Vivir en la Calle

Engrandecerás a tu pueblo no levantando los tejados de sus viviendas, sino las almas de sus habitantes, Epicteto Por Mariane Pécora Está parada en la vereda con un niño en brazos, vigila los pasos de otro pequeño que camina a tientas. Es joven, extremadamente delgada. El peso del niño le encorva la espalda. Una maraña de pelo desteñido y un par de ojos inmensos perfilan su rostro.