Las murgas y la pasión del Carnaval

«La murga es un comunicador social, atraviesa los mismos caminos y porta la voz de incontables personas que viven cada uno de los momentos por las que pasa nuestro país, nuestra ciudad, nuestro barrio, nuestra familia, por eso en sus glosas y canciones se pueden escuchar letras con picardía, amor y con reclamos», señala Elías Ávalos, director de Los Calaveras de Constitución y delegado de las murgas porteñas.

El sentimiento que atraviesa a la mayoría de las murgas es la pasión, que unida a la celebración colectiva, se refleja en cada corso barrial. Ese sentir abarca desde la identidad y pertenencia, como también la protesta y el reclamo comunitario expresado en la representación más genuina de arte callejero que recoge, desde la alegría, una historia y tradición de la Ciudad de Buenos Aires.

«Desde la comunidad del Carnaval siempre esperamos con mucha ansiedad la llegada de esta fiesta; nos preparamos durante casi todo el año y ahora estamos con muchos ensayos de baile, desfile, escenario, canciones, percusión y poniendo a punto lo último que falta para salir», dice a Carlos Díaz, director de la murga La Gloriosa de Boedo y delegado por las agrupaciones dentro de la Comisión de Carnaval porteña, haciendo referencia al Programa Carnaval Porteño que esta murga organiza, en el corte de Belgrano y Mazza del barrio de Boedo, durante las cuatro primeras noches de Carnaval, uno de los 29 corsos que visten de fiesta la ciudad durante los fines de semana.
Más de la mitad de los corsos, entre ellos el de Colegiales, Coghlan, Palermo, Villa Urquiza, Flores, Liniers, Paternal, Pompeya, Saavedra, San Telmo, Villa Urquiza y Devoto son organizados por las mismas murgas, las que además tienen alrededor de 15 actuaciones en distintos festejos.
«Las murgas son un lugar de contención frente a la situación social, donde los pibes del barrio se sienten parte de algo colectivo», sostiene Díaz, crítico de los medios cuando se refieren a los corsos como si se tratase de “cortes de calles en lugar de  un hecho festivo, popular y artístico».
«Trabajamos para hacer un espectáculo en el que dejamos todo, tratando de poner lo mejor de cada uno, donde buscamos alegrar a los vecinos y decir lo que nos pasa con humor, picardía y sátira», reflexiona el director de la Gloriosa, y agrega»somos cultura y patrimonio, eso no es un título, es el reflejo de un pueblo que hace muchísimos años sale a festejar el Carnaval en las calles porteñas».

En febrero la ciudad se viste de fiesta para celebrar  el carnaval en los barrios porteños. En esta oportunidad, más de un millón de vecinos disfrutará de los festejos que se realizarán los sábados 11, 18 y 25; los domingos 5, 12, 19, 26; los lunes 27 de 19 a 2; y los martes 28 de 19 a 24. Esto se lleva a cabo en la Ciudad por el Programa Carnaval Porteño, que ofrece la música y el color de las agrupaciones de carnaval en los barrios.

 

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