¡Roberto Perdía!

por Marcelo Valko

A pocos días de una nueva conmemoración del último Golpe Cívico-Militar falleció a los 82 el “Pelado” Perdía. Abogado recibido en la UCA, como es sabido, fue uno de los lideres de Montoneros. Trabajador incansable de la Gremial de Abogados con una entrega militante absoluta. Siempre me impresionó su comprometida lucidez en la que no titubeó, incluso, en hacer una profunda autocrítica con respecto a la violencia de Montoneros durante el gobierno peronista: “Desde lo formal, fue un error porque había un gobierno constitucional. Desde el punto de vista político también, porque significaba profundizar la separación que había entre el pueblo y la estructura de Montoneros. Y nos equivocamos. No supimos explicar ni encontrar otros caminos de respuesta”. Estas reflexiones las encontramos en su documentadísimo “Montoneros. El peronismo combatiente en primera persona” de 875 págs., editado por Planeta en 2013. Poco después me contactó. Estaba escribiendo un ensayo historiando las trampas y taras de esta Democracia y advertía, con claridad, que debía comenzar con los pueblos originarios, luego abordó esta temática en Resumen Latinoamericano donde, de alguna manera, anticipó lo que hoy acontece con la elección de Milei. Nos encontramos aquella primera vez en La Academia de avenida Callao donde me dedicó sus libros, al ver la solapa biográfica observé que había nacido en Rancagua, próximo a Pergamino, le dije que justo viajaba allí al día siguiente respondiendo una invitación. Nos miramos extrañados ante esa rara coincidencia. A partir de allí, nos vimos varias veces, incluso vino a cenar a casa con su maravillosa compañera de toda la vida. En una oportunidad, en su oficina de la calle Tucumán al 1500 ubicada frente a una Comisaría de la Ciudad, le dije en broma: justo vos, ¡qué lugar te buscaste! “Es adrede, respondió, si me llegan a secuestrar les va a ser muy difícil explicarlo”. Vivía en La Plata modestamente y venía a Buenos Aires un par de días a la semana por trámites de la Gremial de Abogados y para participar en columnas periodísticas. En otro momento le pregunté: ¿ustedes realmente creían que la revolución estaba a la vuelta de la esquina?”. Me dijo muy serio: “Sí, estaba a la vuelta de la esquina…” La foto que acompaña esta nota es de un homenaje que se realizó en Rancagua, su pueblo natal. Vamos a extrañar ese entusiasmo militante a prueba de todo, tal como finaliza su último libro: “Seamos realistas, hagamos lo imposible”.
Es lento, pero viene…

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