Feminismo villero desde dentro

por Melina Schweizer

El progreso hacia la igualdad de género, a nivel global, es extremadamente lento, pero esto no ha impedido que la ola feminista entre como tsunami en la Argentina, llegando su paso a distintas manifestaciones como lo es el Feminismo Villero que crece como flor silvestre, en las barriadas de la Ciudad y opera en las villas, en los comedores populares, en los merenderos…

En sus inicios nació como contra respuesta a la estigmatización que se vive en esos barrios donde las mujeres se organizan para transformar el contexto de desigualdad donde nacen. Luego resultó  un espacio para cuestionarlo todo,  que permite develar que vivimos en una sociedad donde las desigualdades que existen nos constituyen  y se ponen sobre la mesa. La necesidad de unirse, de marchar, de participar, de construir espacios comunes donde nuestra voz sea escuchada, donde nadie hable por nosotras, de construir una sociedad más igualitaria y menos violenta, son los desafíos que encaramos en el día a día.

La mejor forma de explorar esta mirada feminista, es a través de las voces de sus protagonistas,  el espacio elegido para esta entrevista es la casa de la mujer y la disidencias, que se encuentra en la Villa 21-24 donde  Jesica Azcuarraire,  coordinadora nacional del frente de género del espacio La Poderosa,  y Tamara Gones, coordinadora de la casa,  abren las puertas del feminismo villero. Los estereotipos innegables de la ciudadanía porteña califican sin miramientos a sus habitantes de estos barrios populares, estigmatizándolos  de forma violenta como villeros, negros villeros o simplemente negros de mierda, atendiendo a que ser negro está asociado a la pobreza educacional y económica o simplemente a algo inferior y no al color de la piel. Como respuesta positiva a esta discriminación surge la revista “villera” La Garganta Poderosa.

Jesica explica: “La Garganta Poderosa empezó a gestarse en el 2010, gracias al periodista Facundo Pastor. Él hizo un documental donde establecía que  Villa Zavaleta era la antesala de la muerte y los que vivimos aquí somos pirañas. Debido a esto, fuimos al Canal América, donde se presentó el informe, a demostrar  que hay vecinos que quieren progresar y que no somos como nos describió Pastor en su informe, sin embargo, nadie se hizo eco. Así fue que se nos ocurrió crear un medio de comunicación propio para demostrar quiénes somos, qué hacemos  y de dónde venimos, en síntesis: La Garganta poderosa, nació como una forma de contrarrestar la estigmatización social que los medios masivos de comunicación fomentan constantemente, presentando a los barrios populares como lugares donde solo destaca la delincuencia y la droga. La revista pretende mostrar la realidad escrita y fotografiada por los propios villeros.”

Azcuarraire de 34 años, es estudiante de la Licenciatura en Enfermería, en la Universidad Nacional de Avellaneda, también es madre de dos niños y relata con cortesía, mientras me inspecciona con la mirada: “La discriminación que sufrimos, en algún momento de nuestras vidas, es como un perdigón: por más pequeño que sea, pesa mucho, tiene mucha fuerza y se queda en nuestro interior, afectando nuestra visión. Este  pensamiento mustio, nos llevo en algún momento a renegar del barrio.  El peso de la estigmatización  se ve reflejado hasta en el momento de buscar un empleo. Pero a partir que empecé a militar activamente en este espacio, he ido creando conciencia, visibilizacion de nuestras problemáticas, buscando soluciones a través de proyectos educativos e inclusivos, para así ir reivindicando nuestras raíces villeras”.

“En la casa de la mujer y la disidencia, el feminismo villero nos hermana. Se  crean redes de contención para nuestras vecinas y compañeras, estas redes operan sin importar la hora en que se presente un mujer buscando resguardo, huyendo de una relación violenta, por eso nos organizamos, para poder ofrecerle a la víctima un lugar donde quedarse, acompañándola generando una conexión con esa mujer que está siendo violentada, y que ella sienta que tiene resguardo, donde no es juzgada, y se les respetan sus tiempos para procesar lo acontecido. Las feministas villeras somos las madres de los pibes gatillados, (chicos que ha perdido la vida a manos de las fuerzas de seguridad), somos las madres que ponemos las ollas en los comedores comunitarios, somos ese feminismo que solamente se ve en los lugares populares, en las villas, esa es la reivindicación que le damos a la palabra villera, que no la tomamos como un insulto. No tomamos la palabra villera como una palabra mala, sino que tomamos nuestra voz, y la usamos para reivindicar, en sentirnos parte, de esto, de ocupar un lugar en nuestro territorio, decir: toda esta lucha es nuestra, queremos seguir levantándonos, construyendo nuestro propio estilo de feminismo”, conceptualiza Jesica sin subterfugios.

