Crónicas VAStardas
Tornillo autorroscante por Gustavo Zanella Llego a la esquina y lo veo irse. Tengo 40 minutos de espera largos por delante. El refugio está vacío. Al rato llega una flaca con un bebé recién nacido en brazos y un nene que no llega a los tres años que se sienta en uno de los banquitos. Le dejo el otro a la flaca que con un hilo de voz me contesta un gracias pijotero. A los 5 minutos cae un viejo cualquiera, medio zaparrastroso, pasado de sol, de hambre, de tuberculosis (Leer más…)