Elecciones y Revolución

por Gabriel Luna

PARTE I

No solemos hacer editoriales. La última que hicimos data de hace casi cuatro años. Y fue en circunstancias muy graves y extraordinarias, donde creímos necesario no sólo mostrar datos elocuentes sino también alertar a nuestros lectores y lectoras sobre el futuro que advertíamos y sobre algunas medidas a tomar. Aquella editorial correspondiente al Periódico VAS Nº 83, enfocaba la asunción presidencial de Macri el 10 de diciembre de 2015. Daba cuenta de los primeros actos de su gobierno. Explicaba cómo llegó Macri al poder, para qué llegaba, y cómo pretendía sostenerse. Su titulo era (y sigue siendo): Lobotomía y globos amarillos.1
Hoy esta editorial de Periódico VAS Nº 129, a casi cuatro años de distancia, abre con la derrota electoral de Macri. ¡Un cambio notable! Y también mostrará circunstancias muy graves y extraordinarias, diversas y similares a la anterior. Sigue habiendo Lobotomía y globos amarillos; es decir: falta de conciencia y de pensamiento crítico, debido precisamente a los globos amarillos, que son el símbolo de las mentiras propagadas continuamente por los medios de comunicación corporativos y por las redes sociales a través de trolls. Estas mentiras, que provocan odios y desinformación, también denominadas fake news y lawfare (el idioma indica con exactitud de donde vienen) aumentaron durante estos cuatro años. Sin embargo, el caudal de votos para el gobierno neoliberal de Macri se sostuvo en 2017 pero disminuyó en 2019.
En el 2015, considerando todo el padrón, Macri obtuvo el 40,54 %. 2 Y en las elecciones generales de 2019, también considerando todo el padrón, Macri obtuvo el 30,92 %. 3
Esta diferencia de casi diez puntos menos -pese a la enorme cantidad de mentiras inoculadas- se explica por los malísimos indicadores económicos de este período neoliberal, que despertaron conciencias (y algunas vueltas milagrosas de la lobotomía). Para poner unos pocos ejemplos:
Desde el 2015 al 2019, el dólar oficial pasó de $ 9,60 a $ 65,30.
Desde el 2015 al 2019, la inflación pasó del 27 % al 54 %.
Desde el 2015 al 2019, la deuda pública pasó del 26 % del PBI al 98 % del PBI.
Desde el 2015 al 2019, el desempleo pasó del 6,5 % al 12 %.
Desde el 2015 al 2019, la pobreza aumentó del 29 % al 40 %.
Y la jubilación mínima disminuyó de 450 dólares a 200 dólares.
Sin embargo, pese a estos indicadores, al déficit en Educación y Salud, y pese al aumento escalofriante de las tarifas de agua, luz, gas, de transportes, y de los productos básicos de consumo, la fórmula Macri-Pichetto en las últimas elecciones generales obtuvo casi 10.500.000 votos. Perdió votos, es cierto, en 2015 Macri había obtenido alrededor de 13 millones. Pero de todas maneras, 10,5 millones son muchísimos votos, es algo incomprensible, si consideramos la debacle económico-social del período neoliberal macrista 2015-2019.

¿Por qué diez millones y medio de personas votaron a Macri?

No ha sido por la política económica, eso es evidente. De los diez millones y medio, apenas medio, quinientos mil, pudieron beneficiarse con la economía neoliberal (y esto, siendo muy optimista). ¿Por qué entonces lo votaron los otros diez millones? La respuesta puede estar en las fake news y lawfare, en las mentiras, los carpetazos y el uso abusivo de procedimientos jurídicos para provocar la bronca popular contra adversarios políticos (dicho en criollo). La respuesta puede estar en el odio y la desinformación emitidos continuamente en diarios, revistas, radios, televisión, en redes sociales -por computadoras y celulares- con espectáculos armados, denuncias fantásticas y circo en los tribunales. Puede ser, pero tampoco alcanza. Hay además algo más profundo y atávico en donde prenden las mentiras y desde donde surgen las acciones (como la de los diez millones), que van contra los intereses económicos y el bienestar de los propios actores.
Esto se explicaba antes atribuyendo a un porcentaje de la población (digamos a estos diez millones) el rótulo de fascista. Puede ser, pero el fascismo es algo más coyuntural y asociado a las conductas autoritarias, religiosas y represivas de los gobiernos. Me parece que el sustrato atávico de este comportamiento es otro. No está solamente en la Europa de Hitler, de Franco y Mussolini, sino más cerca. Y puede verse hoy con bastante claridad. Aparece en toda Latinoamérica. Se llama colonialismo. Hay un espíritu colonizado que busca la seguridad del yugo. Que antepone la economía y cultura imperial a la propia, el capitalismo al buen vivir. Que identifica el progreso con la metrópoli y sus intereses, la civilización con las corporaciones y las potencias dominantes, y la barbarie con los indígenas y los naturales. Y como el yugo colonial resulta difícil de argumentar y admitir a esta altura del partido, surgen las mentiras mediáticas y los circos judiciales para encubrirlo con cierta “racionalidad”. Este espíritu colonizado sueña con pertenecer al mundo de su opresor, pero no tiene chance o sólo alcanza a cipayo. Y termina, en cualquiera de los casos, yendo contra su identidad y sus propios intereses.
Lo que estamos viendo en Latinoamérica hoy, me parece la explicación de esos diez millones. Es la evidencia del colonialismo. Pero, por lo que ocurre ahora en Chile, Colombia, Venezuela, México, y en Argentina con los doce millones y medio que votaron a les Fernández, también parece el despertar de un sueño.
Sin embargo, la forma de superar el colonialismo no será sólo mediante procesos electorales. No se saldrá por ser más o menos dependiente, según resulte el partido elegido. No se saldrá fluctuando a lo largo del tiempo entre configuraciones políticas “más o menos dependientes”. La salida del colonialismo debe ser definitiva, no es “más o menos” sino la emancipación. No hay medias tintas. Elecciones y Revolución.

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1. Ver nota Lobotomía y globos amarillos.
2. Ver Periódico VAS Nº 83 Editorial. Lobotomía y globos amarillos.
3. Esta cifra surge de considerar los votos obtenidos en las elecciones generales de 2019 por Macri-Pichetto: 10.470.607 y les Fernández: 12.473.709 y dividirlos respectivamente por la cantidad de electores habilitados: 33.858.733. Los resultados son 30,92 % para Macri y 36,84 % para Fernández.
4. Ver la nota “Nuevo modelo chileno” de Mariela Acevedo, escrita desde Santiago para Periódico VAS.

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