Si lo viera Pasteur…

Larreta cierra hospitales modelo

por Cristina Sottile

No siempre Occidente tuvo a disposición vacunas, antibióticos y la conciencia de la necesidad de (por ejemplo) operar en un medio estéril. Todo esto es muy reciente; el higienismo del siglo XIX fue adoptado casi simultáneamente por la Argentina, y se plasma en la arquitectura de nuestros hospitales que siguen el modelo hospitalario de Pasteur.

Aparecen así, en Europa y aquí, los hospitales con pabellones para separar diferentes tipos de enfermedades y tratamientos, con la doble circulación, que establece recorridos para profesionales, personal del hospital y pacientes, y también la galería externa para visitantes. Se contempla también el poder bactericida del sol y el oxígeno, proveyendo a los edificios de grandes ventanales y separando los pabellones y el exterior del hospital con espacios ajardinados y arbolados profusamente.

Este es el modelo hospitalario que tenemos en la Argentina hasta hoy, donde se prioriza la atención universalizada -entendida como derecho-, y donde el Hospital es al mismo tiempo lugar de formación de futuros profesionales. Y es también lugar de divulgación de prevención de enfermedades, aplicación de vacunas, y de articulación con diversas instituciones a fin de educar para la salud.

Salud y mercado

Todo lo expuesto arriba, desde el punto de vista del mercado de la salud, tiene un precio. Ese precio debe ser pagado, no por el sistema de salud que sostenemos con nuestros impuestos, sino por quien más lo necesita: el paciente y/o su familia. Cualquier consideración humanitaria se hace humo ante la lógica del mercado. Y la lucha contra el mercado es dura.

Hace 8 años en Buenos Aires se logró detener un proyecto de destrucción de tres Hospitales: El Ferrer -de enfermedades respiratorias-, El Udaondo -de Gastroenterología- y El Muñiz -de enfermedades infecciosas-.  Se trataba de fusionarlos. Era un error reunir enfermos del sistema respiratorio con otros de enfermedades infecciosas de cualquier tipo, y era un error la destrucción de un sistema eficiente tanto en la atención como en la formación, ya que en los Hospitales se llevan adelante prácticas que no se realizan en los establecimientos privados, dada su poca rentabilidad.

Hoy vuelve a impulsarse la idea de fusionar hospitales, sin considerar los puntos de arriba y tampoco la distribución sanitaria en la Ciudad. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es otra vez el mercado. Ocurre por la codicia de los terrenos donde los hospitales están emplazados. ¿Hay cierta sensibilidad por la salud de la población más vulnerable? No. Los mercaderes sólo contemplan el valor de venta de la tierra, no de los edificios, ni de los árboles que benefician a todo el barrio, ni de los internados, ni de los trabajadores, ni de los residentes en formación. Lo importante para ellos es el valor de la tierra para emprendimientos inmobiliarios, con miras a la apropiación del sur de la CABA.

Gobierno y mercado

En estos procesos de apropiación, que impulsa el Gobierno en función del mercado, hay dos cuestiones molestas para los apropiadores: las personas que viven en el lugar y las instituciones avasalladas, en este caso hospitales, que son defendidos por la ciudadanía. Estos procesos (nunca mejor aplicada la palabra que tanto escalofrío nos produce) siempre son violentos. Involucran violencia económica, y asfixia social: falta de escuelas, transportes, mantenimiento, incendios «espontáneos», desalojos y al final, represión. Por eso el Gobierno suele hacer campañas mediáticas que instalan la criminalización de la población de los sitios económicamente deseados, la necesidad de «limpiar» ciertos barrios, y la promesa de una vida mejor, más limpia, prolija y feliz, para quienes accedan al futuro paraíso inmobiliario. Y también se llevan adelante campañas de desprestigio de la institución a destruir, en este caso los Hospitales, que son «compradas» alegre y acríticamente por quienes luego se verán perjudicados.

Mejor 5 que 3

¿Hubo cambios? Ahora, el Gobierno y el Mercado, no conformes con la idea de unificar los tres Hospitales mencionados -que hace años produjo fuerte repudio de los vecinos y de la comunidad médica- suben la apuesta. Larreta pretende hacer el mismo tipo de amontonamiento, pero esta vez con cinco Hospitales.

Se agregan el Hospital de Oncología María Curie y el Hospital de Rehabilitación Psicofísica. ¿Cómo es posible que desde el Ministerio de Salud provenga un proyecto que reúne pacientes inmuno deprimidos -como es el caso de los oncológicos- con pacientes portadores de enfermedades infecciosas? ¿Este Ministerio, devenido en agencia inmobiliaria, habrá tasado el terreno donde se encuentra El María Curie, en pleno Parque Centenario?  No voy a hacer especulaciones, dejo el interrogante para quien quiera indagar sobre los precios de los terrenos en Caballito.

Estas prácticas especulativas producen no sólo la destrucción del sistema de salud en la atención y en la formación de profesionales, sino la privación de espacios verdes a la CABA,  destruye el paisaje urbano, borra la memoria de la ciudad (y tal vez sea ése el fin) que está ligada a hitos materiales que se reconocen a lo largo de generaciones,  restringe derechos constitucionales, modifica la traza urbana y rompe relaciones y redes sociales que no pueden ser repuestas.

2 comentarios en “Si lo viera Pasteur…”

  1. La nota muy buena.
    Pasas por todos los estados.
    Bien por la nota tristeza por toda la destrucción del sistema público en pos de los negocios y esto último que termina por enfurecer mi estado de ánimo.
    Impulsa no solo el negocio inmobiliario sino el negocio de la salud privada ya que estos institutos no tendrán guardia. No solo nos privan de nuestros derechos sino que directamente nos matan a los q menos tenemos.
    #Somos Nosotros o ellos.
    #El Ajuste Mata
    #Fuera Macri y el FMI
    #Elecciones Adelantadas
    #Asamblea Constituyente
    No para cambiar de figurita sino para que el pueblo decida que país queremos.
    Porque esto así no puede seguir.
    Saludos.

  2. Esto es parte del plan sistemático de vulnerar aún más los derechos de aquellos q menos tienen, quitándole las mismas oportunidades que tienen los que pueden pagar una prepaga o tienen obra social porq su trabajo es con aportes.

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