Ni un pibe más en la cárcel ni en la calle

Desde hace más de 15 años, el Centro Educativo Isauro Arancibia, realiza tareas educativas con niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos en situación de calle, dándole contención y herramientas para que forjen su provenir. En este sentido, los trabajadores y trabajadores de este instituto, sito en Paseo Colón 1318, se pronunciaron en contra del proyecto de bajar la edad imputabilidad de los menores, diciendo:
Los/as estudiantes del Centro Educativo Isauro Arancibia se levantan de dormir en la vereda para asistir todos los días a la escuela, la defienden, se comprometen con ellos mismos y con los demás. Además de estudiar, para terminar su escolaridad primaria, buscan su sustento, dónde higienizarse, cuidar y atender a sus hijos/as e intentan soñar con un futuro mejor.
Son los más vulnerables y sienten diariamente la inseguridad por tener que sobrevivir en la calle sin derechos.
Nuestras/os estudiantes son hijos de familias empobrecidas por las políticas implementadas por la dictadura cívico militar y luego por los gobiernos democráticos neoliberales. Crecieron en la calle pidiendo y cartoneando desde que nacieron. Fueron expulsados de todas las redes sociales de contención: la escuela, el acceso a la justicia, a la salud, entre otros. Viven solos, cuidándose entre ellos, lejos de cualquier mirada amorosa, con una realidad que genera condiciones en las que el consumo de sustancias aparece como la posibilidad de alejar el temor, el hambre, el frío y la soledad.
En la escuela se enseña que todos y todas tenemos derecho a la salud, vivienda, educación, alimentación, recreación, a ser mirados, reconocidos y escuchados. Sin embargo todos estos derechos están vulnerados para los chicos y chicas que viven en situación de calle.
La sociedad tiene el deber de proteger y velar para que todos estos derechos se cumplan, en vez de estar impulsando una ley que los encierre. La baja en la edad de la imputabilidad no resuelve el problema. Culparlos desde más temprano no le dará ordenamiento a una sociedad desigual, resultado de su propia historia.
Los chicos y las chicas no son ni peligrosos, ni pibes chorros, ni vagos, ni adictos, ni pibes de la calle, son los invisibilizados de nuestros días. No los hagamos desaparecer.
Luchemos contra la inseguridad, transformando esta realidad. Ni un pibe más en la cárcel ni en la calle. Ni un pibe menos gozando todos sus derechos.

Breve Historia del Centro Educativo Isauro Arancibia
En el año 1998, a pedido de la CTA nacional, se abre en Independencia 766, un Centro Educativo para Adultos y Adolescentes de nivel primario para miembros de los sindicatos de base: AMMAR y MOI. Como resultado de un trabajo en red con organizaciones sociales, comenzaron a concurrir chicos en situación de calle que paraban en la estación de trenes de Constitución y también permitió la llegada de nuevos espacios. En el año 2001, Puentes Escolares, programa del Ministerio de Educación de la Ciudad, creado con el fin de establecer lazos entre la calle y la escuela, destinó recursos materiales y humanos a este centro luego de comprobar a través de un relevamiento que los jóvenes en situación de calle asistían y hacían referencia al “Isauro”. A principios del año 2006, debido a la elevada matrícula y la falta de espacio, el Centro Educativo se mudó a la cooperativa “El Molino”. A esta altura el Centro Educativo se había desdoblado en cuatro Centros. La gran receptividad de los alumnos/as, demostró la necesidad del joven en situación de calle de apropiarse material y simbólicamente de un lugar desde el cual desplegar sus potencialidades y construir su autonomía. En el año 2007, se hizo un convenio con el Centro de Formación Profesional Nº 3 de la Ciudad, dependiente de UOCRA, lugar donde se otorgaron varias aulas y salones de usos múltiples para el desarrollo de todas las propuestas. En el 2008, se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Educación de la CABA, la UOCRA y el Centro Educativo Isauro Arancibia donde el Ministerio se comprometió a poner en condiciones el edificio de la calle Manuel García 370 para uso de nuestro Centro Educativo. Nunca se iniciaron las obras. En el año 2009 estudiantes y trabajadores, iniciaron una larga lucha para conseguir un edificio propio. Gracias a esta lucha desde principios de 2011 se les cedió un edificio en Paseo Colón 1318.
Pese a estas cuatro mudanzas, los chicos y chicas continúan concurriendo y requiriendo actividades, a la vez que impulsan a otros jóvenes a acompañarlos a incorporarse. En primera instancia los alumnos establecen un lazo afectivo con el centro, que luego se transfiere al interés por el conocimiento, cumpliendo también la función de lugar de pertenencia, impulsando a los estudiantes no sólo a concurrir, sino a sumarse activamente a las nuevas ofertas que surgen.

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