Un Encuentro “bisagra” para el movimiento feminista

por Mariela Acevedo*

A pesar de la torrencial lluvia del sábado, de las dificultades en desplazarse en una ciudad con diagonales larguísimas y del frío que se instaló ese fin de semana largo de octubre, multitudes de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries participaron de talleres y otros espacios en el Encuentro que anualmente se autoconvoca en distintas ciudades del país hace más de treinta años. Se trató de un particular Encuentro en el que la discusión principal estuvo marcada por un doble comando entre las propuestas de la Comisión Organizadora (CO) del XXXIV Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) y aquellas impulsadas por la Campaña “Somos Plurinacional” (que promovía abandonar la categoría “nacional” y nombrar en la convocatoria a Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, No Binaries en lugar de solo “mujeres”). Estas tensiones, lejos de partir las aguas, decantaron por la opción más plural y revitalizaron los debates que nos atraviesan como movimiento. Las discusiones seguramente seguirán y serán retomadas cuando nos encontremos en 2020 en San Luis, la próxima sede.

Una fuega verde no se apaga
El verde ya es color instalado en los Encuentros desde hace años, por lo que más que argumentar o convencer la Campaña por el aborto seguro, legal y gratuito encuentra en estas fechas una instancia para celebrar lo conseguido: un mar de fueguitos amarrados en mochilas, sujetos en las muñecas, usados como tops, bandanas, parches que recorren las calles. La cercanía con los debates parlamentarios y la necesidad de volver a discutir el acceso legal a la interrupción del embarazo, de volver a presentar el proyecto legislativo y de continuar dando la discusión en las calles, las aulas y las instituciones es palpable. Pero en el Encuentro estamos de acuerdo, los talleres sobre “Estrategias para la legalización del aborto” que hace años se crearon para dejar de discutir con las que ahora se identifican con el pañuelo celeste, han producido miles de estrategias que se sintetizaron en el Pañuelazo que se realizó el sábado en la Plaza San Martín, corazón del Encuentro platense. La plaza fue también el centro de la Campaña Somos Plurinacional que buscó hacer visible la existencia de 36 pueblos originarios, compañeras migrantes y afros quienes participaron en la radio abierta y el escenario montado para dar voces a las feministas de Abya Yala.
Por segundo año consecutivo, la marcha contra los travesticidios y transfemicidios se incluyó como parte de la agenda oficial del Encuentro. La marcha impulsada por travestis y transfeminidades denuncia la violencia específica contra el colectivo que se expresa en la muerte temprana por violencia machista y la precariedad instalada por violencia estructural, esa que expulsa tempranamente de la escuela y la familia y condena sin opciones a las compañeras a la esquina y la prostitución como modo de sobrevivencia. En la marcha se visibilizaron los nombres de quienes ya no están y se exigió la implementación del cupo laboral trans, que destinaría el uno por ciento de la planta del Estado a la población travesti trans. También, por primera vez se incluyó en la oferta de talleres un espacio para discutir sobre las travesticidios/transfemicidios y un taller sobre transmasculinidades.
Este año se reclamó un espacio de mayor visibilidad para lesbianas, travestis, trans y no binaries: fue la plaza Dardo Rocha en la que se concentró el Encontrolazo, un espacio con agenda propia dentro del Encuentro, en el que se brindaron charlas y talleres en torno a los reclamos de mayor apertura a las disidencias que desde hace décadas habitan los encuentros sin ser nombradas: talleres de autodefensa, de convivir con VIH, de feminismo marrón como identidad mestiza y de la la cuerpa marika fueron algunos de los espacios que se abrieron en la Plaza de 7 y 60.

Por otro lado, otra plaza convocante fue la Islas Malvinas que se transformó durante el sábado en la Plaza Abolicionista Johana Ramallo, en homenaje a la joven platense desaparecida en 2017 en la zona roja y cuyos restos encontrados en la zona de Berisso fueron reconocidos por cotejo de adn en mayo de este año. Johana, de veintitrés años y madre de una niña desapareció y su búsqueda apuntó rápidamente a una red de trata. Su caso continúa impune. La plaza organizada en el Encuentro en su homenaje convocaba a interiorizarse de las experiencia de sobrevivientes y familiares de personas en situación de prostitución en búsqueda de generar debates y consensos en torno a la posición abolicionista del sistema prostituyente.1

Talleres y conversatorios
El nudo de la experiencia de los Encuentros son los talleres: la instancia en la que las rondas de la palabra compartida permite socializar lo que parece más personal para encontrar resonancias, escuchas, para conmovernos con la otra, para encontrarnos en la vivencia dislocada y a la vez tan cercana. Escuchar el dolor individual para sanar colectivamente, para organizar la rabia, para repensar estrategias y proponer acciones. Las escuelas y facultades el sábado desbordaron: la lluvia conspiró para que la feria se trasladara a pasillos de los espacios cerrados y los talleres desdoblaron sus propuestas en varios espacios colmados. Entre los nuevos talleres que abrieron este año las encuentreras se encontró el de “Niñeces”, un espacio en el se nuclearon las voces de infancias sub catorce, quienes se autocoordinaron y al finalizar el Encuentro se subieron al escenario a leer entre las conclusiones del taller: “Las adultas tienen que correrse de los espacios que son para nosotras” en clara alusión al adultocentrismo que nos atraviesa.