-¿Cómo surgió la casa de la mujer y las disidencias?
Jesica: La casa, al igual que la revista, surgieron como respuesta a la violencia, a partir de que tuvimos de que tuvimos cuatro feminicidios en el barrio, fue que decidimos salir a buscar un lugar físico donde reunirnos, en el año 2015 acecinaron a Micaela Gona, con seis meses de diferencia en el 2016, mataron a Elida, dentro de esos seis meses fue el homicidio de Aidé Gonzales, por eso en el año 2018 inauguramos la casa, para que muchas mujeres puedan tener un refugio, donde puedan hablar, a participar, construir un espacio por y para la mujer. En el barrio en el que vivimos todo es violencia, porque no tener luz, vos tenés que nebulizar a tu hija o hijo, es violencia, el no tener agua en la canilla es violencia, la privación de los derechos que venimos sufriendo nuestros de derecho también es violencia, también es opresión. Por eso como mujer somos doblemente oprimidas, y como respuesta a esta opresión pensamos en una casa integral.

Mientras que la coordinadora de la casa, Tamara Noga, de 23 años y estudiante de medicina, destaca con acritud y risa afable: “En la Universidad de Buenos Aires; la casa tiene seis ejes fundamentales, dentro de cada eje, están los talleres, enmarcados. Contamos con talleres de recreación, taller de radio, después esta el taller de educación popular, que es un espacio para adolescente y adultas. También hay un espacio denominados Pibas ATR, que es el ámbito para pensarnos políticamente, de manera ordenada, desarrollando propuestas, escuchando los cuestionamientos que traen las adolescentes del barrio a este zona, luego tenemos el eje de derechos humanos, donde se brinda contención a las vecinas. Nuestro eje de salud está desarrollado a través de talleres y capacitaciones, donde se busca otorgar herramientas para abordar diferentes cuestiones, como por ejemplo: clases de primeros auxilios, salud sexual, entre otros. El año pasado iniciamos la primera jornada de salud integral, de las mujeres y las disidencias, ahora estamos llevando a cabo, recorridos de salud en todo el barrio, para garantizar el acceso a la salud de nuestros vecinos. La educación sexual en la casa la enmarcamos en el espacio de las mateadas, donde compartimos lo que tengamos a mano en el momento. La educación sexual siempre esta abordada de manera transversal en nuestros talleres”.

Noga ha crecido en el barrio, reflexiona en voz alta y nos dice: “por mucho tiempo sentí vergüenza de mi lugar de residencia, -me agobiaba este sentimiento tan gris de no pertenencia. Recuerdo llegar a casa llorando, y decirle a mis padres: ¡me quiero ir!, ¡no quiero estar acá!, recordaba,-mientras veía que en sus ojos afloraban nubes de emoción que cristalizaban sus ojos-. Ahora que lo pienso, me imagino, lo duro que debió ser para mis padres, tener a su hija llorando, pidiéndole que por favor nos mudemos. A través de que he ido desconstruyendo todos estos conceptos, fue que me di cuenta, que eso que sentía por el barrio no era real, no era genuino ni tampoco mío, sino que esta visión de mi, de mi familia, estaba cargada todo lo que habla la gente de afuera, que no conoce el barrio, estaba naturalizando toda esa violencia simbólica le quieren adjudicar como definición a la palabra villera, esa definición que te marca de tal forma, que te hacen renegar de vos misma, de tus propios cimientos, por eso estoy militando en el feminismo villero, porque aquí me reencontré como mujer y como villera, me abrace aceptándome. A partir de desconstruir el concepto que se tenía de mí, de mis orígenes, que me habían adjudicado y que yo misma acepte sin resistirme, fue que puede entender que yo no soy la que está mal, mi familia no es la que está mal, la villa no es la que está mal, la gente que emplea sus prejuicios para definir y estigmatizar a los otros, es lo que está mal, es todo el sistema que genera las villas, los barrios populares, por la ausencia del estado, por la falta de políticas públicas que garanticen trabajo digno, acceso a la salud, ahí me pensé a dar cuenta que yo soy villera y que eso está bien.

Después de esa anécdota tan personal, con tantas palabras cargadas de emotividad, que daban un contexto justo a estas reflexiones, lo que era una entrevista paso a ser una charla intima entre amigas, con el fin de dar mas objetividad, decidí proponer un ping pong de preguntas rápidas desmitificantes. –la respuesta fue inmediatamente positiva-.

