Cierra otro cine emblemático

A  meses de la instalación del mastodonte llamado Centro de Monitoreo 9 de Julio, cierra –a pocos metros- el emblemático BAMA, ex Artplex Centro, más conocido como Cine Arte, un espacio histórico en el circuito de cine-arte de la Ciudad en la avenida Roque Saenz Peña 1150. Este cierre no se debe al obstáculo del Centro de Monitoreo, ni al centenar de policías que se revolotean por los alrededores. Aunque exista cierta oposición entre las acciones: Los policías vigilando a la gente desde el Centro, y la gente mirando con profundidad el mundo (con policías incluidos) desde el cine-arte. Dos actitudes muy distintas. Sin embargo, el motivo del cierre es la merma de espectadores. Así lo dio a conocer Guillermo Cisterna Mansilla, co-fundador y programador de Buenos Aires Mon Amour (BAMA). Tres salas menos.

En la carta dirigida a espectadores y amigos, Mansilla señala: «En nombre de BAMA quiero anunciarles el fin de otra etapa, la del BAMA CINE ARTE. Estamos muy orgullosos de haber cumplido con el objetivo que nos hemos propuesto, en estos 6 años, la de ser esa sala de cine que ya no hay. Ofreciendo una programación de cine independiente, del mejor cine argentino, y películas que en muchos casos no tienen lugar en el circuito comercial».

«Seguramente nos quedaron pelis por pasar, pedidos por cumplir, algunas por repetir, pero la programación siempre fue para ustedes». En su despedida, dejó una puerta abierta e hizo un pedido: «Quizás nos volvamos a ver pronto, pero mientras tanto no dejen de ir al cine. Las películas son para disfrutar en esa sala oscura en pacífica convivencia. ¡Porque el cine nos hace la vida más feliz!», agrega más adelante y reseña:  «Este cine había nacido con la creación del Cineclub Buenos Aires Mon Amour, una asociación civil del cinéfilo mundo porteño que proyectaba producciones que quedaban afuera del circuito comercial. A fines de 2008 se instaló en un PH en San Telmo con 38 butacas, y al microcine se sumaron los cursos. En 2010 empezaron las proyecciones en el Microcine Godard, ubicado en el Hotel Elevage. Llegó a tener más de 1.500 espectadores al mes, en un cine con 40 butacas. A fines de mayo del 2013 el Hotel Elevage cerró sus puertas. Fue entonces cuando los creadores de este cine decidieron recuperar y reabrir el ex Arteplex, donde funcionó hasta ahora».

Hace unos días, el empresario teatral Daniel Grinbank, manifestó abiertamente en las redes sociales: «Se profundiza la crisis de convocatoria de público en vacaciones de invierno en Ciudad de Buenos Aires para obras de teatro infantil. Para tomar dimensión del debacle esta semana pasada fueron en las 10 obras más taquilleras 20.872 espectadores frente a 60.872 en el mismo periodo del año pasado».

Esto significa una caída del 65,72% de asistencia de público según cifras de AADET (Cámara Argentina de Empresarios Teatrales). Más adelante, Grimbank asevera: «Obviamente este es un problema es menor con el aumento de la desnutrición infantil en nuestro país. Eso sí la avenida Corrientes tiene veredas más anchas con bonitos canteros».

En un Estado que apuesta únicamente a la vigilancia en pos de una supuesta ilusión de seguridad, la Cultura es un bien suntuario, tan suntuario que tiende desaparecer. 

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