Otros talleres que se realizaron por primera vez en esta trigésima cuarta edición fueron el de intersexualidad, en el que se discutieron estrategias para exigir el cese de las intervenciones quirúrgicas invasivas sobre personas recién nacidas. La experiencia de intersexualidad no se forja como identidad sexual sino que refiere a la percepción de la diversidad corporal, algo que la medicina categoriza como “genitalidad ambigua”. Frente a una situación que se percibe como “anómala” se patologiza el cuerpo de las criaturas recién nacidas y se insta a sus progenitores a someter a operaciones que la reasignen a un sexo específico, afectando de manera brutal la integridad corporal y su sensibilidad. El taller dio la posibilidad de escuchar la experiencia de Valeria, mapuche y persona intersex que no se vio sometida a estas cruentas operaciones y que desde su identidad originaria y la reivindicación de su soberanía corporal socializó su experiencia ante el auditorio. Otros talleres o conversatorios que se realizaron por primera vez fueron los de “Mujeres adultas mayores”, “Cuestionando la monogamia”, “Cuerpos menstruantes” y los de “Masculinidades Trans” y “Masculinidades No Binarias”, lo que de alguna manera señala distintas inquietudes que se vienen discutiendo y se plasman primero como talleres autoconvocados o espacios de reflexión en los que pensar situaciones o problemas poco explorados.

La marcha de cierre
El domingo a la tardecita, ya sin lluvia pero con un viento frío que se hacía sentir a pesar de las camperas y bufandas, las columnas de manifestantes que se convocaban en 1 y 60 se extendían por la diagonal 79 hasta Plaza San Martín y más allá, la cabecera con la comisión organizadora que se unió en la calle 54. Estiman que la marcha tenía al menos tres kilómetros y reunió a más de 200 mil personas: bandas de tamboras, agrupaciones partidarias, frentes de mujeres autoconvocadas, agrupaciones LGTB, centros estudiantiles y miles de personas sueltas, al ritmo “Se va a caer… Se va caer” y del grito “Plurinacional y con las disidencias”, lo que marcaba la exigencia hacia afuera y hacia adentro de un colectivo heterogéneo en el que perviven posiciones diferentes y hasta contrapuestas.
La marcha concluyó en el Estadio Único de La Plata donde el sábado se canceló la apertura por cuestiones metereológicas y donde el lunes a la mañana se leyeron las conclusiones de los talleres y se “eligió” (el polémico aplausómetro que escucha lo que quiere) la siguiente sede.
Los siguientes días serían de balance, de revisión de todo lo vivido y de compartir en redes las postales y videos de una experiencia que año a año se renueva. Entre estos debates pos encuentro comenzó a circular la denuncia de una compañera que vio a su abusador al frente de una agrupación de izquierda agitando la bandera partidaria en la marcha de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries, sin pertenecer a ninguna de esas identidades. La denuncia y la seguidilla de posteos mostrando a varones cis de distintos partidos en una marcha que es nuestra, más algún artículo desacertado del gran diario argentino en el que se reclamaba la participación de los varones que miraban la marcha desde un balcón, desató un debate que ya está organizando a compañeras en una comisión de seguridad para impedir que los varones cis invadan un espacio que es nuestro y que tenemos que salir a defender de aliados que no entienden que un no es no.
Mientras cientos de miles marchábamos en las calles de La Plata, en la televisión se mostraba la participación de seis candidatos a presidente que apenas hacían referencia en algún caso a la agenda y demandas de nuestro colectivo. Vinimos a cambiarlo todo. Aunque todavía algunos no se percaten seguimos haciendo historia- Ya estamos organizando el 35 Encuentro en San Luis: Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. La fuega no se apaga.

*Mariela Acevedo es feminista, doctora en Ciencias Sociales, licenciada en comunicación y docente. Administra el portal Feminismo Gráfico y es editora de Revista Clítoris. Escribe, da clases y realiza tareas de investigación en el campo de la comunicación, la salud, los géneros y las sexualidades.

1.  Cobertura completa de la plaza y sus propuestas en:  https://diariofemenino.com.ar/por-que-una-plaza-abolicionista-34-encuentro-la-plata-2019/

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