– ¿Feminismo y Machismo es lo mismo?
Jesica: No es lo mismo. El machismo es el “macho”, en una posición de creer inferiores a las mujeres, por el simple hecho de ser mujeres. Mientras que el feminismo busca la igualdad entre todos los géneros. Las feministas no creemos que los hombres sean superiores o inferiores a nosotras, al contrario queremos que los hombres se sumen, y nos acompañen en este mismo proceso de desconstrucción del machismo para lograr la equidad.

Tamara: Yo pienso mucho, ¿en qué es lo que genera la violencia y nos está matando? El machismo es lo que nos está matando, el feminismo no mata, el feminismo construye, el feminismo empodera, nos da muchas herramientas, nos otorga derechos, este feminismo villero que no deja a fuera nadie, desde ahí, lo pienso y queda muy clara, la diferenciación.

– ¿El piropo es o no es acoso?
Jesica: El piropo se vuelve acoso desde el momento en que se manifiesta a través de la oralidad, porque yo no salgo a la calle, a buscar la aprobación de los hombres, ese acoso sistemático y callejero que por mucho tiempo hemos naturalizado y adjudicado al folklore, o como parámetro para medir el nivel de belleza, lo que hace es invisibilizar y legitimar la violencia contra las mujeres. Es el primer eslabón de una larga cadena de violencias, que, como todas, se basa en una relación desigual de poder entre los géneros y refuerza la dominación simbólica de la mujer.

Tamara: el acoso también es violencia, desde el primer momento en que es llevado a la práctica, porque te hace vivir una situación que la percibes como una amenaza, debido a que no solo invaden tu integridad emocional, sino que se creen con el derecho de opinar sobre tu cuerpo, sobre tu ropa, lo que resulta una clara falta de respeto, que te hace vivir una situación incómoda que no tienes por qué vivirla, ese momento tan desagradable, donde te sientes vulnerable y humillada al mismo tiempo.

El 9 de agosto del año 2018, El Senado argentino dice ‘no’ al aborto, con 38 votos negativos y 31 a favor, la Cámara Alta bloquea el proyecto que plantea la interrupción voluntaria del embarazo. A partir de la vorágine que despertó el calor del debate, salió a relucir una premisa compuesta por la siguiente expresión: “las mujeres pobres no abortan”, asiéndome eco esta apreciación me atrevo a preguntar; ¿Cuál es su posición acerca de este tema?

Jesica: El frente de género tomo posición después de una asamblea nacional, donde por consenso se decidió apoyar el proyecto de ley que busca la despenalización del aborto, bajo la consignas de aborto legal, seguro, y gratuito. Porque muchas somos sobrevivientes de un aborto clandestino, porque muchas tuvimos una hermana una amiga una vecina, que se hizo un aborto en mucho casos sigue sobreviviendo y en otros no. Acá mismo en la 21 en febrero se nos murió una vecina por una infección generalizada, por un aborto clandestino. Nosotras decidimos en un conjunto posicionarnos y llevar una bandera, a partir de ahora gritamos, por el aborto legal, seguro y gratuito. Muchas veces han hablados por nosotras, y nosotras somos las que nos aplicamos los abortos, y las que nos morimos.

En algunos casos muy rara vez, salimos siendo sobrevivientes, yo soy una sobreviviente, del aborto clandestino, que me ha hecho, en algún momento, en alguna situación, con una pareja violenta, decidí practicarme un aborto, yo soy madre, tengo dos hijos, tengo un laburo con el que apenas llego a fin de mes, mi pareja de ese entonces era violenta, no quería seguir teniendo un hijo de un violento, entonces dije bueno, mi decisión fue realizarme un aborto, después me lo hice, a los dos días tuve una hemorragia muy fuerte, lo cual no iba al médico por una cuestión de vergüenza, estuve tres días con hemorragias que me levantaba de la cama y me desangraba, entonces un día me desmaye en casa estaba sola con mi hijo, me levante como pude, a media cuadra tenía el centro de salud, me revisaron y me hicieron un legrado, si yo no me hubiera levantado de la cama, he ido al hospital, hoy la historia no la contara, por eso digo que soy sobreviviente.

Dentro de nuestra área de género, hay compañeras que aun no tienen posición tomada sobre el tema, más allá de la posición que tenemos como organización. La ley se aprobará o no, nosotras seguimos acompañando a las mujeres que no quieren seguir gestando un embarazo, por eso los talleres ayudan un montón, porque gracias a la información de que proporcionamos a través de.“la ESI” [1]​ , (educación sexual integral), les explicamos, y las asesoramos para que se hagan una interrupción legal del embarazo gracias al fallo que lleva el mismo nombre. Por ende muchas mujeres cuando reciben nuestros talleres, expresan su asombro al conocer la figura legal que les permite acceder a un aborto, conocido como el protocolo ILE[2]​.

