Larreta y el retorno a la senda macrista

Con un franco tono presidencialista el Jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta, inauguró el último período de sesiones ordinarias como titular del Ejecutivo en  la Ciudad. 

«En la Ciudad también al principio nos dijeron que no íbamos a poder, que era imposible, que íbamos a fracasar. Y lo logramos. Nos animamos a transformar la Ciudad y ahora nos vamos a animar a transformar el país», aseguró Rodríguez Larreta durante la apertura de sesiones en la Legislatura.

«Trabajé durante una década y media todos los días, sin descanso, para hacer que todos los que viven y visitan la Ciudad vivan cada día mejor», manifestó haciendo referencia a sus ocho años como jefe de Gabinete y otros tantos frente al Ejecutivo.

Durante 50 minutos, el Jefe de Gobierno porteño reivindicó los 16 años de gestión junto a  su antecesor, Mauricio Macri, al que agradeció el inicio de la transformación de la Ciudad, al tiempo que alagó su desempeño al frente del Ejecutivo nacional, pues aseguró que si este año llega a la presidencia «retomará el camino empezado (por Mauricio Macri) en 2015».

Larreta considera la senda macrista medular «para un desarrollo federal de la Argentina», como también para suturar la grieta: «Cuando salimos del griterío, de la chicana, del ruido que genera la política, aparece el cambio», dijo, y llamó al conjunto de la clase política a «pelear juntos por el futuro que nos merecemos».

Sobre su gestión en el distrito porteño no anunció mayores propuestas para este año, aunque si se explayó en la necesidad de implementar políticas vinculadas a la creación de “zonas francas» que, para el mandatario, generarán «trabajo e inversiones”.

En cuanto a su gestión, Horacio Rodríguez Larreta, manifestó que dejará como «legado» una Ciudad «donde la educación es prioridad;  la seguridad no se negocia;  la política social genera trabajo; la salud no es un privilegio; la ley es igual para todos… Y, donde hay futuro».

También destinó un  extenso capítulo a las políticas de seguridad. Destacó la conformación de la Policía de la Ciudad y reclamó  el uso de las pistolas Taser para que los agentes de la Policía de la Ciudad “tengan más herramientas en situaciones de mucha concentración de gente”.

“Hay que animarse a enfrentar la inseguridad en serio, con mucha decisión política, con un plan, firmeza y trabajo. La Ciudad es el ejemplo de que se puede y estos resultados los vamos a llevar a todo el país”, manifestó.

Mientras decía estas palabras, legisladores y legisladoras del bloque del Frente de Todos (FdT), exponían  frente de sus bancas carteles con la leyenda «Larreta es Mafia».

Denunciando, de esta manera, la actuación del ministro de Seguridad, en uso de licencia, Marcelo D´Alessandro. Funcionario señalado por su participación en supuestos chats y audios en conversaciones con jueces federales, directivos del Grupo Clarín y empresarios que mantenían concesiones de servicios con el Gobierno local.

Otra de las grandes reivindicaciones que esgrimió el Jefe de Gobierno de la Ciudad fue el llamado proceso de integración y urbanización de los barrios populares o villas. Larreta aseguró que durante su gestión «pasamos de 39 barrios populares en 2015 a 50 en 2022».

Por la tarde la presidenta de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), Mariana, desmintió estas cifras. A través de las redes sociales la funcionaria expuso que en el barrio denominado Papa Francisco «la auditoria de CABA encontró grandes deficiencias en el IVC (Instituto de Vivienda de la Ciudad) a la hora de brindar soluciones a los y las vecinas».

La falta de planificación y organización,  como la ausencia de supervisión de las obras  y el incumlimiento de los plazos establecidos para la finalización de éstas, son algunas de las fallas que señaló Gagliardi en el caso de la Villa 20, del barrio de Villa Lugano.

«A pesar de esto, el Gobierno porteño siguió contratando a estas mismas empresas que además tenían deudas en la obra del Paseo del Bajo y en el Viaducto San Martín», destacó la titular de la AGCBA, que adjuntó un informe ejecutivo realizado por esa oficina.

«¿De qué integración y urbanización habla Larreta? Si en su gestión en la Ciudad de Buenos Aires, pasamos de 39 barrios populares en 2015 a 50 en 2022», completó Gagliardi.

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