Las murgas y la pasión del Carnaval

«La murga es un comunicador social, atraviesa los mismos caminos y porta la voz de incontables personas que viven cada uno de los momentos por las que pasa nuestro país, nuestra ciudad, nuestro barrio, nuestra familia, por eso en sus glosas y canciones se pueden escuchar letras con picardía, amor y con reclamos», señala Elías Ávalos, director de Los Calaveras de Constitución y delegado de las murgas porteñas. El sentimiento que atraviesa a la mayoría de las murgas es la pasión, que unida a la celebración colectiva, se refleja en (Leer más…)

Centro de Salud y Feria. San Nicolás Blues

por Rocío Bao Escombros, pastizales, paredes húmedas, barro, charcos de agua sucia, ratas vivas y palomas muertas. Es lo que hay en Viamonte al 1747. Es lo que quedó y se acumuló tras 11 años de promesas incumplidas de un Centro de Salud y Acción Comunitaria, cuyo monto millonario destinado para su ejecución, jamás llegó a su fin. Pero eso no es todo. En la puerta trasera del predio abandonado hay una Feria de Alimentos que subsiste hace años contra todo y que, junto al Centro de Salud inacabado, fue (Leer más…)

La herida (abierta) de Belén

La culpabilidad es la mejor arma de tortura contra nosotras desde que estamos niñas, porque vivimos entre ‘noes’ y cuando nos rebelamos y decidimos que sí queremos algo y que podemos lograrlo, nos encontramos con que ya nos han roto y nos han barrido del alma muchísimos papelitos de colores, haciéndonos creer que ninguno es para nosotras.  (Elena Poniatowska)

Mucha plata y pocas obras…

por Mariane Pécora. Existen en la Ciudad al menos cuatro realidades paralelas con las que convivimos a diario. Una realidad  fría y sideral de números y datos que se plasman en licitaciones, concursos de precios y adjudicaciones directas de obras.Otra realidad virtual, la del discurso de nuestros representantes, la de la propaganda política que nos inunda. Una tercera realidad visceral, que es aquella que padecemos, vivimos y experimentamos en el día a día.  Y, una cuarta, y desvergonzada,  a la que llamamos puta realidad. Las dos primeras se parecen entre (Leer más…)