Crónicas VAStardas

San Telmo por Gustavo Zanella San Telmo está rodeado. Constitución. Barracas. La Boca. San Nicolás. Balvanera. Puerto Madero. La Rodrigo Bueno. Tiene que medirse con varias realidades para conservar su identidad frágil, tajeada en la mitad por una cotidianeidad cosmopolita en la que comparten protagonismo los extranjeros en plan de vacaciones gourmet, los tipos sin rancho que corren la coneja durmiendo al sereno y los vecinos viejos que de un día para el otro descubrieron que vivían en la capital de la gentrificación. La variedad de idiomas se la robó (Leer más…)

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Macumba por Gustavo Zanella En mi barrio, como en cualquier otro barrio pobre, la gente cree en cualquier cosa que le ayude a correr la coneja. No necesariamente el puchero aparece por obra de los dioses pero al parecer, hasta cierto punto, basta con la fe para que la panza no haga ruido. A mí no me funca, pero a la mayoría de la gente pareciera que sí, por eso está lleno de cultos evangélicos, pentecostales, mormones, de los santos de los últimos días, tarotistas, parapsicólogos que prometen que si (Leer más…)

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RICKY por Gustavo Zanella La calle da para todo. No sé si lo suficiente como llamarla universidad, pero lejos no le anda. En la universidad uno se encuentra con conocimientos contraintuitivos. Cosas que no pueden ser y resulta que sí, que son. Infinitos más grandes que otros, árboles que literalmente emiten sonidos, con edición génica, con sangre que se vuelve verde y cosas así. En la calle uno se encuentra, siguiendo esa línea, con tipos que cantan a los gritos canciones de Ricky Martín. Posta. Hoy me crucé con uno. (Leer más…)

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por Gustavo Zanella Santificaciones Los dioses obran de maneras misteriosas. 8:30 de la mañana. Colectivo repleto. Junto a mi viaja un tipo gigante que no tiene nada que envidiarle a ningún patovica, probablemente lo sea. Viste un buzo con capucha que le cubre la cabeza y le tapa los ojos. Usa auriculares y un reproductor de mp3 chiquito que aprieta con las dos manos sobre el pecho. El colectivo se mueve y casi no se nota pero si uno le presta atención el tipo se mueve con su propia cadencia, (Leer más…)