Relatos Indómitos

Pobres. Rotas. Invisibles.

por Marta García

Le enseñaron a correr por todo. Por hambre, por agua, por lugar bajo el puente, por cajas de cartón, por traiciones de revolución industrial, por los disparos.

No le permitieron un descanso y al no saber cómo recuperar el aliento, naturalizó que no le correspondía. Un día se desplomó en la intemperie.

Y sin cobertura social, ni justicia, ni Estado fue abandonada en la calle. Y hasta el desamparo la canceló.

Como lo que la perseguía siguió la inercia de los acontecimientos fue alcanzada por todo. Y por 16 puñaladas.

Entonces ya herida de todas las formas posibles, se detuvo a orillas de un océano de personas para ver si la ayudaban con un poco de aliento pero se lo respiraron todo y siguieron caminando por Constitución como si ella nunca hubiera existido.

No le correspondía nada. No estaba registrada ni tenía carnet de vacunación como el caniche de la familia. Una sombra a la que de vez en cuando se le tira unas monedas sin derechos ciudadanos.

Y de esa orilla fue arrancada por una ola de desprecio y violencia. Y ese 28 de enero fue Una Menos.

A lo lejos, mientras ve ahogarse a Celeste Ríos como una boya en situación de calle.

El patriarca del agua mete el pie en el océano por si esta muy frio para su cría.
Debería darnos vergüenza dejarlo hacer.

Guardamos las formas mientras otra mujer por pobre, por rota, por invisible es masticada por la matanza.
No se va a caer. Ni la caída lo quiere con ella. No hay justicia. No hay Estado.

Todo está en nuestras manos. Sólo un empujón y se ahoga en el mismo océano, ese que se rebalsa de nosotras. Vivas y muertas. Venceremos. Somos el océano.

Y el océano se está recalentando.

«No debería sorprendernos que a las mujeres pobres, a las más rotas, no nos tengan en cuenta, que nos maten y no pase nada.», dice Daniela Camozzi, integrante de la organización trans feminista NTD -No Tan Distintes- que forma parte de la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de calle.

Las mujeres cuando no pueden más, pueden todo.

El 28 de enero de 2023 el femicidio de Celeste Ríos, una mujer en situación de vulnerabilidad social, solo fue noticia en un grupo de whatsapp. Su pareja le propinó 16 puñaladas, en plena calle, a la vista de cientos de personas.

Nadie la ayudó.

El Estado es responsable.

 

Marta García o Marta Drooker es licenciada en Letras en la UNC, escritora y editora en el Grupo Editor 7. Una invitación al trabajo colectivo y participativo que reconoce el derecho colectivo de les autores sobre sus obras y las regalías que le corresponden.
Foto: Edith Tudor-Hart

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