Altas expectativas y bajos perfiles en las primeras audiencias del Senado


por Ximena Schinca  

Son altas las expectativas ante las primeras jornadas del debate que arrancó en el Salón Illia del Senado los días martes y miércoles pasados, por el plenario de las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales, y Asuntos Constitucionales, que tratará el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Entre bambalinas, se escuchó decir que las y los senadores son la “elite” parlamentaria, cuestionar la autenticidad de representatividad de la Cámara, repetir que “ahora se está jugando otra liga”, y bromear con que el Senado es “tan feminista como el Vaticano”.

No sin obstáculos, varias periodistas feministas quedamos afuera de las reuniones que arrancaron la semana pasada; y este martes, recién conseguimos acceso a poco de empezar la ronda de 18 expositores que abrió la ex directora del Consejo de la Mujer María Lucila Colombo. Con una exposición similar a la que realizó en Diputados, Colombo señaló que el aborto «no es un derecho de las mujeres», pero que «las mujeres no deben ser penalizadas».

“Querría que (este debate) fuera todo lo público que ha sido el ejemplar debate que hubo en la Cámara de diputados para llegar a la media sanción del proyecto IVE”, comenzó su exposición Martha Rosenberg, miembro fundadora de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Rosenberg continuó interpelando a los legisladores a transformar “el dolor en derechos y señaló que hay “formas de decir perversas” como cuando se dice “eliminación de un ser humano por otro ser humano”. ¿No son seres humanos las que se mueren (por aborto clandestino?, preguntó la médica y psicoanalista con su característica retórica.

Minutos antes, el doctor Pedro Cahn, director de la Fundación de la Huésped, había cuestionado a los médicos que no harán abortos si se aprueba la ley. «Me recuerda a la objeción de conciencia de hecho que muchos practicaron con las personas HIV en el comienzo de la epidemia», dijo el infectólogo y pionero en la lucha contra el VIH/sida en Argentina.

Una constante en la argumentación de quienes expusieron contra el proyecto IVE fue la referencia experiencias de abortos clandestinos. “No pueden ni pensar en el futuro. Pero al final del día se quedan con la mirada vacía, tratando de olvidarse lo más rápido lo que vivieron en esa salita o en ese quirófano, porque la calidad del lugar no hace que la herida duela menos, como tampoco el hecho de que sea legal”, concluyó el sacerdote Matías Jurado, tras relatar una serie de historias de mujeres que debieron abortar de manera insegura, clandestina y  que le habían contado sus historias en confesión. Consultado acerca de si pensaba que esas mujeres debían ir presas, el sacerdote respondió que su opinión no era relevante sino lo que diga la ley.

Haciendo oídos sordos al caso Belén (la joven tucumana que estuvo presa más de dos años tras un aborto espontáneo), la jornada del martes se caracterizó por las repetidas manifestaciones antiabortistas que afirmaron que Argentina no tiene mujeres presas por abortos. “No he visto ningún caso de criminalización por aborto”, señaló el ginecólogo Eduardo Young.

“La Corte Interamericana ha distinguido perfectamente «vida» de «persona». Y en el propio Código Civil ya desde Vélez Sarsfield hay una norma que dice que esa persona está sometida a una condición resolutoria: a que nazca con vida”, la jurista y ex jueza de la Corte mendocina Aída Kemelmajer de Carlucci, que cerró la audiencia informativa del miércoles que duró cerca de ocho horas de duración y tuvo 23 oradores, y respondió numerosas preguntas de las y los senadores presentes.

Los expositores en contra del aborto legal, por su parte, cuestionaron la gradualidad en el derecho a la vida, el registro de los objetores de conciencia y la disponibilidad de recursos médicos y económicos para realizar la práctica si se aprueba el aborto legal, seguro y gratuito. “Estamos limitando derechos del trabajador médico”, señaló el doctor Carlos José Wechsler, que se presentó como neutral al debate. “Donde muchos ven fetos, yo veo hijos. Donde muchos ven ovarios y cuerpos, yo veo madres”, señaló Úrsula Basset, doctora en Ciencias Jurídicas de la UCA, quien en su exposición en Diputados había manifestado que “la niña del caso FAL se salvó de seguir siendo abusada gracias a su embarazo”.

Los abogados Ricardo Gil Lavedra, Andrés Gil Domínguez, y la  Mariela Belsky(Amnistía Internacional) defendieron la constitucionalidad del proyecto IVE.  “Un feto que no tiene vida independiente no puede tener más derechos que una mujer, que ya tiene responsabilidades sociales y cívicas”, afirmó la médica Irene Scheimberg, jefa de la unidad de patología perinatal y pediatría del Royal London Hospital. “En Inglaterra disminuyeron los abortos en mujeres de menos de 19 años de 34 a 23 por cada 1000 mujeres. Eso ocurre porque al mismo tiempo que hay aborto legal hay educación sexual en colegios secundarios y también en escuelas primarias”, explicó la doctora, a quien no le formularon preguntas.

El Senado tiene previstas 60 ponencias de especialistas (abogados, médicos, psicólogos y ex funcionarios que ya se expresaron en Diputados) distribuidos en siete audiencias que continuarán los próximos martes y miércoles hasta llegar a la firma del dictamen el 1 de agosto, y al tratamiento en recinto para el 8 de agosto. El martes 24 de julio, exponen el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, y el ex titular de la misma cartera Ginés González García.

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