El jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri fue procesado otra vez

Macri fue procesado por el juez Norberto Oyarbide, acusado como «partícipe necesario de una asociación ilícita». El juez no fijó prisión preventina pero sí un embargo por $ 250.000

Mauricio Macri, que ya ha sido procesado y embargado varias veces por incumplir los deberes correspondientes a un funcionario público -ver la nota anterior VAS (15/05/10) y la nota VAS (01/12/09) donde el juez Gallardo lo condena por no erradicar un cementerio de autos y foco de infección aledaño a la Villa 20-, ahora enfrenta un proceso penal.  Macri fue procesado como presunto miembro de una asociación ilícita y por las intervenciones a las líneas de su cuñado, Néstor Leonardo, y del dirigente de Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA Sergio Burstein.

El juez también procesó a los dos jueces de Misiones, José Luis Rey y Horacio Gallardo, por los mismos delitos, y amplió la acusación contra Jorge “Fino” Palacios, acusándolo del espionaje en cinco casos más. Respecto del ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski consideró que fue encubridor, porque le firmó un contrato a Ciro James como asesor, sin que el espía hiciera trabajo alguno. Por último, el magistrado sobreseyó al ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro.

Por su parte, Mauricio Macri presentó la recusación de Oyarbide por las declaraciones del ex senador justicialista Héctor Maya, quien expresó públicamente que el magistrado le habría anticipado, en un ocasional encuentro, que «a Macri me lo voy a llevar puesto». La presentación de los abogados del jefe de Gobierno se basan en que ex senador por el peronismo entrerriano y ex subjefe de la SIDE, contó que Norberto Oyarbide le comentó en una reunión informal, hace ya varios meses, que procesaría a Mauricio Macri en el marco de la causa de las escuchas ilegales. Maya contó además que hace poco más de quince días se reunió con el jefe porteño para alertarlo sobre las intenciones políticas del juez. Macri no le prestó atención en ese momento pero ahora parece retomar esta declaración, para intentar apartar al cuestionado juez de esta causa.

También Guillermo Montenegro intentó recusar al juez. El caso de Montenegro remonta el pedido de inhibición y recusación ya que en su tiempo de ex juez federal, objetó a Oyarbide al sostener que en una causa de hace 13 años había denunciado al magistrado que ahora lo convocó a indagatoria, y que entonces, en base a lo establecido por el Código Procesal Penal, debería dejar el caso. El ministro macrista reclamó la inhibición del magistrado pues en 1997, cuando él era fiscal federal, había solicitado la declaración indagatoria del juez en una causa en la que Oyarbide estaba acusado de haber intervenido ilegalmente los teléfonos del abogado Mariano Cúneo Libarona. Ello se había dado en el marco de un hecho registrado en un club nocturno «Spartacus» que tuvo amplia repercusión pública y en el que estuvo involucrado el magistrado.

Los cargos contra Macri

Se le imputan cuatro delitos: asociación ilícita, falsedad de documento público, intercepción de llamadas telefónicas y abuso de autoridad.

Según Oyarbide, el jefe de gobierno estaba detrás de las escuchas de Leonardo y de Burstein (AMIA), que había sido un acérrimo opositor a Palacios, designado por Macri, como jefe de la Policía Metropolitana.

Entendió el juez, que sólo Macri pudo autorizar la contratación de James en un ministerio para el que en realidad no trabajaría. Pero lo que a juicio de los investigadores compromete más al jefe de gobierno es el caso del parapsicólogo Leonardo. En primer lugar, porque cuesta creer que hubiera alguien que no fuera Macri o su familia interesado en escucharlo.

Además, la SIDE detectó que el teléfono celular de James se activó entre mayo y junio de 2008 -cuando escuchaban a Leonardo- en Barrio Parque, donde vivía Macri. Nueve de las 14 veces que James fue a retirar casetes a la SIDE estuvo inmediatamente después en Barrio Parque.

Todas estas acusaciones fueron rechazadas por Macri, que hace 10 días declaró ante Oyarbide. Dijo entonces que James había engañado al gobierno de la Ciudad y se despegó de las escuchas a Burstein y a Leonardo. El juez no aceptó su explicación. En pocas horas se sabrá cuáles fueron los fundamentos del proceso, que constan en un escrito de 621 folios.