Zoom Histórico: Confitería del Molino

por Gabriel Luna. Parte I En 1840 desapareció el último mercado indio de la Ciudad, ubicado en la actual Plaza Lorea; quedaron sólo dos inmuebles. La barraca de Cajias y la barraca de Villariño, un enorme depósito de cueros, lana y costales de trigo, que alcanzaba hasta la calle San José. El gobernador federal Juan Manuel de Rosas mandó instalar en la barraca Cajias, donde antes los indígenas guardaban sus caballos, las caballerizas del “Escuadrón de Vigilantes de Policía a Caballo”, más conocido como los mazorqueros. La Ciudad crecía, aparecieron (Leer más…)