
Un femicidio cada 29 horas durante el primer mes del año
¿A qué hora es la rebelión? texto de Marta García -Traé tu grito- Una no se puede morir con la soledad de los alimentos vencidos. Por eso, el grito. Cuando hice una denuncia y no me escucharon mientras hacían chistes porque tenía una teta afuera de la blusa desgarrada, grité. Cuando me perforó con un escopetazo porque mi nombre era Pepa Gaitán y amaba a su hija, grité. Cuando me estrangularon con mi propio buzo en un calabozo lleno de arañazos, grité. Cuando me envolvieron como regalo de cumpleaños para (Leer más…)

Crónicas VAStardas
Iluminate por Gustavo Zanella. Caballito. A unas cuadras de Acoyte y Rivadavia. El gentío está a un paso de cortar la avenida. Extrañamente no reclaman nada, no se quejan de nada. Están celebrando. Lo curioso es que celebran cosas distintas. Unos, que egresan de la escuela cheta y de misa diaria que está frente al parque. Ochenta púberes pre adolescentes saltando, gritando y mandándose mano no tan a escondidas. Otros, que se recibieron de algo, y salen haciendo trencito del Starbucks. Son como veinte. Como la vereda es estrecha avanzan (Leer más…)

La muestra que interpela el microcentro desde el espacio colectivo
por Claudia Lorenzón Con instalaciones audiovisuales que remiten a las ciudades y su forma de habitarlas, la muestra «El centro ha muerto, viva el centro» invita a reflexionar sobre el espacio colectivo, a través de obras de artistas argentinos y del exterior que se despliegan en locales del microcentro porteño vacíos luego de la pandemia, interpelando a quienes transitan la Ciudad sobre el modo de apropiación de los espacios que se habitan. La exhibición, organizada por el Instituto Goethe, que integra la primera edición de Microcentro Cuenta interroga -por intermedio (Leer más…)

SiPreBA celebró la obtención de la personería gremial
por Mariane Pécora Jueves 9 de febrero. El calor acomete impiadoso sobre la Ciudad, un vaho pegajoso emerge de la acera y se pega en los cuerpos cansinos de los pocos transeúntes; de los exhaustos cartoneros, que deambulan escarbando desechos; de los desahuciados sin techo, que sobreviven a la sombra de alguna macilenta ochava de Constitución. El tramo que separa esta redacción, de la calle Solís al 1151, donde funciona el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), no supera las 20 cuadras. En ese microuniverso parece estar depositado todo (Leer más…)