El prime time abortista trasmitió desde el Congreso

por Ximena Schinca

“Cuando tenía 21 quedé embarazada. Mi pareja tenía 34. Me dijo que hiciéramos lo que yo quisiera. Yo estaba entusiasmada cursando la carrera, no me imaginaba siendo mamá a esa edad, tenía muchos planes por delante y le dije que quería abortar. Los días previos estaba muy angustiada. El mejor amigo de mi pareja tenía una novia de Dinamarca que había abortado tres veces (para entonces tenía dos hijos, posteriores) y me encontré con ella para que me contara. Yo lloraba y le decía que me sentía culpable. ¿Culpable de qué?, me preguntó ella, azorada, sin poder entender. En Dinamarca el aborto era legal y ella se los había hecho con la mayor naturalidad en hospitales públicos”.
El fragmento es parte de un post que la escritora y activista Florencia Abbate subió a su muro de Facebook ayer. El post de Abbate fue uno más de los incontables posteos del exitoso Tuitazo convocado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito (CNDA), que se largó a las 12 horas y cerró al caer la noche con un Pañuelazo inmenso, masivo y popular, frente al Congreso de la Nación. Su relato es uno más entre los 500.000 abortos inseguros al año que, en Argentina, se realizan en condiciones de clandestinidad, incertidumbre y angustia.

“Ni muertas ni presas por aborto clandestino. Aborto legal, una deuda de la democracia”, es la consigna que la CNDA promueve hace 13 años por los derechos de las mujeres y, que hace un mes, de la mano de la actriz Muriel Santa Ana que contó que había interrumpido un embarazo a los 24 años, llegó al prime time televisivo y los programas de chimentos. “Todo mi amor y mi compromiso en esta lucha por las nenas, las adolescentes y mujeres que hoy están abortando en ranchos o departamentos de recoleta poniendo en riesgo sus vida”, tuiteó la actriz, ayer por la tarde, sumándose al Tuitazo. A la afirmación de Santa Ana (cualquier interpretación o ironía es pura coincidencia) la acompañan las últimas cifras oficiales: en 2013, el 50% de las muertes por embarazo terminado en aborto correspondió a mujeres de 15 a 29 años, entre ellas nueve de adolescentes de 15 a 19 años.

El aborto legal será uno de los principales ejes del Paro Internacional de Mujeres del #8M. En este sentido, la diputada nacional Victoria Donda anticipó ayer que pedirá tatar el proyecto en el Congreso nacional ese día.

Pasadas las 18 horas, el horario estelar trasmitió desde la calle, cuando miles se plantaron frente al honorable edificio para exigirle a lxs legisladorxs que sancionen, de una vez y para siempre, el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
“Tenemos el apoyo de la sociedad. Lo que falta es que lxs diputadxs se hagan cargo, debatan y sancionen el proyecto”, nos había dicho a mediados de enero la activista Celeste MacDougall, celebrando la visibilización del tema y augurando un año clave para la lucha por el aborto legal en Argentina. Ayer Celeste repitió el reclamo frente al Congreso junto a otras muchas con pañuelos verdes, y a referentes fundadoras de la CNDA como Martha Rosenberg y Nina Brugo. Con su humor característico, Nina se burló de los legisladores que señalan a las abortistas como piantavotos, les pidió que se pongan “polleras y pantalones” para legislar y celebró la cantidad de jóvenes que se hicieron presentes en el Pañuelazo.
“Si el aborto está penalizado en general, las mujeres somos ciudadanas de segunda. Buscamos la posibilidad de que las maternidades sean elegidas y deseadas, no forzadas”, posteó la escritora Selva Almada desde su muro de Facebook.
Al llegar la noche, desde las redes sociales, resonaba a coro un grito potente y emancipador:
¡Desprotegidas! ¡Abortamos!
¡Y sin leyes! ¡Abortamos!
¡Putas feministas! ¡Abortamos!
¡Abortamos!
¡Abortamos!
¡Abortamos!

 

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