Todo influye al momento que una mujer decide abortar, desde lo económico, hasta lo emocional. Hemos tenidos casos extremos de violencia, como por ejemplo: una mujer madre de cinco hijos, que fue violada por su esposo, quedando embarazada, y no ha querido continuar con esa gestación.

Otros casos que hemos recibido a nivel nacional, es el de una compañera que saco un préstamo con lo que recibe de la asignación universal por hijo,[3]​ para realizarse un aborto, es decir para comprarse el misoprostol para interrumpir esa gestación.
Nosotras seguimos luchando contra eso, para que eso no siga sucediendo, para que las mujeres puedan ser asistidas en hospitales al momento de realizarse un aborto, para que no lo tengan que hacer a escondidas, para evitar que sigan muriendo a causa de un aborto clandestino. Porque negarle a una mujer el derecho de decir sobre su cuerpo, también es violencia, y es algo que nos vienen negando.

– De la sororidad se ha hablado mucho últimamente en los medios de comunicación, ¿Cómo definiría el feminismo villero el concepto de sororidad?
Jesica: Pues nosotras le hemos dado una definición muy simple, la sororidad es la empatía generada entre mujeres, por el simple hecho de ser o percibirse como tal. Aunque etimológicamente el origen de este término, no es latino, por eso la usamos muy poco, nosotras preferimos emplear la palabra hermandad.

Tamara: la acción que venimos realizando desde este espacio, se pude enmarcar en el contexto de la sororidad, porque la hermandad que tenemos entre nosotras, al percibirnos como iguales, nos ha hecho reaccionar unidas, y compartir, sobre todo, las ganas de cambiar nuestra realidad, partiendo del hecho, de que todas hemos experimentado la opresión.
El feminismo villero nace del barro y raspa la olla, propone un espacio de empoderamiento de todas las vecinas, tiene como eje fundamental la educación integral, la salud sexual, la diversidad, la disidencia, el trabajo en equipo, la recreación a través del deporte como el fútbol mixto y talleres de radio, la red de contención que brinda acompañamiento a quienes se encuentren en situación de violencia de género, dando lugar a las cooperativas. Este feminismo que tiene alma de potrero, nace de esa doble exclusión que tenemos las mujeres villeras, por ser mujeres y por ser pobres, es contra eso que nos estamos revelando y a su vez vamos creando nuestros propios lineamientos, conceptualizándolos y transmitiéndolos.

Con estas respuestas, tan claras e impactantes, nació en mí la esperanza de un futuro mejor, en el que la estigmatización, el prejuzgamiento y el machismo, tienen un acta de defunción labrada. Cada paso que damos en unión, dignifica nuestra lucha de igualdad, la necesidad del amparo en la solidaridad es la esencia de una fortaleza que crece y se expande más allá de las carencias económicas o la ausencia del Estado.
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[1]. La Educación Sexual Integral (ESI) es un espacio sistemático de enseñanza aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones responsables y críticas en relación con los derechos de los niños, las niñas y los/as adolescentes al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, la información y la sexualidad. Mas información en http://www.salud.gob.ar/dels/entradas/el-derecho-la-educacion-sexual-integral-esi
[2]. Protocolo ILE. En 2015, el Ministerio de Salud de la Nación Argentina publicó el Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (Protocolo ILE) con el fin de estandarizar prácticas y garantizar el acceso a este derecho. Allí se establecen los siguientes lineamientos:
Si el embarazo representa un peligro para la vida de la mujer y este peligro no puede ser evitado por otros medios.
Si el embarazo representa un peligro para la salud de la mujer (entendida la salud como el bienestar físico, mental-emocional y social).
Si el embarazo proviene de una violación. Para acceder a la interrupción legal del embarazo es necesaria una consulta con un profesional de la salud, en un ámbito confidencial. El mismo evaluará el caso y certificará que la práctica se encuadra en alguna de estas tres causas. En el caso de una violación no es necesaria una denuncia.
Más información en sobre este protocolo en: https://www.huesped.org.ar/informacion/derechos-sexuales-y-reproductivos/tus-derechos/interrupcion-legal-del-embarazo/
[3]. Asignación universal por hijo: Es una asignación mensual por hasta 5 hijos menores de 18 años. La cobra uno solo de los padres priorizando a la mamá. Para cobrar cada mes tenés que presentar una vez al año la Libreta de cada hijo. Más información sobre el tema la podes obtener en: https://www.anses.gob.ar/asignacion-universal-por-hijo

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