Historias de punto y coma

por Mariela Acevedo* Desde hace unos años, el signo de punto y coma circula como tatuaje y como marca compartida por sobrevivientes de abuso, agresión sexual y suicidio. Como el signo de puntuación en una oración, el punto y coma marca una pausa que no finaliza esa oración, hay un después. Sin embargo, esa supervivencia siempre es precaria, está amenazada por espectros que a veces vuelven a atormentar, a producir escozor en las cicatrices que parecen cerradas. El 6 de agosto los medios se hicieron eco del suicidio a los (Leer más…)