Vandana Shiva: “ El arte nos ayuda a salir de esta prisión de adorar el dinero”

La filósofa, escritora y ecofeminista india, Vandana Shiva, junto a la cineasta y ambientalista francesa Marie-Monique Robin, fueron figuras centrales  del Festival Internacional de Cine Ambiental (Finca), que se desarrolló la semana pasada en nuestra ciudad. Oportunidad en la que expuso acerca de diferentes cuestiones relacionadas con la soberanía alimentaria y puso sus esperanzas en “el arte y la religión” como las dos instancias que pueden ayudar a generar un cambio real en los medios de producción.

“El dinero y la tecnología fueron puestos en la cima. Se los adora, pero son sólo medios. El arte es creatividad, por eso es muy útil para el cambio. El arte nos ayuda a salir de esta prisión de adorar el dinero y la religión es el lugar en donde podemos reclamar nuestra verdadera humanidad”, señaló Shiva.

En la siguiente entrevista, la pensadora india reflexiona acerca del rol del arte y la religión en una búsqueda de alternativas productivas.

– ¿Qué la inspiró a venir a la Argentina en este contexto?

– Hay dos razones que me inspiraron a venir. La primera es que Argentina es una víctima del imperio de Monsanto, al igual que India con el algodón. Estamos viviendo una crisis en el mundo y quiero mostrar mi solidaridad con Córdoba en esta lucha con Monsanto. La segunda es que antes creía que en el mundo todo se resolvía con ecuaciones, pero después me di cuenta que hay muchos problemas que la pseudo-ciencia no puede resolver y hay mucho control sobre los medios de comunicación. Pero las películas es un lugar donde se pueden contar historias verdaderas.

– ¿Cuál cree que es el mensaje que se envía desde Hollywood en este sentido?

– Hay distintos mensajes: el primero es que la violencia es la norma. El segundo es que es lo más normal que el uno por ciento de la población controle el 99 por ciento de las riquezas y que lo lograron por sus propios méritos y esto no es así. Lo lograron a través del robo. Y lo tercero es que hay un mensaje de crecimiento, como ocurre en Argentina con la soja, cuando en realidad hay una destrucción porque no hay un crecimento , no hay buena salud para el suelo ni para las personas. Basado en estas cosas, Monsanto dice que inventó las semillas, al patentarlas, y cree que puede generar una renta con ellas.

– ¿Cómo considera que se sale de este gran entramado?

– La mayoría de las mentes fueron ocupadas por las construcciones de la ocupación y el primer paso es reconocer que esto es una construcción. Este sistema de ocupación entra de una manera muy concreta a nuestra vida, a través del grano de soja, enfermando a los chicos. La alternativa que hay que crear es tener una agricultura ecológica y tener comunidades locales. Lo que necesitamos para el futuro es una agricultura a nivel local, no globalizada como ahora.

– ¿Vislumbra que algún líder mundial puede colaborar desde su lugar para este cambio?

– Debo decir que agradezco a la Argentina por habernos dado al Papa Francisco. Fui invitada por para ser parte de una discusión para redefinir la economía. Yo creo que su experiencia con la gente en este país y los sufrimientos de este lugar es lo que le da la posibilidad de tener esos puntos de vista. En una encíclica se refirió a estos temas, en donde muestra que somos hijos de la tierra. Cuando el movimiento ecológico y el movimiento por la justicia pueda ser uno, la gente va a tener el poder de ser libre. Estuve en París y en Copenhagüe por eso. En Copenhagüe se rompió el tratado pero en París, no. ¿Por qué ocurrió en un lugar sí y en otro no? Por la encíclica papal. Francisco brinda el poder y la conciencia para que el mundo esté unido para un propósito distinto.

– Usted es ecofeminista, ¿no choca este concepto suyo con el rol que la Iglesia le dio históricamente a la mujer?

– La Iglesia se convirtió en un instrumento de poder, sobre todo luego de una encíclica de 1493 que justificaba la colonización y eso aportó violencia. El Papa Francisco está cambiando eso. La Iglesia fue cooptada para transmitir el mensaje del capitalismo y se alejó del mensaje de armonía. Y hubo otro elemento que fue prohibir la feminidad en las iglesias y sacarle el rol central a la Virgen. Yo veo un potencial en la Iglesia para corregir estas violaciones. Ya en la relación con las culturas y los lugares, el Papa creó un gran cambio. Si no hay un antagonismo esencial entre hombres y mujeres, no debería haberlo entre Iglesia y mujeres.

– Con todo esto, pareciera que usted ve en el arte y la religión dos de las herramientas más importantes en el cambio que propone.

– Es que el dinero y la tecnología fueron puestos en la cima. Se los adora, pero son sólo medios. El arte es creatividad, por eso es muy útil para el cambio. El arte nos ayuda a salir de esta prisión de adorar el dinero y la religión es el lugar en donde podemos reclamar nuestra verdadera humanidad. En la encíclica papal hay algo muy lindo escrito sobre cómo la tecnología y la industria nos está alejando de nuestra humanidad. Necesitamos biodiversidad en nuestras granjas, en nuestra producción, en lo que comemos, en la economía y también en nuestro sistema político.

 

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