando le pregunto qué significado tiene para él este estreno.

Cada pregunta abre un abanico de escenarios que dan para una charla de café, larga, sin tiempos. Antes de entrar al cine, Castro dice a VAS: “La historia es mucho más profunda. Yo intervine hasta donde pude. Denuncié todo lo que tuve a mi alcance. Fui claro y elocuente en todas mis intervenciones. Puse nombre y apellido a todos los funcionarios responsables. Tengo dos sumarios administrativos y me suspendieron varios días de mi trabajo. Me impidieron hacer una investigación administrativa, obviamente había que encubrir a Macri, a “Pancho” Cabrera, a Fernando Cohen, delincuentes de primera línea”.

El salón está fresco. Una vez en la sala escucho a Cecilia Roth ofrecer una entrevista. Antes de que las luces se apaguen, la actriz y narradora del documental, se dirige al público desde el escenario: “Es difícil agregar más cosas que las que dijeron con el corazón los parientes, los hermanos de las víctimas. Las víctimas somos nosotros también en cualquier situación como esta, en la cual la justicia no termina, ni empieza a averiguar qué sucedió, aún con tanta evidencia como la que vamos a ver en la película. Aprendí, entendí, conocí muchas cosas que no conocía de Iron Mountain. Seguramente, que como me pasó a mi, cada uno cada una de ustedes también se las va a replantear. Es una tragedia lo que sucedió y a veces las tragedias no se resuelven”.

Desde el escenario, Federica País convocó al director, productores y familiares. Gaggero muy emocionado señala: “Esta es una película que acompaña la búsqueda de justicia, pone luz sobre un acontecimiento trágico de nuestra historia reciente, que involucra muchas situaciones de corrupción que terminaron llevándose la vida de funcionarios públicos y de bomberos. Fueron seis años de trabajo y llegar al estreno es algo muy lindo”.
La presentadora culmina con los agradecimientos y las luces se apagan. Lo que sigue son 68 minutos de testimonios que estremecen y de información que ofrece un relato contundente. Lo que nació como una investigación orientada al lavado de dinero, encontró en las historias de las víctimas y el hecho de que murieron cumpliendo con su deber, un argumento más potente: fueron a salvar vidas y perdieron la suya por salvar papeles que ocultaban maniobras ilegales.

Un aplauso cerrado y algunos llantos ahogados por pañuelos cuando el documental termina son la antesala de la salida. Los familiares se abrazan, se palmean las espaldas. Algunos ofrecen sus hombros como sostén para el llanto. “Los tiempos de la justicia no son los nuestros, para nosotros ha pasado ya mucho tiempo y el juicio oral lo queremos ayer”, me dice Liliana cuando la voy a saludar para despedirme.

Una vez en la calle vuelvo a sentir el calor que persiste agobiante. Como persisten, mientras escribo estas líneas, la tristeza y la sensación de impotencia.

Justicia por Maximiliano Martínez, Damián Véliz, Pedro Barícola, Sebastián Campos, Leonardo Day, Juan Matías Monticelli, José Luis Méndez, Facundo Ambrosi, Eduardo Conesa, Anahí Garnica, Diego O´Neil y Mario Colantonio.

———————–

Nota relacionada: Iron Mountain, el incendio
Foto: Federico Coguzza

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *