
Día del Periodista: Más desafíos que celebraciones
Una encuesta integral de #SiPreBA2025 revela las precarias condiciones laborales de los periodistas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): bajos salarios, pluriempleo, precarización y ataques oficiales. El relevamiento, que incluyó a 1100 trabajadores de medios públicos, privados y autogestivos (20% del total), arroja datos alarmantes: el 70,45% percibe salarios por debajo de la línea de pobreza y el 86,3% considera que la libertad de expresión se ha deteriorado con La Libertad Avanza.
En los dos últimos años, el pluriempleo sigue siendo una constante ascendente: el 55,2% tiene dos o más trabajos. Esto genera precarización, jornadas fragmentadas sin descanso y agotamiento mental, en una búsqueda constante de ingresos dignos. El 43% de los encuestados, incluso sumando todos sus sueldos, no supera la línea de pobreza, y solo el 4,8% cubre sus necesidades con su empleo principal. Una tendencia preocupante que emerge en una profesión donde el 45% de los periodistas tienen formación universitaria; sin embargo, se ven obligadxs a complementar sus ingresos con trabajos informales en sectores como la construcción, el cuidado de personas, la venta de comida, el comercio o el transporte a través de plataformas digitales. Esto ocurre en un contexto de profundas transformaciones tecnológicas, donde el 66% de las empresas de medios utilizan inteligencia artificial en tareas periodísticas.
Esta situación impacta negativamente la calidad del periodismo, perjudicando a la sociedad en general. Además, afecta seriamente la salud física y mental de los trabajadores de prensa, ya que el 27% reportó haber sufrido problemas relacionados con el trabajo en el último año, incluyendo ansiedad, estrés y dificultad para desconectarse de las preocupaciones laborales. Una característica reciente del pluriempleo es que muchos profesionales buscan ingresos adicionales en otras actividades para poder llegar a fin de mes.
En este contexto crítico, la encuesta revela una leve mejora salarial en comparación con 2024, año en que la pobreza afectó al 76% del sector. Agustín Lecchi, secretario general del SiPreBA, atribuye esta mejora a dos factores: la fuerte devaluación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo en 2024, maniobra que buscaba simular una recuperación económica, y la participación del SiPreBA en las negociaciones paritarias, tras obtener la personería gremial, lo que permitió lograr aumentos salariales superiores a la inflación.
El relevamiento, que alcanzó a medios como Infobae, América TV, Clarín, Olé, La Nación, El Trece, TN, C5N, Radio con Vos, Radio del Plata, Telefé, Ámbito Financiero, Crónica, Canal 9,Radio Nacional, Página 12, Perfil, El Cronista y la Televisión Pública, entre otros, fue presentado en la previa al 7 de junio, Dia del Periodista, y en el el décimo aniversario del SiPreBA.
El documento da cuenta también de los ataques sistematicoas a los y las trabajadores de prensa. Un 27% manifestó haber recibido agresiones por ser periodista en el último año, entre los cuales un 33% fue víctima de represión y un 20% fue atacado por funcionarios del gobierno. La violencia digital sigue siendo alarmante: un 78,05% de los ataques padecidos fueron de forma virtual. El combo precarización y agresiones podría explicar que el 27% tenga problemas de salud con síntomas como ansiedad, estrés o depresión.
“El motivo de este amplio abanico de ataques a la prensa parece evidente: se quiere una sociedad desinformada y manipulable. Porque estas condiciones atentan contra la posibilidad de ejercer un periodismo vivo que informe e investigue, que denuncia estafas como la de $Libra y muestra represiones sistemáticas como la que hirió a Pablo Grillo”, analiza Lecchi. “Cumplimos una década con el SiPreBA y sabemos mejor que nadie que la situación es completamente adversa. Tener estos datos fehacientes nos permite denunciar y saber desde dónde pararnos para pensar políticas de transformación”.
Hace un año, más de 2.000 periodistas alertaron sobre una grave crisis en la libertad de expresión en Argentina, señalando uno de los peores momentos en cuatro décadas democráticas. Desde entonces, la situación ha empeorado con represión policial dirigida a la prensa, ataques verbales del Presidente que incitan violencia, y judicialización de notas periodísticas. Además, los medios públicos enfrentan censura y congelamiento salarial, mientras que las periodistas mujeres sufren ataques digitales. Estos factores, junto con problemas estructurales como bajos salarios y precariedad laboral, amenazan la labor periodística y su rol social fundamental.