Un Paro allá a lo lejos…

por Marcelo Valko

Finalmente la CGT parece despertar del letargo de años y acaba de decretar un Paro General para el 24 de enero. En un momento en que el flamante gobierno que enarbola una libertad del todo incomprensible donde habrá que pedir permiso hasta para reuniones públicas de 3 o más personas que nos recuerdan con claridad a ordenanzas de la Dictadura del ´76, que gobernaba con la suma del Poder Público mediante decretos, los “Gordos” de la CGT se ven forzados por las circunstancias a anunciar el Paro. Ahora bien, lo patean bastante lejos de un aquí y ahora muy acuciante para la gente, tanto para quienes lo votaron esperanzados en que Milei cumpla sus promesas de que el costo lo pague la “casta política” que a fin de cuentas terminó dentro de su gobierno, como para los que no lo votaron sabiendo que, con su gobierno se vendría la noche para el pueblo (no la casta) como efectivamente estamos advirtiendo en todos los órdenes. Sin embargo, al patear el Paro hacia fines de enero, les da tiempo a negociar (sobre todo en lo que afecta la recaudación y manejo de fondos de los sindicatos debido al DNU y la Ley Ómnibus), o para que, aplicando el axioma del expresidente Duhalde “sea lo que Dios quiera”.

Como vimos, a la adormecida CGT no le quedó otra que hacer una concentración frente a Tribunales para que las bases no se la lleven puesta, donde su “combatividad” quedó reducida a pedirle permiso a Bullrich para realizar el acto asegurando que andarían por la vereda y estarían en la plaza. Fue algo tan vergonzoso ese insólito pedido de permiso que hasta la misma Bullrich se asombró al comentarlo triunfante en la conferencia de prensa posterior resaltando el pedido de permiso para marchar que calificó de “hito histórico” (Perfil 28/12/2023).

Durante esa concentración, mientras Daer se retiraba del palco rodeado por su Guardia de Corps fueron tantos los insultos para que decrete el Paro General que la cúpula cegetista algo habrá advertido. La foto que ilustra esta nota es elocuente. Muestra con notable sentido de la oportunidad el momento en que le llueven las puteadas de infinidad de trabajadores e incluso se observa un cartel escrito sobre un cartón corrugado donde se lee claramente ¡PARO GENERAL YA! Por último, el 24 de enero, Daer y el resto de la cúpula seguramente lo ignoran, es el Día del Ekeko, una celebración andina de la abundancia: para que lo micro se haga macro, donde lo pequeño se transformará en grande. Esperemos que las movilizaciones a lo largo del país en los días venideros muestren la fuerza del pueblo. Es lento, pero viene…

Foto: Alejandro Valko-Estepario Lobo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *