Y después del circo, ¿qué?

Diagnóstico
Hablamos en la Parte I del “Cuento de la Democracia”, la palabra griega que significa el poder del pueblo. ¿En qué consiste y cómo nos dicen que surgió? Hubo una vez un pueblo, que harto de la omnipotencia de los reyes, la avaricia de los banqueros y el ansia de figurar y currar de los jefes carismáticos decidió reunirse en asambleas, tomar sus propias decisiones y gobernarse a sí mismo escuchando los intereses de todos. Ese cuento con cierre feliz nos sugiere el origen y el fin de la Democracia.[1]
Pero no quedan así las cosas. Lo que pasa es que los intereses de los ricos y poderosos se juntan y fortalecen, prevaleciendo sobre los demás; y entonces se implanta una llamada democracia representativa, “porque el pueblo seguirá gobernando, pero a través de sus representantes”, dicen y mienten los ricos y los poderosos. Y así nacen los partidos y la clase política, que gobierna en la actualidad según el dictado de las corporaciones y del FMI, y no de nuestros intereses. Por eso no estamos bien.
Es decir: los gobernantes de este país NO son nuestros representantes. No hay Democracia, sino fraude. ¿Cómo se hace este fraude? Como todos los fraudes, mediante una gran mentira sostenida en el tiempo por la clase política y los medios corporativos de comunicación masiva. La manipulación mediática es tal, que la gente cree tener ideas o teorías propias, cuando en realidad son insertadas. Se ha superado la distopía del horror del libro 1984. Una expresión de esta gran mentira es el Circo electoral actual. El Circo electoral, montado cada dos o cuatro años, protagonizado por la clase política, difundido por los medios de comunicación masivos, y sostenido por las corporaciones y el FMI, es una parodia de lucha entre ilusionistas, payasos, malabaristas, fieras, gladiadores y equilibristas, que fingen defender los intereses del pueblo. Ninguno de esos candidatos ha sido directamente elegido por el pueblo para representarlo. Son productos mediáticos puestos a dedo, designados por una cúpula partidaria, por las corporaciones o por el FMI. ¡Y quieren hacerle creer a la gente que la representan y luchan por sus intereses!

Terapia

Me preguntarán ustedes cómo se sostiene semejante engaño. A través del entretenimiento, la distracción, y también por las teorías insertadas. Un ejemplo de esto es “La teoría del mal menor”, que anclada en lo más siniestro de la manipulación es la dominación por el miedo y la ignorancia. “Vote al menos malo”. “Vote a ése, porque el otro le hará todavía más daño”. En realidad, el mensaje es “¡Vote!”, no importa a quien. Si usted vota el circo continúa. Los políticos rotarán en sus cargos, seguirán defendiendo los intereses de las corporaciones y el FMI, y dirán radiantes que en esta ejemplar jornada ‘democrática’ el pueblo se ha expresado.
¿Qué puede hacer? Si Ud. no tiene una afinidad ideológica y no pertenece al 10% de la población que se beneficia con ellos, diga no. No los vote. Será el mejor comienzo para construir una democracia de verdad. Mientras tanto este circo seguirá: con las promesas de felicidad, de orden, de justicia social, con equilibristas, con la magia de una economía sustentable y las cachetadas de payasos para entretenernos.
¿Qué pasará después? Circo, circus, del latín, significa círculo y cerco. Y lo que pasará, es que una vez acabado el espectáculo y celebrados los resultados, la clase política ya “legitimada” olvidará promesas, derechos y justicia, pero sí se acordará del orden, un orden muy conveniente para ella, y tenderá para protegerse un cerco entre nosotros y ella.
Ahora mismo puede verse ese cerco, como un presagio de lo que vendrá, en las vallas frente al Palacio de Tribunales para contener a los pueblos originarios, que han hecho 2000 kilómetros desde Jujuy, reclamando el derecho a la tierra, y permanecen en Plaza Lavalle desde hace dos meses, esperando ser atendidos por los representantes (Ver las notas correspondientes en el Periódico VAS Nº 175). Pero el Tercer Malón de la Paz encuentra finalmente vallas en la Justicia, en el Congreso, en la Casa de Gobierno. Son entretenidos con el circo y después cercados. Así nos pasará a nosotros hasta que reaccionemos.

1. Ver “El Cuento de la Democracia”, Parte I en Periódico VAS Nº 173 y “Elecciones y Democracia” Parte II en Periódico VAS Nº 174.

Imagen: Angelo Musco

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