Proyecto Relieve

Un mundo sin abejas es un mundo sin miel por Maia Kiszkiewicz Palan palan, enamorada del muro, ampelopsis, quinoa silvestre, parthenocissus tricuspidata, ortiga. Estas especies, algunas nativas y otras no, crecen de forma espontánea cubriendo los vestigios de lo que alguna vez fueron casas y ahora son espacios en los que no ingresa la gente. Vigas y escombros resultan sostén para la vida, y las estructuras de antiguas ventanas generan cuadros inmensos de naturaleza verde, ocre, marrón. Ahí buscan cobijo y alimento mariposas, abejas, colibríes y anidan palomas, zorzales, torcazas (Leer más…)

Memoria Fantasma: Nadie sabe lo que puede un poema

por Maia Kiszkiewicz Memoria Fantasma acaricia los límites, los reconoce, e irrumpe ante ellos, se clava, los vuelve sensibles. Es que, sin duda, revisar el pasado y sentir las estocadas en el presente es la única forma de convivir con los vestigios de la historia y romper la linealidad del tiempo, la falsa idea de los ciclos, repetición sin fin de una lógica que requiere cuerpos sumisos. Bárbara Alí, autora también de La mancha de los días (2016) y Movimiento de ida (2020), es y no es la nadadora que (Leer más…)

Crónica de un estreno que reclama justicia

El jueves 9 de febrero, en el Cine Gaumont, se estrenó oficialmente el documental En cumplimiento del deber, que narra la trama detrás del incendio en un depósito de la empresa Iron Mountain, que le costó la vida a 12 personas. por Federico Coguzza Hace calor. Hace mucho calor. El cemento lo refracta. Los árboles de la Plaza del Congreso son refugio, el sosiego de decenas de personas que al tiempo que se secan la frente, posan sus ojos en un punto ciego y luego retoman la marcha. La ausencia (Leer más…)

Murga que cruza la ciudad

por Maia Kiszkiewicz Natalia Ponce se para, sola, maquillada: a veces, pestañas exuberantes, nariz azul, rostro blanco. Otras, labios rosas, cachetes brillosos. Mira el micro en el que llegó al corso. Cierra los ojos, escucha, a lo lejos, la multitud. Respira hondo. Prepara su mente y su cuerpo. Se le eriza la piel, la recorre un escalofrío. Lo que siente sólo lo sabe quién lo vivió. Y quizás ni siquiera. La experiencia es intransferible. No es nervios. Es felicidad, pero tampoco. Es más que eso. Un exceso. Lágrimas que brotan (Leer más…)